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Glaucoma: un diagnóstico temprano es esencial para frenarlo

Por el Dr. Ricardo Passone.

10/03/2025 06:00 Santiago
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Todos los 12 de marzo se conmemora el Día Mundial del Glaucoma con el objetivo de concientizar sobre la importancia de los controles oftalmológicos y del diagnóstico precoz de esta enfermedad.

El glaucoma es una enfermedad silenciosa, debido a que en algunos casos no suele presentar síntomas hasta que se encuentra en un estado avanzado.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la segunda causa más común de ceguera en el planeta, luego de las cataratas. Es una enfermedad que afecta al nervio óptico de forma progresiva. Aparece cuando la presión dentro del ojo se eleva por encima de lo normal (es decir, mayor a 21 mm hg). Lo más común es que esto se deba a la obstrucción del drenaje del humor acuoso: el líquido que se encuentra dentro del ojo y confiere su tonicidad.

En este sentido, lo más importante como medida preventiva es asistir a control oftalmológico en forma anual y realizar el examen clínico completo, midiendo la presión intraocular (PIO) y evaluando el nervio óptico a través del fondo de ojo, con profesionales de confianza. Y, en caso de detectarse algún indicio de padecer glaucoma, la persona recibirá la debida derivación para su tratamiento.

Aunque la pérdida de visión ya ocasionada resulta irreversible, el tratamiento y su correcta implementación contribuirán a frenar el continuo avance de los daños.

Cabe mencionar que, si bien el glaucoma puede presentarse a cualquier edad, tienen mayor riesgo de padecerlo aquellas personas que tengan parientes directos con la enfermedad, quienes presentan córneas finas o una enfermedad ocular denominada "pseudo exfoliación", quienes sufren de miopía, diabetes o presión intraocular elevada y los mayores de 60 años, entre otros.

Al asistir a los controles, si el profesional considera necesario, podrá realizar alguno de los siguientes estudios:

- Medición de la presión del ojo (tonometría).

- Inspección del ángulo de drenaje del ojo (gonioscopia).

- Inspección del nervio óptico (oftalmoscopia, tomografía OCT del nervio óptico).

- Prueba de visión lateral o periférica (prueba de campo visual).

- Medición del grosor de la córnea (paquimetría).

Tipos de glaucoma

Podemos ubicar cuatro tipos de glaucoma, los cuales se diferencian en función del daño producido en el nervio óptico:

- Ángulo abierto: suele ser el más habitual, por lo general tiende a ser hereditario. La presión intraocular aumenta lentamente. Inicialmente, no causa síntomas, con el avance de la enfermedad aparece la pérdida de visión periférica conduciendo a la ceguera si no es tratado.

- Ángulo cerrado: se produce de forma súbita al aumentar rápidamente la presión intraocular. Causa dolor intenso, visión borrosa, enrojecimiento y sensación de inflamación. Hay que tener en cuenta que cuando se produce en un ojo es probable que más tarde ocurra en el otro.

- Congénito: suele producirse en el séptimo mes de vida intrauterina y manifestarse entre los primeros días a meses de vida. Se pueden observar síntomas como: opacidad en la parte anterior del ojo, agrandamiento de uno o los dos ojos, lagrimeo y sensibilidad a la luz.

- Secundario: se da como consecuencia de otras patologías oculares previas, como traumas oculares, administración de glucocorticoides, inflamaciones oculares o tumores intraoculares.

Síntomas

El glaucoma es en sus inicios, habitualmente no presenta síntomas.

Si advierte algún síntoma, probablemente su visión ya haya sido afectada.

A veces puede notar:

1) Cambio frecuente de anteojos.

2) Dificultad para adaptar la vista en lugares oscuros.

3) Pérdida de la visión lateral.

4) Arco iris en forma de anillo alrededor de las luces.

5) Dificultad para enfocar la vista en objetos muy próximos. Estos síntomas no siempre son señales de glaucoma. Pero sí ud. muestra alguno hágase examinar para saber que significa en su caso particular.

¿A quién ataca el glaucoma?

El glaucoma puede afectar a cualquier persona.

Aunque es más frecuente en mayores de 40 años, también puede afectar a niños y jóvenes. Los familiares de pacientes con glaucoma deben ser examinados en su búsqueda.

¿Puede el glaucoma afectar mi modo de vida?

Al glaucoma lo tratamos bajando la presión del ojo, pero la visión perdida no la podemos recuperar. Por lo tanto, si tenemos daño del ojo y pérdida de visión, nos afectará sin dudas.

Si tenemos glaucoma nos deberemos poner gotas todos los días y hacer controles periódicos con el oculista. En el glaucoma, detectado a tiempo, estos son los únicos inconvenientes, de allí la importancia de la detección temprana de la enfermedad.

¿Cómo se detecta el glaucoma?

El examen de detección del glaucoma es rápido e indoloro; el especialista lo revisará con aparatos diferentes viendo el fondo del ojo y tomándole la presión intraocular. Para tomar la presión intraocular, se colocan unas gotas en ambos ojos y se toma la presión, no tarda más de un minuto.

Estos estudios forman parte de la consulta habitual. Si es mayor de 40 años, hágase examinar sus ojos periódicamente por su oftalmólogo, y si fuere necesario, por tener presión alta o por presentar algún daño en el fondo de ojo, su médico le realizará otros estudios para evaluar la necesidad de tratamiento.

Tratamiento

Al glaucoma se lo puede controlar, no se puede mejorar la lesión del nervio óptico, pero sí detener el daño que se produce al ojo.

Prevenimos que el ojo se dañe más, por esto es importante el diagnóstico precoz.

El tratamiento se realiza con gotas que se colocan una a dos veces al día y el tratamiento se hace durante toda la vida, ya que las gotas bajan la presión solamente. Si se suspende el tratamiento, la presión vuelve a subir y lesiona el ojo. En pacientes que no pueden realizar el tratamiento con gota o este no es suficiente, hay tratamientos quirúrgicos posibles.

Es muy importante ponerse siempre las gotas, hacer exámenes periódicos para saber si el tratamiento está funcionando y comentarle al médico los percances que pudieran ocurrir.

Al no saber que padece la enfermedad, el paciente va perdiendo gradualmente la visión de manera irrecuperable, por tal motivo el diagnóstico y tratamiento deben ser realizados tempranamente.

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