Por María Mercedes Tenti. De la Academia Nacional de la Historia.
El mito del Trapiche: historia nuevas evidencias cambian la historia de una muerte trágica El mito del Trapiche: historia nuevas evidencias cambian la historia de una muerte trágica
Hasta ahora, historiado ras e historiadores hemos sostenido lo que afirma la tradición oral sobre la muerte del francés Pedro San Germes. Esta tradición afirma que el industrial se suicidó arrojándose de la parte superior del trapiche de su ingenio azucarero, abrumado por las deudas contraídas por un préstamo impagable del Banco Hipotecario, ante el fracaso del modelo industrialista en Santiago del Estero. Incluso hay quienes sostienen que su tumba estaba en un cementerio cercano, enterrado según el ritual romano de Pablo V en un denominado 'corralito', corral de los ahorcados o suicidas, ya que por decisión religiosa había que enterrarlos separados de los demás, porque la Iglesia católica consideraba un pecado mortal que podía destruir la relación eterna de uno con Dios.
Sin embargo, un nuevo documento encontrado en el archivo del Arzobispado santiagueño cambia la historia de esta muerte trágica. Pero comencemos por el principio, ¿quién fue Pedro San Gérmes? Había nacido en Francia en 1841 -según el libro de entierros-, aunque según el primer censo de población mandado a realizar por el presidente Sarmiento en 1869 ese año contaba con 32 años, es decir habría nacido en 1837. No se sabe con certeza cuándo llegó a Santiago del Estero junto con sus hermanos José y Juan, aunque todos, en el mencionado censo ya figuraban en la provincia como industriales. Según Gancedo arribó a la provincia entre 1864 y 1865, integrante de una familia pobre francesa. Primero se estableció en Rosario de Santa Fe, en donde trabajaba tan sólo por $25 mensuales. Con sus magros ahorros comenzó a hacer negocios entre Santiago, Córdoba y Tucumán y luego se estableció en Santiago del Estero en donde instaló el primer molino a vapor, que luego lo vendió.
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La Memoria Descriptiva editada en 1885, redactada por el agrimensor Alejandro Gancedo, da cuenta de la evolución de las actividades económica de San Gérmes. Con el dinero de la venta del molino compró un amplio terreno en Contreras, en donde se dedicó primero a la invernada de ganado, aunque pronto se ocupó del cultivo de la caña de azúcar, incentivado por una ley que exoneraba de impuestos por quince años al establecimiento que produjera azúcar. En 1879 ya funcionaba el ingenio con maquinaria de última generación. Para el regadío de las plantaciones había alentado la construcción de un canal derivador, ya que la zona no contaba con el agua necesaria.
Gancedo afirma que vendió el ingenio en Londres, por 1.200.000 fuertes oro, cuando publicó su Memoria descriptiva en 1885, quedándose con su casa en el centro de la ciudad, seis leguas de campos a 20 cuadras al sudoeste de la capital, con un bosque importante por la leña y madera de construcción, 3.000 cabezas de ganado y doce leguas más de campo a la margen derecha del río Salado, en excelentes condiciones para la ganadería.
Sin embargo, el mismo Gancedo señala que en 1885el ingenio se encontraba mucho más equipado ya que a la primera maquinaria se colocó otra de mayores dimensiones, ocupando todo el edificio de las máquinas una superficie de 3.737 metros cuadrados y dos trapiches. Tenía también 18 centrifugas, las que podían dar diariamente, más de dos mil arrobas de azúcar de primera. En el Establecimiento se carneaban cinco y seis animales al día, en épocas de cosecha, para más de 1.000 peones, lo que nos da una idea de la magnitud de la empresa. El ingenio poseía maquinarias no sólo para la fabricación del azúcar sino también de aguardiente, por lo que contaba con dos trapiches de hierro que funcionaban a vapor, bateas del mismo metal para cristalización del azúcar, calicantos subterráneos para la fabricación de aguardiente, alambiques y rectificadores para la destilación (Tenti, 1993, La industria en Santiago del Estero, p. 61).
Según la Memoria Descriptiva de Fazio (1889) la fábrica tenía luz eléctrica y teléfono, depósitos y casas para empleados. En 1887 había propuesto al Poder Ejecutivo, junto con el Dr. Raimundo Linaro y Emilio Largeau, fundar, con el concurso de la Provincia, un establecimiento balneario en el Departamento de Rio Hondo, proyecto que fue presentado a la legislatura y que culminó con la firma de un contrato con el gobernador para la creación de un estable cimiento balneario de aguas medicinales, calientes y frías, en el paraje denominado Ojo de Agua (actual Termas de Río Hondo), por lo que se les eximía de impuestos por 15 años. Como se ve el emprendedurismo de San Gérmes era imparable.
Sin embargo, la ansiada llegada del ferrocarril de la línea proveniente de Frías, impulsada por el senador y luego gobernador Absalón Rojas, modificó el destino industrial de la provincia. La élite tucumana consiguió trenes de mayor capacidad de carga -de trocha ancha-, contra los que llegaban a Santiago, de trocha angosta, además de fletes diferenciados que beneficiaban a la provincia vecina. La industria azucarera decayó por exceso de producción, ya que no podían colocarla en los mercados de consumo.
El enigma del trapiche
Volviendo al planteo inicial y ya clarificado quién fue Pedro Sant Gérmes pasamos a analizar la documentación que devela el misterio de su muerte. Se trata de del Acta Nº 1 del Libro de Entierros de la Parroquia de Santiago del Estero de 1893, obrante en el archivo del Arzobispado que expresa lo siguiente:
Pedro Saint Germes, de nacionalidad francesa de profesión industrial: En Santiago del Estero, a días trece del mes de mayo del año del Señor de 1893, en su ingenio azucarero de Contreras, no habiendo recibido los Sacramentos de la Penitencia, Eucaristía ni Santa Extremaunción, porque el accidente fue improviso, que el día administré yo el cura interino, murió en la comunión de la Santa Madre Iglesia, asfixiado, según el testimonio de personas (que) verifican y formales, Pedro Saint Germes -de edad cincuenta y dos años- de estado soltero, natural de Francia y avecindado en esta ciudad. Su cadáver fue sepultado en el cementerio municipal el día catorce y se le hizo oficio cantado y misa cantada (el resaltado es nuestro).
Para lo que conste lo firmo Gregorio Cornet
Delegado A qué conclusiones arribamos con la lectura de esta acta.
1- Que murió en forma accidental, asfixiado, según el testimonio tomado por el delegado parroquial.
2- Que al afirmar que murió en la Comunión de la Santa Madre Iglesia, descarta el suicidio que era considerado un pecado mortal.
3- Que fue enterrado en el cementerio municipal de Santiago del Estero (el libro de entierros es de esta parroquia), en consecuencia, no fue excluido como los otros suicidas.
4- Que, si se le hizo oficio cantado y misa cantada, se ratifica que murió en forma accidental ya que las misas fúnebres, en las ceremonias cristianas, se llevan a cabo en el interior de capillas o iglesias -imposible en la época de hacerle a un suicida- a diferencia de los funerales que pueden o no ser religiosos y generalmente se celebra al pie de la tumba.
Este documento cambia totalmente la idea repetida de la muerte de San Germes suicidándose al arrojarse al trapiche. Sus restos junto a los de su hermano José fueron depositados posteriormente, por el ex gobernador Antenor Álvarez, en el monumento de la familia en una urna en donde se encuentran actualmente.