Uno de los hombres fue al baño. Después, se habría desviado hacia la habitación de una hija de la anfitriona. Gritos, ¿tocamientos y besos?
Fiesta con cinco gendarmes acaba en denuncia de abuso a hija, niña, de la anfitriona Fiesta con cinco gendarmes acaba en denuncia de abuso a hija, niña, de la anfitriona
Un gendarme fue denunciado por su compañera de trabajo, sindicado de abusar de su hija de siete años, mientras disfrutaban de una reunión nocturna conformada íntegramente por hombres y mujeres de la fuerza.
Pese al hermetismo impuesto al suceso, trascendió que el prólogo sobrevino hace tres semanas en una vivienda céntrica. El motivo fue una celebración. La anfitriona habría sido una gendarme, quien invitó a cuatro compañeros: tres hombres y una mujer también gendarme.
En la reunión, el quinteto bebió y cenó en abundancia. Ya de madrugada, uno de los gendarmes se habría retirado al baño.
De acuerdo con la presentación, al regresar habría ingresado a una habitación. En ella, dormía una nena de siete años, hija de la gendarme que congregó a la fiesta de camaradería.
En segundos, la pequeña habría gritado. Su madre fue a la pieza y la niña le confió que el "hombre" la había "tocado" y "besado", lo cual decantó en un escándalo y el fin del encuentro.
Afuera, el acusado habría intentado explicarle a la compañera de trabajo que se trató de un malentendido, pero ya era tarde. El gendarme vomitó en la calle, acentuándose la tensión en un giro de 180 grados, a la armonía original.
La investigación
Transcurrido un tiempo valioso, la gendarme habría formalizado la denuncia el viernes pasado. En horas, el acusado se habría interiorizado sobre el tenor de la presentación, ya que antes que la "bomba" estallara en la Justicia, el cimbronazo repercutió fuerte en el área interna de Gendarmería.
Esos dos frentes erosionaba la paz del gendarme. Por las dudas, un abogado analizaba anoche interponer un pedido de eximición de prisión, temeroso de que aún con el parate del "finde largo", sea ordenada su detención.