Un hombre de 41 años, del Bº Siglo XX, amenazó con arrojarse al vacío. Trabajaron médicos y paramédicos. Psicólogos se hicieron cargo y se viene respaldo general, inclusive de sus familiares.
Tensión, gritos y temor de un triste final en el puente peatonal de la Circunvalación Tensión, gritos y temor de un triste final en el puente peatonal de la Circunvalación
Trepado desde una altura cercana a los 20 metros, un vecino del Bº Siglo XX se colocó ayer un cable al cuello y el extremo opuesto lo sujetó a una reja del puente frente al Bº 750 Viviendas, dispuesto a tomar una drástica determinación.
El incidente sobrevino después de las 12, mientras un sol abrasador duplicaba todo esfuerzo y tornaba asfixiante la jornada, en la zona sur de la ciudad.
El escenario fue el puente peatonal de la avenida Circunvalación del Bº 750 Viviendas. Allí, el hombre fue divisado por un automovilista. Y en menos de diez minutos, efectivos de la Seccional 51 lo rodearon, resueltos en imaginar y prevenir el peor escenario.
Enrejado
Vestía una chomba roja y pantalón largo azul. Al arribar los policías, el protagonista se encontraba fuera del enrejado de seguridad del puente peatonal.
Urgente, los funcionarios delimitaron un perímetro de seguridad; momentáneamente, interrumpieron el tránsito de circunvalación y tomaron todos los recaudos.
Desde una distancia de casi 10 metros, un policía dialogó con el hombre. Lo charlado quedó entre ambos y todo dejó entrever que subió al puente un tanto doblegado por la adversidad, sumado a una inocultable depresión.
Tras insistir una y otra vez, el funcionario persuadió para que el individuo cediera. Así, luego accedió a retirarse el cable que sujetaba alrededor del cuello.
Posteriormente, personal del Sease se presentaron y subieron al puente. Verificaron el estado de salud del sujeto, de quien se deslizó que tiene 41 años y reside en el Bº Siglo XX.
Paramédicos
Ya con paramédicos a cargo del paciente, respaldados por policías de la jurisdicción, el hombre fue bajado, ascendido a una ambulancia y trasladado al hospital Independencia, donde lo esperaba un psiquiatra.
Todo fue monitoreado por el fiscal de turno, Martín Silva, quien habría dispuesto también un informe. Después, los profesionales del nosocomio aconsejaron a los familiares no dejarlo solo y al cierre evaluaban internarlo, o iniciar un tratamiento ambulatorio ante su endeblez emocional.