Acuerdo de "reciprocidad comercial" de Trump: qué es y por qué quiere sumarse Milei Acuerdo de "reciprocidad comercial" de Trump: qué es y por qué quiere sumarse Milei
El presidente Javier Milei habló este sábado en la CPAC y no solo mostró su apoyo a la gestión de Donald Trump, sino que también se arriesgó a afirmar que la Argentina "quiere sumarse al acuerdo de reciprocidad que pide la administración de Trump" en lo que se refiere a materia comercial.
Y agregó contundente que si no estuviéramos restringidos por la pertenencia al Mercosur, una Unión Aduanera, "ya estaría trabajando en un nuevo Acuerdo de Libre Comercio con EEUU, que sea mutuamente beneficioso y que no cargue sobre la espalda de los trabajadores argentinos pero también de los americanos".
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"Solo trabajando juntos aquellos que queremos un mundo libre podremos salir de la pesadilla del Estado omnipresente", dijo el presidente argentino, que durante varios pasajes fue vitoreado por los asistentes al evento de la agrupación conservadora.
De qué se trata el acuerdo de reciprocidad
De acuerdo con el sitio Infobae, consiste en que dos países que comercian entre sí deben aplicarse recíprocamente el mismo nivel de tarifas producto por producto. Por caso, si el arancel de importación de hierro en EEUU es del 3%, el arancel para el hierro que aplique un país que comercia con EEUU debe ser también del 3 por ciento. Y de no ser así, está expuesto a algún tipo de represalia comercial por parte de Washington.
Advertencia
Estados Unidos es uno de los países con más bajos aranceles del mundo, por lo que el principio significa que Trump está advirtiendo a casi todos los países del mundo que están a tiro de sus medidas de represalia comercial. En su campaña, Trump dijo una vez que la palabra "Tariffs" (tarifas, que es como en EEUU se refieren a los aranceles) es la palabra que más le gusta del diccionario.
Un problema es que, como han señalado publicaciones influyentes y prestigiosas en materia de economía y política internacional como The Economist y Financial Times, el principio trumpista rompería con los principios de la OMC y del sistema de comercio internacional, que pivotea sobre la llamada cláusula de "Nación Más Favorecida", que significa no que los países deban aplicarse aranceles recíprocamente iguales para los mismos productos, sino que un país no puede aplicar a otros países tarifas más altas de los que aplica al resto, salvo que se trate de asociaciones de tipo regional, como acuerdos de Libre Comercio o Uniones Aduaneras.
Debe tenerse en cuenta también que los obstáculos o barreras que más dificultan el acceso de bienes argentinos al mercado norteamericano no son los aranceles, sino una miríada de regulaciones (fitosanitarias, ambientales, etc), cuotas y aplicación de medidas "compensatorias" y "antidumping" que suelen dejar fuera de la cancha, o limitar su espacio en la misma, a productos argentinos como los biocombustibles, el aceite de soja, las carnes, los cítricos frescos o en jugo concentrado, la miel y el maní. Recientemente, además, Trump anunció aranceles extraordinarios del 25% al acero y al aluminio, sin excluir a la Argentina, a los cuales ya aplica un monitoreo y limitación a través de los sistemas SIMA (Steel Imports Manufacturing Analysis) y AIM (Aluminium Import Monitoring). Este sobre-arancel empezaría a regir el 12 de marzo y afectaría las colocaciones de Tenaris (empresa del grupo Techint) y de Aluar en EEUU. En el caso de esta última, se trata de casi USD 600 millones anuales, que explican el 55% de sus exportaciones totales.
Por otra parte, el principio de reciprocidad se vería adicionalmente complicado por el hecho de que EEUU consideraría al IVA (impuesto que no aplica internamente) en sus cálculos. Además, como el propio Milei reconoció, si la Argentina no puede, por su pertenencia al Mercosur, negociar un Acuerdo de Libre Comercio con EEUU, la pertenencia al bloque sudamericano también le complicará o impedirá su eventual adhesión al principio de "reciprocidad comercial", porque este también rompería el principio de arancel externo común que implica la pertenencia al Mercosur.
A continuación, una enumeración sobre los tipos de acuerdos de integración comercial o económica más comunes.
Acuerdo de Complementación Económica
Se realizan entre algunos países, pero limitados a ciertos productos.
