Renzo Enríquez, Juan Ibarra (ambos de la comunidad de La Salette de La Banda) y Elián Gómez de la ciudad de Sumampa, le dijeron sí al llamado de Jesús.
La comunidad de La Salette despidió a jóvenes seminaristas La comunidad de La Salette despidió a jóvenes seminaristas
La comunidad de la parroquia Nuestra Señora de La Salette, perteneciente a la Arquidiócesis de Santiago del Estero, vivió un momento especial, porque le tocó despedir a dos jóvenes quienes hoy ingresarán, formalmente, al Seminario Nuestra Señora de La Merced y San José de la Arquidiócesis de Tucumán.
Después de un tiempo de discernimiento, Renzo Enríquez, Juan Ibarra (ambos de la comunidad de La Salette de La Banda) y Elián Gómez de la ciudad de Sumampa, le dijeron sí al llamado de Jesús y dieron un importante paso no sólo en sus vidas, sino también en la vida de sus respectivas familias.
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El arzobispo y cardenal primado Vicente Bokalic CM, junto a los sacerdotes Alejandro García (asesor de la Pastoral Vocacional) y Federico Poldi (Pastoral de los Jóvenes) decidieron hace una misa "donde podamos enviar a estos chicos a la provincia de Tucumán para su formación", apuntó el prelado santiagueño.
Tras las lecturas del Evangelio el pastor de la iglesia santiagueña, apuntó, "estamos viviendo un tiempo especial, un tiempo de reencuentro con el Dios del amor. En estos días es importante que podamos experimentar cuánto nos ama Dios, sentir en nuestras vidas esa experiencia del amor de Dios".
"Si sentimos el amor de Dios, mi respuesta también tiene que ser ésa, pero no con Dios sino con mis hermanos. Nosotros expresamos el amor a Dios amándonos entre nosotros", sostuvo.
Antes de la bendición final, monseñor Bokalic junto a los sacerdotes que participaron de la celebración bendijo de manera especial a Renzo Enríquez y a Juan Ibarra, quienes además recibieron unos presentes de manos de los presbíteros y de quienes fueron sus primeros catequistas.
Regalo de dones
El cardenal primado de la Arquidiócesis de Santiago del Estero, Vicente Bokalic, brindó un sentido mensaje a los nuevos seminaristas: "Renzo, Elián, Juan sintieron el llamado de Jesús, descubrieron el amor de Dios, lo han sentido. Sintieron que eran llamados a algo más; la vocación es entrega, es amor, el sacerdocio, la vida consagrada, la vida matrimonial es una vocación de amor. Ellos descubrieron el amor de Jesús y hoy le están dando una respuesta".
Por otra parte manifestó, "las vocaciones son frutos de la vida de la comunidad, no son aerolitos que caen del cielo; son frutos de la vida en comunicad, en la Eucaristía, en el servicio, en la entrega a los demás".
