Los detenidos apuntaron a Echemendi. Reconocieron haber descartado el cuerpo en el agua. Y que de tres declaraciones, una fue una vil mentira.
Reconstrucción del homicidio de "Pausita" a 48 horas de que se den los alegatos en el juicio oral Reconstrucción del homicidio de "Pausita" a 48 horas de que se den los alegatos en el juicio oral
Perpetua, absolución o una pena morigerada. En esa trilogía, Ezequiel Oliva y Ramón Ángel Díaz contemplan su futuro inmediato y utilizaron ayer su "bala de plata", reconstrucción mediante, a 48 horas, de los alegatos por el brutal asesinato de Marcelo Alejandro "Pausita" Costas.
El joven prontuario, oriundo de Suncho Corral, Juan Felipe Ibarra, fue torturado en casa del gitano Sergio Cristo, a la vera de la ruta 51, su cuerpo envuelto en una frazada y descartado en un canal en el paraje Cuatro Horcones, el 7 de septiembre del 2020, en La Banda.
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Penalmente, los dos presos atribuyen el asesinato a Amadeo Claudio Etchemendi, cuya portugués impide cualquier "retruco" a sus dedos acusadores.
Casa del gitano
Oliva y Díaz fueron conducidos ayer a la casa del gitano. Perspicaces, quizá, recurrieron a una solución simple, aparentemente mágica, para un problema difícil: convencer a los vocales, Julio Carmelo Vidal, Luis Domínguez y Sara Harón, de que el responsable de todos sus males, y de "Pausita", es Etchemendi.
Por las dudas, clarificaron: "... De tres versiones, declaraciones, la 1ª y la 3ª (la verbalizada en el juicio) son reales. En la 2ª, Cristo nos puso abogados y él guio la versión...", es decir, mintieron.
En cuanto a la reconstrucción, señalaron que "Pausita" y Etchemendi no tuvieron química. Se pelearon en el baño. Y después, Etchemendi extrajo una navaja y él solo (léase, sin sus intervenciones) cortajeó a "Pausita" y lo asesinó. Los forenses describieron un cuerpo torturado y hasta con escoriaciones en las rodillas.
Ya sin vida, de acuerdo con el relato del dúo ataviado con cascos, Etchemendi, erigido en el macho cabrío de la manada, les ordenó y digitó los pasos a seguir: "Yo estoy rengo", les aclaró. Entonces, ellos (dócilmente obedientes) envolvieron el cuerpo en una frazada y lo cargaron en una camioneta, al mando de Oliva.
Para entonces, Etchemendi solo observaba. En el manual de estilo criminal, quizá pergeñaba involucrar aún más a los dos "colaboradores". Llevaron el cadáver hasta su última morada, es decir, al agua en Cuatro Horcones. Al día siguiente llegó el desbande colectivo vía celular. Todos escaparon y se precipitó el "divorcio" de Cristo con Etchemendi.
Cómo descifrar la verdad, con Etchemendi prófugo de la ley
Este jueves la Fiscalía solicitaría condenas para Díaz y Oliva. Los cargos son "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía. Sergio Cristo, "encubrimiento agravado".
De las audiencias parece evaporarse el "concurso premeditado", al nivel imposible de acreditar que se pusieran de acuerdo para cargarse a "Pausita". Si la "vara" fiscal es alta, apostaría a la perpetua, asumiéndolos "coautores" y/o "partícipes necesarios del crimen".
Ahora bien, si la expectativa es menor, la que queda es enrostrarles un "¿encubrimiento agravado?", y aspirar a sendas condenas cercanas a los 10 años. Las defensas irán a todo o nada, por la absolución, por la duda.
Solo hay certezas en los datos del cadáver de Pausita
En medio de una maraña de verdades a medias, solo el cuerpo de "Pausita" aportó certezas en. Y del entrecruzamiento de versiones, emerge un razonamiento con sus puntos fuertes y flojos.
Los detenidos afirman que en la reunión descubrieron a Etchemendi apuñalando a "Pausita" entre el comedor y una habitación.
"Pausita" se encontraba en boxer. ¿O fue desnudado, o sorprendido, dormido, tras comer cabrito y beber abundante vino?
La autopsia detalló cuchilladas en la cabeza, el tórax y hasta en el muslo. Si Etchemendi solo torturó a "Pausita", ¿no tuvo ninguna resistencia, o signos defensivos?
La lógica que arriesgan fiscales y querella, a cargo de Melissa y Mirko Slamich, es que Díaz y Oliva tuvieron activa participación, es decir, protagonismo y que no fueron meros sujetos espectadores.
De rodillas
Otro punto a analizar a la hora de edificar el veredicto es ¿por qué la víctima tenía heridas en las rodillas? Por decantación cobra fuerza la teoría de un crimen entre dos o tres personas. "Pausita" quizá fue reducido por Díaz y Oliva, quienes lo entregaron en bandeja para que Etchemendi lo asesinara.
¿El móvil? Luce más que difuso. Tal vez no fue un hecho buscado, sino que todos los "bandoleros" se pasaron de copas y cero sobriedad tres "olfatearon" a uno que no integraba la manada ("Pausita") y decidieron cargárselo.
Si los funcionarios osaran dejarse guiar por la autopsia, quizá asumirían que la muerte del joven no fue obra de una sola personal, claro que acusar conllevaría también demostrar que Díaz y Oliva no han sido pasivos.
Cristo, entre autos truchos e impuesta errante profuguez
El jueves el tribunal escuchará los alegatos y se descuenta que el proceso quedará abierto, con captura internacional mediante, para Etchemendi y Cristo.
El primero sería un sujeto con "trabajos" delictivos en la región, en especial en tiempos de pandemia. En tanto, Cristo decidió imponerse una vida de errante y dar el gran faltazo desde el primer día del juicio.
Fuera de escena, Cristo también enfrentaría una causa judicial por robo de autos emanada de la provincia de Córdoba, hecho por el cual ahora tiene una dualidad de dolores de cabeza: "Pausita" y los negocios oscuros con autos robados y vendidos en diferentes provincias.
Su defensa deslizó que quizá se encuentre preso en Paraguay, pero clarificó que no hay pruebas tangibles que le permitan acreditar que Cristo efectivamente hoy está privado de la libertad en Paraguay.
Como sea, el recinto se poblará de policías y funcionarios este jueves. Habrá dos películas opuestas en boca de Fiscalía y defensa, de cuyo antagonismo el tribunal moldeará un veredicto.
Nadie se atreve a pronosticar nada. Sí, todos reconocen que las versiones de Díaz y Oliva emergen flojas, selectivas en sus roles y carentes de lógica criminal.