"Pornografía infantil": listo, un informe con pericias a celulares y computadoras

El primer informe del Gabinete Científico de la Fiscalía está listo, pero su contenido sería develado el jueves o viernes en audiencia de prisión preventiva a los tres detenidos por presunta "pornografía infantil".

Ayer no trascendieron detalles sobre las conductas hoy en pugna por parte de los tres sospechosos: Eduardo González Navarro; su hermana, Olga González y Luis Acuña, detenidos el 28 de agosto a las 6 de la mañana en un megaoperativo que incluyeron 61 allanamientos en todo el país, para desarticular una red de distribución y producción de pornografía infantil internacional detectada por un organismo de los EE.UU.

Un mes después de las redadas, los expertos habrían extraído el contenido de celulares y computadoras de los dos González Navarro y Acuña, de cuyos movimientos hasta el 28 daría testimonio al menos una persona vinculada a la casa de calle Mitre.

Prima facie, habría voces a favor y otras en contra del testimonio de esa persona. Ello, porque el testigo habría declarado que observó visitas nocturnas, en alusión a Acuña casi siempre acompañados por un menor. Pero loa abogados de los imputados dicen que el testigo es un inquilino de los González y que, según ellos, también tenía acceso a la computadora de Olga. Por ello alzaron voces de protesta, casi resueltos en impugnar su testimonio adverso a los tres presos.

Desde esa tesitura, cuando los abogados enfrenten a fiscales y un juez en la futura audiencia, quizá sea implementada una estrategia de negación. Si al revisar la computadora se encontrara material que incriminara a sus defendidos, casi seguro intentarán que esa prueba sea impugnada por ignorarse su real propiedad. Se preguntarán quién introducía el material porno si había más de uno que usaba la computadora.

Allí radicaría el fuerte de las defensas. Si existiere delitos, será la Fiscalía la que deberá determinar a su responsable. Como sea, si la "pornografía infantil" fuese acreditada por la pericia tecnológica, el contragolpe defensivo exigiría certezas, es decir nombres de todos los que usaban la computadora, con sus tres "pupilos" aferrados a un silencio sepulcral.