Un acuerdo de ese tipo haría, por caso, que la Argentina rebaje aranceles a la importación de ciertos productos con EEUU a cambio de un mejor acceso al mercado norteamericano. Claro que para eso la Argentina debería previamente lograr algún tipo de dispensa o permiso de sus socios del Mercosur, una Unión Aduanera, que implica un arancel externo común respecto del resto del mundo. O salir del Mercosur.
En 2016 el entonces ministro de Producción, Francisco Cabrera, junto con una comitiva integrada por el entonces embajador en EEUU, Martin Lousteau, y representantes de 40 empresas radicadas en la Argentina que comercian activamente con los EEUU firmó con la secretaria de Comercio de los EEUU, Penny Pritzker un "Acuerdo de Flexibilizacion del Comercio", en el marco de las normas de la OMC, que formaban parte del Acuerdo de Diálogo Empresarial. Declaraciones previas de Cabrera habían generado la expectativa de un "Acuerdo de Libre Comercio", que el propio Cabrera debió desactivar. La "flexibilización comercial" tampoco fue muy lejos.
Acuerdo o Tratado de Libre Comercio
Es un paso mucho más avanzado pues implica llevar a cero los aranceles de importación en todas las posiciones arancelarias para el comercio entre los países firmantes.
A su vez, este tipo de acuerdos es más flexible que la Unión Aduanera pues permite que los socios del Acuerdo puedan, a su vez, firmar acuerdos de Libre Comercio con otros países, pero no extensibles a sus socios del acuerdo inicial.
Claro que este tipo de reglas está sujeto a las leyes del poder. El propio Trump fue quien redefinió, en su primer gobierno, los términos del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (más conocido aquí como "Nafta") en un nuevo acuerdo, conocido como USMCA, en referencia a sus tres firmantes, EEUU, México y Canadá. Sin embargo, apenas asumió su segundo mandato, los primeros países a los que impuso aranceles (aunque luego los "pausó" por 30 días) fueron a México y Canadá.
Unión Aduanera
Es un paso adicional en el grado de integración pero limita los grados de libertad sus socios para negociar con terceros países. El caso más a mano es el Mercosur que conforman la Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay: implica en principio la rebaja o eliminación de aranceles al comercio entre los miembros del bloque (aunque el Mercosur está plagado de excepciones sectoriales, como el acuerdo automotor) y la imposición de aranceles externos comunes respecto del resto del mundo.
Es esta última condición la que en principio impediría a la Argentina firmar un Acuerdo de Libre Comercio con EEUU y a la vez seguir siendo miembro del Mercosur. Y es la crítica principal que Milei le hace al Mercosur, del que piensa que se convirtió en una suerte de "fortaleza" proteccionista.
Unión Monetaria y Política
Es el nivel más avanzado de integración. El ejemplo más claro al respecto es la Unión Europea tras un recorrido de varias décadas que se inició precisamente con un acuerdo de complementación, la "Comunidad Europea del Carbón y del Acero", un tratado firmado en 1951 entre solo seis países (Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, Países Bajos) pero que con el tiempo dio lugar, vía sucesivas extensiones y redefiniciones, a la Unión Monetaria y Política.
Esta implica no solo libertad de comercio (arancel cero) entre los miembros, sino también una moneda, una política monetaria común (e incluso pautas fiscales) comunes, algo que en el caso europeo se dio a través la creación del euro y el Banco Central Europeo (BCE) y de una serie de acuerdos y reglas, desde movimiento de personas y acuerdos fronterizos, de transporte, sanitarios, etc, a partir de negociaciones a nivel del bloque y de la constitución de cuerpos de tipo legislativo y ejecutivo como lo son el Parlamento y la Comisión Europea.
Lo que más hay
El experto Marcelo Elizondo recordó a Infobae que los Acuerdos o Tratados de Libre Comercio, cuya proliferación se aceleró a principios de los 90s, tras la caída del Muro de Berlín, son el tipo de acuerdo comercial más frecuente, al punto que la Organización Mundial de Comercio lista actualmente 372 en vigencia, desde los menos de 90 que había a principios de aquella década.
Elizondo también recordó que, según datos del Banco Mundial, el 70% del comercio mundial de bienes y servicios se realiza con arancel cero o aranceles reducidos por algún tipo de acuerdo entre las partes, algo que se explica por la tendencia a la globalización que en el siglo XXI agregó además la estandarización de cuestiones regulatorias, ambientales, fitosanitarias y hasta de género, algo que genera el fuerte rechazo de jefes de Estado como Donald Trump y Javier Milei.