"Hay políticas públicas que son muy valederas y plantean la idea de un Estado presente e inteligente en los barrios populares", afirmó el arzobispo de Buenos Aires.
La Iglesia reclamó a Milei que retome la obra pública y alertó el avance del narcotráfico La Iglesia reclamó a Milei que retome la obra pública y alertó el avance del narcotráfico
En lo que fue la última homilía antes del inicio de la Cuaresma, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, reclamó este martes al gobierno nacional que retome la obra pública y la presencia del Estado a través del desarrollo de políticas públicas, al tiempo que alertó sobre el avance del narcotráfico en los barrios populares.
"Hay políticas públicas que son muy valederas, positivas, que plantean la idea de un Estado presente e inteligente en los barrios populares", afirmó el prelado.
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"El retroceso del Estado genera que otros ocupen ese lugar, como el narcotráfico, por eso alertamos sobre la necesidad de una mejor calidad de vida en los sectores vulnerables".
En sintonía con el Papa Francisco, reclamó al gobierno nacional que retome la obra pública. "Si realmente se considera que hubo actos de corrupción en las medidas que se tomaron con esas políticas (como el Fondo de Integración Socio Urbana, Fisu), que se investigue, denuncie y condene. En sí mismo, son políticas positivas".
El Fisu es una herramienta fiduciaria destinada a la urbanización de barrios populares y fue desfinanciada por el gobierno de Javier Milei, que denunció que los recursos eran supuestamente administrados por dirigentes ligados a Juan Grabois.
"Por eso, insistimos en resaltar algunas políticas que plantean una presencia inteligente del Estado que garantiza que hay un articulador general que no permite el avance de otro Estado, que es el narcotráfico y que en muchos barrios está ocurriendo. También los ajustes de cuentas, que significan muerte de un lado o de otro", puntualizó.
Además, García Cuerva destacó la intervención del gobierno en cuestiones "ligadas a la vivienda, a las cloacas, a la educación y a los microemprendimientos", y argumentó que "no todo fue corrupción y un desastre".
Paralelamente, reveló que mantiene diálogo con varios funcionarios del Poder Ejecutivo, incluso con Milei, pese a las diferencias. Y admitió algunos focos de tensión con la administración porteña de Jorge Macri, quien ordenó el vallado de la catedral durante una marcha del colectivo LGBT.
"Cuando comencé el ministerio episcopal en Buenos Aires, la catedral estaba vallada de manera diaria como otros monumentos, y pedí por favor que saquen las vallas porque teníamos que generar apertura y diálogo con la sociedad, aun con la diversidad", narró el arzobispo.
Al respecto, agregó: "De hecho, se hizo la Marcha del Orgullo y no hubo ningún inconveniente. Al contrario, muchos de los que participaron ingresaron a la catedral de rezar y agradecieron el gesto".
Tras la decisión, resolvió la eliminación de las vallas alrededor del edificio ubicado a metros de la Casa Rosada y responsabilizó al gobierno porteño de su colocación durante la última protesta del sector, desoyendo la solicitud del Arzobispado y el acuerdo que mantuvo con la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich.
"En esa última ocasión no fue el gobierno nacional. Lo conversé con Bullrich y ella entendió que, con el diálogo que tenemos con el colectivo LGBT, no había necesidad. Fue el gobierno porteño, les pedí que las saquen y, a la mañana siguiente, nos encontramos con las vallas colocadas. Por eso difundimos ese comunicado, porque pedimos que las saquen y nos dijeron que no lo iban a hacer", expuso.