Síndrome Visual Gamer: causas, síntomas y prevención

El Síndrome Visual del Gamer es un conjunto de síntomas relacionados con alteraciones oculares y visuales, asociado al uso intensivo de videojuegos.

El Síndrome Visual Gamer (SVG) es una patología que puede provocar, entre otros, cambios visuales y oculares a causa del abuso de los videojuegos. Este síndrome no solo afecta a jugadores profesionales, sino también a los jugadores amateurs, especialmente niños y jóvenes que pasan mucho tiempo frente a las pantallas participando de juegos interactivos.

En el presente artículo les explicamos cuáles son sus causas, síntomas y les dejamos algunos consejos para poder prevenirlo.

Causas

La principal causa del SVG está vinculada al tiempo que los gamers emplean para entrenar o jugar a videojuegos. Pero, además, existen una serie de factores que pueden hacer que los síntomas del Síndrome Visual Gamer se agraven. Estos son algunos de ellos:

Problemas refractivos. Tener miopía, hipermetropía o astigmatismo es un factor que puede hacer que se acelere el SVG.

Iluminación inadecuada. La mayoría de gamers suelen jugar a los videojuegos a oscuras, un error que no se debe cometer. Además, hay que tener en cuenta que la iluminación que utilicemos siempre debe de ser indirecta, ya que los deslumbramientos pueden aumentar la tensión ocular.

Fijar la vista en pantallas por largos periodos. Los jugadores tienden a concentrarse intensamente en la pantalla durante mucho tiempo, lo que reduce la frecuencia del parpadeo hasta en 5 veces, causando sequedad ocular.

Posturas incorrectas. Las posiciones inadecuadas al jugar, como mantener la cabeza inclinada hacia adelante o no apoyar la espalda en el asiento, pueden empeorar los síntomas. La persona debe sentarse recta, lo más atrás posible del asiento y tener los pies apoyados en el suelo mientras descansa los brazos en la mesa o en los apoyabrazos.

Pantalla. La distancia con las pantallas debe estar entre 60 y 96 cm dependiendo de la resolución de la pantalla.

Hay que tener en cuenta que, si te sientas demasiado cerca, además de que tu campo de visión no cubrirá toda la pantalla, tendrás que mover la cabeza constantemente para seguir los detalles, lo que puede provocar fatiga.

Falta de pausas. El uso continuo sin descansos para relajar los ojos contribuye al desarrollo de este síndrome. Lo ideal es hacer descansos cada 20 minutos o media hora.

Síntomas visuales y oculares

Además de los dolores de cabeza, cuello, hombros, codos o muñecas y manos, existe una gran cantidad de síntomas visuales y oculares que nos pueden indicar que sufrimos del Síndrome Visual Gamer.

Son los siguientes:

* Fatiga ocular tras largos periodos de juego.

* Dolor ocular y enrojecimiento.

* Ardor, escozor o picor de ojos.

* Visión borrosa, visión doble o diplopía.

* Ojos secos o irritados, lo que puede provocar blefaritis o inflamación de los párpados

* Epífora ocular o lagrimeo excesivo.

* Sensibilidad a la luz y molestias después de jugar por estar expuesto a luces brillantes.

* Disminución de la agudeza visual o problemas para enfocar.

* Sensación de arenilla en el ojo.

* Mioquimias o tics provocados por la contracción involuntaria de los músculos de los párpados.

* Sensación de pesadez tanto en los ojos como en los párpados.

Tratamientos y Prevención

El tratamiento del Síndrome Visual Gamer se basa en modificar hábitos y adoptar medidas preventivas para minimizar el impacto del uso prolongado de los videojuegos.

Regla 20-20-20: Una de las recomendaciones más comunes es seguir la regla de 20-20-20: cada 20 minutos, mirar un objeto que esté a 20 pies (6 metros) durante 20 segundos. Esto ayuda a relajar los ojos y prevenir la fatiga visual.

Pausas frecuentes: Hacer descansos regulares mientras se juega, idealmente cada 30-60 minutos.

Parpadear conscientemente: Ser consciente de la frecuencia de parpadeo para mantener los ojos hidratados.

Configuración adecuada de la pantalla: Ajustar el brillo y el contraste de la pantalla a niveles cómodos.

Iluminación adecuada: Asegurarse de que el ambiente esté bien iluminado sin reflejos directos en la pantalla.

Postura correcta: Mantener una postura ergonómica mientras se juega, con la pantalla a una distancia adecuada (aproximadamente 60-95 cm de los ojos dependiendo del tipo de televisor y de las pulgadas de éste).

Lágrimas artificiales: Pueden ser útiles para combatir la sequedad ocular.

Visitas al oftalmólogo: Es importante realizar revisiones periódicas para evaluar la salud ocular, sobre todo si los síntomas persisten.

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