Por Alejandro Yocca.
Mapa del Patrimonio Jesuita en Santiago del Estero Mapa del Patrimonio Jesuita en Santiago del Estero
La actividad de esta orden religiosa desde los primeros años de la fundación de Santiago del Estero fue cuantiosa y sofisticada en cuanto al desarrollo de la economía, a la trasferencia de conocimientos y del pensamiento occidental en las comunidades del actual territorio de la Republica Argentina.
Mas allá de la relevancia que ha logrado la Compañía de Jesús en Santiago del Estero con la beatificación María Antonia de Paz y Figueroa, Mama Antula, hoy queremos destacar los lugares donde los jesuitas hicieron concretamente sus aportes a la economía, la tecnología, la ciencia y la cultura en la historia del pueblo santiagueño.
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La acequia de los jesuitas en la Av. Belgrano
Para simplificar la comprensión espacial de los sitios en los que se desarrollaron esas actividades los enlistaremos de norte a sur de la ciudad de Santiago del estero, comenzando con la antigua acequia de los indios que los jesuitas mejoraron en su toma de aguas en el rio Dulce a la altura del barrio Lomas del Golf, y en su extensión por la actual avenida Belgrano. Desde su origen prehispánico, como los demás canales de riego, esta acequia aprovechaba una pendiente por donde el rio desbordaba sin ninguna intervención en tiempos de las lluvias de verano. Los jesuitas aplicaron sus conocimientos tecnológicos modernos en esa incipiente obra ya iniciada por los pueblos prehispánicos y activaron con el riego un sinnúmero de quintas y huertas sobre la actual avenida Belgrano desde la iglesia de Nuestra Señora de la Merced hacia el sur.
PLACA DEL ANTIGUO EMPLAZAMIENTO DE LA ACEQUIA DE LOS JESUITAS EN BELGRANO Y LUGONES (Foto: Gentileza José Pavón).
Iglesia, Casa de Ejercicios, Escuela y Seminario Mayor en 25 de Mayo y Urquiza
En la esquina de 25 de mayo y Urquiza se emplazó la Iglesia principal y el convento. Cabe aclarar que la orden construyo otras iglesias pequeñas de uso especial en cada edificio propio asi como en los pueblos de indios de las costas de los ríos Salado y Dulce. Orestes Di Lullo en su Reducciones y Fortines menciona que "Sostenían los jesuitas dicho seminario, una escuela que funcionaba desde 1586, una clase de gramática, un rancherío de esclavos a quienes enseñaban la artesanía, dos molinos, una fábrica de ladrillos, una casa de Ejercicios".
También el autor señala detalles de la arquitectura y sus equipamientos: "Aparte de la iglesia y de la sacristía y una pieza que corría adosada a él, a la derecha y de la contra sacristía a la izquierda, la casa de los jesuitas poseía además un primer patio plantado de naranjos alrededor del cual, bajo la techumbre de tejas y protegido por un corredor también tejado, formaban cuadro diez aposentos, un largo salón que servía de escuela y una pieza para clase de gramática; y un segundo patio, con su viñedo y un pozo con diez aposentos más, la Capilla de Ejercicios, las oficinas, el refectorio, y la despensa, todo bajo el claustro de una solana tejada, con pilares de quebracho. Y en el resto de la manzana, tapiada con un muro de adobe, se encontraba el rancherío del Convento, el corralón, anchuroso, desmesurado, abierto y en el lugar para la herrería, algunos cuartos para trastos viejos, el corral anexo a la cocina, la carpintería y un galpón sin tejar en el que se hallaban dos atahonas. No eran estos, sin embargo, los únicos bienes de los jesuitas de Santiago. Frente a la iglesia hallábase " la casa de los Exercisios", tres manzanas de chacras sobre la acequia principal, una de ellas comprada al colegio de Tucumán en 19 de octubre de 1615 y la otra donada a la compañía en 23 de enero de 1616 por el capitán D. Juan Martínez Carrillo. La otra manzana tenía un horno y galpón para ladrillos.
