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EL LIBERAL . Santiago

Destacan el rol que cumple el fonoaudiólogo en el abordaje de la disfagia neonatal e infantil

Este tipo de afección puede tener la base en alteraciones neurológicas, alteraciones físicas, prematuridad, entre otros. El tratamiento fonoaudiológico está orientado a reconducir estas alteraciones.

10/03/2025 06:00 Santiago
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La disfagia es el término médico usado para representar las dificultades en la deglución, y cuando se hace referencia a la disfagia neonatal, es aquella que afecta a niños de entre 0 a 6 meses de edad, infantil, o pediátrica, la que comprende desde los 6 meses hasta los 24 meses, edad en la que se obtiene el patrón masticatorio completo.

Respecto de este trastorno en estas franjas etarias, la fonoaudióloga Lic. Andrea Soledad Gallardo (MP. N.º 38), explicó que las dificultades de unos y otros difieren en el momento evolutivo, "dado que de 0 a 6 meses afectará al patrón deglución-succión-respiración, y el infantil, alteraciones en el aprendizaje de la masticación, la creación del bolo alimentario, la propulsión lingual y la deglución de este, teniendo en cuenta los cambios de texturas y de volúmenes en cada etapa evolutiva".

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Sobre el origen de estas dificultades, puntualizó que "pueden tener la base en alteraciones neurológicas, alteraciones físicas, prematuridad, entre otros", y que "dependiendo de las causas y del momento de aparición, se observa unas u otras dificultades y las repercusiones en la salud de los pequeños serán de diferente magnitud".

"Los bebés nacen con habilidades oromotoras aprendidas en el útero (movimientos labiales, intraorales y linguales para realizar la succión y la deglución), así como los reflejos innatos de búsqueda y de apertura. Tienen control de su respiración nasal, así como de gestión del líquido dentro de la cavidad oral, y la capacidad de controlar los movimientos y la fuerza que debe ejercer en cada momento, tanto de los labios, como de las encías, las mejillas o la lengua. Si hay alguna alteración que ponga en riesgo alguna de estas habilidades oromotoras o de reflejos, conllevará una alteración en la deglución oral", amplió.

Explicó la licenciada Gallardo que "sea por falta de desarrollo de sistema nervioso central, por falta de desarrollo de los órganos implicados en la deglución, por alteraciones físicas o por varias a la vez, estos bebés tienen un desarrollo atípico de la deglución. Los casos más comunes son el bebé prematuro y gran prematuro, con alteraciones morfológicas orales (fisuras labiales o palatinas), con otras condiciones que cursen con malformaciones, o dificultades motrices".

"El tratamiento fonoaudiológico está orientado a reconducir estas alteraciones, comenzando en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) con un seguimiento familiar, enseñando a las familias a alimentar a sus pequeños, realizando los tratamientos y las adaptaciones necesarias para que la deglución sea eficaz, facilitando y asegurando la seguridad en cada ingesta. En algunos casos los bebés siguen presentando dificultades y las familias necesitan acompañamiento continuado para sentirse seguras en cada etapa de desarrollo", expresó.

Dijo que el tratamiento ambulatorio, "permite informar y acompañar a las familias durante todo el proceso de desarrollo de la deglución de sus pequeños y abordar los diferentes cambios".

Equipo de trabajo multidisciplinario

"Ante la presencia de los síntomas, es fundamental el desafío del equipo de trabajo desde el screening a la intervención de los pacientes, que a partir de la evidencia científica y competencias clínicas, cada uno cumple un rol definido en la disfagia.

Los profesionales que integran en la disfagia son médicos, enfermeros, nutricionista, terapistas, odontólogos, psicólogos, kinesiólogos y fonoaudiólogas, todos con formación en el área específica de la deglución.

Conocer el rol del fonoaudiólogo y de cada uno de los profesionales de la salud que integran el equipo de intervención es fundamental, ya que permitirá un adecuado y correcto establecimiento de roles en beneficio de la recuperación".

Equipo de trabajo multidisciplinario

"Ante la presencia de los síntomas, es fundamental el desafío del equipo de trabajo desde el screening a la intervención de los pacientes, que a partir de la evidencia científica y competencias clínicas, cada uno cumple un rol definido en la disfagia.

Los profesionales que integran en la disfagia son médicos, enfermeros, nutricionista, terapistas, odontólogos, psicólogos, kinesiólogos y fonoaudiólogas, todos con formación en el área específica de la deglución.

Conocer el rol del fonoaudiólogo y de cada uno de los profesionales de la salud que integran el equipo de intervención es fundamental, ya que permitirá un adecuado y correcto establecimiento de roles en beneficio de la recuperación".

Se pueden establecer diez señales que se evidencian claramente en los niños que presentan dificultad para tragar

El acto de tragar va desde que algo entra en la boca hasta que finalmente llega al estómago, en el que intervienen numerosas estructuras y musculaturas como la lengua, el paladar, los dientes, la faringe, el esófago, etc.

Existen diferentes tipos de disfagia. Según el volumen, puede ser la disfagia a líquidos, de los sólidos y de la mixta. Según la gravedad, se puede diferenciar entre la disfagia leve, la moderada y la severa. Por otro lado, la dificultad para tragar también se puede clasificar según dónde se localice el problema, dando lugar a la disfagia orofaringea y la esofágica.

Los 10 indicadores más importantes para identificar si un niño sufre disfagia infantil son:

1. Situaciones de atragantamiento.

2. Tos durante o después de la comida.

3. Infecciones respiratorias frecuentes (por ejemplo, neumonías).

4. Fatiga o cansancio notorio durante la comida.

5. Sensación de molestia, dolor o incomodidad.

6. Voz áspera o húmeda durante o después de la comida.

7. Pérdida de peso relevante.

8. Cambios de color en la piel durante o después de la comida.

9. Náuseas o vómitos frecuentes.

10. Salida de comida por la nariz.

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