Santiagueños denuncian que fueron "deportados" por México

Carlos Federico García y Ema Lidia Griggio, matrimonio santiagueño oriundo de Fernández, vivieron una odisea en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México cuando intentaron ingresar a ese país para luego dirigirse a Cancún, destino turístico en el que tenían pensado pasar su luna de miel y para lo que ya tenían todo pagado.

Se casaron el 31 de diciembre del 2024. Con todo pago y dispuestos a disfrutar de las playas de la ciudad mexicana ubicada en la Península de Yucatán, no imaginaron que iban a encontrarse con un obstáculo insalvable en la aeroestación de México.

Pese a tener toda la documentación en orden, no pudieron ingresar y fueron, tal como lo expresara Carlos a EL LIBERAL, "deportados". Ellos viajaron junto con otro matrimonio santiagueño, José Vicente López y Marisol Narváez, que si pudieron pasar sin problemas.

García aseguró que, en México, al igual que en Estados Unidos, "están aplicando deportaciones. Más o menos está habiendo entre 60 y 70 deportaciones por día", resaltó ayer desde el aeropuerto de Perú en donde aguardaba un vuelo que lo llevaría a Paraguay, y de allí a Santiago (arribarán hoy).

Enfatizó: "Nos han inventado una causa diciéndonos que no teníamos una reserva en un hotel cuando teníamos todo. Íbamos con una pareja amiga y ellos han entrado al país y nosotros, con la misma reserva, no hemos podido hacerlo".

En relación a lo que consideró "una a causa inventada", García reveló: "A nosotros nos deportan supuestamente porque no tenemos reserva en un hotel. Teníamos nuestra reserva, inclusive la teníamos impresa. Supuestamente, ellos han llamado al hotel, pero nunca han hablado porque después el que me vendió el paquete turístico a mí ha hablado y lo nuestro estaba todo en orden".

Y abundó en detalles sobre el destrato que sufrió con su esposa: "Nos meten presos. Estábamos en una habitación con 50 personas más, sin agua, baños sucios, encerrados con llaves, nadie te daba una respuesta, incomunicados. La hemos pasado mal".

Tras enumerar que en esa habitación había gente de "España, de República Dominicana, Cuba y Colombia deportada por distintas cosas", García destacó que ellos tenían todo en regla y que bajo ningún concepto debieron ser "deportados".

"Nosotros mostramos toda la documentación. Nos hacen cuatro preguntas rutinarias: en qué trabajábamos, qué dinero llevábamos, cómo pagamos los boletos, a que veníamos y si teníamos parientes en México o en EE.UU.", indicó García.

Y añadió: "Automáticamente nos agarran porque yo llevaba una carpeta con todos los papeles de mis reservas. Nos agarran los pasaportes y esa carpeta y se van. Después vienen una causa inventada y uno se podía defender".

Recalcó: "Nos retienen los teléfonos, no nos dejaban hablar con nadie, no podíamos solucionar ese problema que había. En realidad, no era un problema porque nosotros sabíamos que íbamos con reservas. Era la palabra de ellos contra la mía".

Fuertemente custodiado García puntualizó: "Nunca nos dieron ninguna explicación razonable de porque nos sacaron del país. "Aquí no se hace lo que ustedes quieren, aquí se hace lo que yo quiero", nos repetían reiteradamente".

Federico contó que recién le devolvieron toda la documentación y elementos personales cuando subieron al avión que los llevaría a Perú. "Al subir al avión nos devuelven las cosas. Te suben como si fueses un traficante. Te llevan escoltado por todo el aeropuerto con policías al lado", destacó García.

Con otra pareja santiagueña

García contó: "No estábamos solos. Estábamos con otra pareja amiga de Santiago (José Vicente López y Marisol Narváez) y nuestros amigos entraron con los mismos papeles que teníamos nosotros. Es un atropello lo que nos han hecho".

"Íbamos de luna de miel a Cancún y nos hemos encontrado con esto que nos ha amargado. Prácticamente, los sueños de un año nos han amargado en un día. En ningún momento tuvieron la intención de dejarte entrar al país. Nos bloquearon el ingreso. Las palabras justas de todo lo que vivimos es una tremenda impotencia y frustración", precisó.