Pero los mayores legados los recibió la compañía de Jesús entre los años 1611 y 1613. En 1611 pasan a propiedad de los jesuitas, según lo ordena el obispo Trejo y Sanabria , "una guerta que yo tengo junto a la hacequia desta ciudad y en la casa que agora vibo y fue de la compañia, mando aimismo sitio bastante que pueda bivir el servicio de dichos padres y del colegio seminario" (la Trascripción respeta los arcaísmos del autor).
LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO
Las estancias en Maco, El Zanjón y Silípica
Luis Alen Lascano nos revela que durante el siglo XVII y con el fin de sostener el Seminario Mayor de Santa Catalina, la orden recibió una cierta cantidad de propiedades, algunas de ellas en los territorios que hoy pertenecen a provincias vecinas, otras en el actual ejido de la ciudad capital de Santiago del Estero y tres de ellas al sur de la misma.
Las de Maco y El Palomar (hoy El Zanjón) están descriptas con sus lindes e instalaciones y edificaciones en el referido texto de Di Lullo. Sobre el establecimiento de Maco, el mismo menciona que tiene Capilla con altar de seis estampas, cruz, casullas y estolas; detalla la hacienda de vacunos, mulas, caballos, ovejas, cabras y reservas de semillas. Asimismo detalla en una lista a sus esclavos, unos 25 de diferentes edades. Por ultimo enlista herramientas e insumos de la época con sus nombres antiguos: hachas, cuñas, azadones, hoces y escopios entre otros. Además de la Capilla detalla las características de los corrales, los percheles (establos) y las oficinas.
Respecto de la de Silípica, Alen Lascano refiere que la Compañía de Jesús toma posesión dela estancia homónima, vecina a la ciudad de Santiago, en la persona del rector del Seminario, P. Pedro Martínez en el año 1656. Un siglo después será la beata María Antonio de Paz y Figueroa la que desplegará sus ejercicios espirituales en esas latitudes y marco jesuítico.
CAPLLA DE SAN NICOLÁS DE BARI, EN MAQUJITO
LA CAPILLA DE SANTA BÁRBARA, PROTECTORA DE LAS TORMENTAS
CAPLLA DE SAN PEDRO
Las reducciones de Vilelas y Abipones, en Suncho Corral, Boquerón y Sumampa.
Cerca de la actual ciudad de Suncho Corral, en la margen derecha del rio Salado se fundó la primera reducción jesuítica en suelo santiagueño (1736). Con la iglesia como pilar fundamental, hecha en adobe a dos aguas y la característica torre de dos campanas, una fundida con la inscripción de Nuestra Señora del Rosario y la otra con la de San Joseph (José).
La segunda fundación se produjo unos años después, 1751, en la antigua confluencia de los ríos Salado y Dulce, probablemente cerca de la localidad de Oratorio, en el departamento
Quebrachos. Esta reducción fue nominada con la advocación de la Inmaculada concepción de María y la referencia a la nación Abipona, de la cual una parcialidad era la que había acordado la alianza económica, cultural y religiosa con la orden.
Un interesante trabajo sobre esta escribieron Jose Togo, Carlos Boneti y Luis Garay en el número tres de la revista Indo América en 2009. Ellos toman como fuente principal un documento de 1770 titulado "Auto de visita a la reducción y pueblo de Abipones ordenado por Don Gerónimo Matorras Gobernador y Capitán Gral. a cargo de dicha reducción". Además de contar con otra documentación de ese período, como el censo del Curato de Sumampa de 1794; los informes del Gobernador de Armas de Santiago y algunos padrones de los pueblos de indios. Tambien mencionan a dos estudiosos jesuitas que escribieron sobre los Vilelas y los Abipones ricas descripciones Guillermo Furlong y Martin Dobrizhofer.