Amanda Tévez y el dolor por la muerte de su hermano: "Leo querido, pasaste a ser mi ángel"

Amanda Tévez, hermana de Leo Dan, llora sin consuelo su muerte. "Mi querido hermano estoy triste, muy triste, pero siempre recuerdo tus palabras, que me decías que los que tenemos la fe en Dios todo dolor se suaviza", destacó Amandita, como todos la llaman, desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en donde vive con su familia. 

"Quiero decirte gracias. Cuando triunfaste trajiste a Buenos Aires a nuestros padres, a Carlitos y Pedrito (nuestros hermanos) y a mí… y compraste una casa a estrenar en Capital Federal, bellísima, de dos pisos y teníamos cuatro mucamas, un chofer y un fotógrafo que nos sacaba fotos casi todos los días y mandaba a las revistas", evocó Amanda, al borde de las lágrimas. 

"Cuánto nos hiciste disfrutar... siempre te diré gracias Leo... por todo lo que hiciste por nuestros padres... gracias por tu amor y generosidad... nunca se te subieron los humos, siempre tu humildad. Estabas atento si alguien en la familia precisaba algo", destacó. 

Amanda rememoró que cuando nació su hija Anabella, Leo fue al sanatorio y "me llevaste un moisés con ropita y una caja de bombones y yo los comí como desesperada... ah y una muñequita…  y después la enfermera me dijo ¿usted es amiga de Leo Dan? Y le dije, soy la hermana". 

Siempre agradecida con su hermano, Amandita resaltó también: "Gracias Leo, porque siempre me ayudaste para pagar la Universidad de Morón, donde mi hija estudió Psicología y se recibió a los 23 años. Recuerdo cuando fui con ella al Banco Provincia a pagar la última cuota y era muy caro estudiar en esa Universidad y le dije a Anabella: Any demos gracias a Dios y a tu tío Leo porque él nos ayudó muchísimo". 

Y contó una anécdota cuando, en una oportunidad, fue a despedir a su hermano Leo en el aeropuerto internacional de Ezeiza. "Recuerdo cuando le regalaste tu reloj a mi hijo Nachito. Te fuimos a despedir al aeropuerto de Ezeiza. Estabas con Mary y Nico... y le dijiste ¿"Nacho no tenés reloj?, y te sacaste y se lo diste... y sabes Leo... yo lo uso". 

Y remarcó: "Leo querido, pasaste a ser mi ángel. Estás en mi corazón eternamente... si supieras toda la cantidad de gente que me mandó mensajes, llamados... hasta del exterior... gente que nunca más volví a hablar y hoy me dicen el dolor inmenso que tienen por tu partida". 

Concluyó: "Quiero agradecer a la hermosa familia que formaste, tu esposa Mary, a tus hijos Paulita, Marianita, Vanesita y Nicolás y a tus nietas y nietos. Dios te bendijo con esta hermosa familia... te cuidaron, siempre te dieron todo su amor. Gracias, gracias, los quiero. Te quiero hermano, eternamente... hoy estás con Dios... pasaste a ser mi ángel".