Solicitan triple prisión preventiva por el "homicidio" del guardiacárcel

La Fiscalía y la querella instarán hoy al dictado de sendas prisiones preventivas para tres individuos, sindicados de derribar de su motocicleta, rapiñarle todos sus bienes y darle muerte al guardiacárcel, David Gabriel Frontera Guerra, la madrugada del 18 de noviembre.

"Homicidio en ocasión de robo", con una pena máxima de 25 años, es la imputación enrostrada a Juan Gabriel Rodríguez, apodado "Juancito", de 27 años y José Luis "Chavo" Orieta (41), ambos del Bº El Vinalar y Sebastián Alberto "Porteño" Gómez (38), del Bº 8 de Abril.

Desde las 9 de la mañana, la fiscal, Jaqueline Macció y los querellantes, Marcelo Castillo Gioya y Walter Santillán, motorizarán una audiencia, resueltos en desandar la historia y logística de muerte, con tres sujetos proclives al consumo de marihuana y prácticas propias del bajomundo.

Negro amanecer

La crónica policial recuerda que el 18 de noviembre, el guardia fue hallado muerto en el canal San Martín y Colectora. Originalmente, la Justicia mal pensó que tenía frente suyo un accidente de tránsito. Sin embargo, la autopsia modificó esa perspectiva.

La tarea de los policías expuso incongruencias y en menos de una semana el propio entorno redireccionó las sospechas hacia "Juancito", "Chavo" y el "Porteño". Concretamente, la investigación sostendría que el trío conformaría un grupo de sujetos habituado a tomar plata fácil, rapiñar y vivir del delito.

En esa bocanada delictiva habría caído el guardiacárcel, aquel amanecer. Hay dos corrientes enfrentadas: una indica que al precipitarse al canal, los imputados le dieron muerte, despojaron hasta de su moto y huyeron. Otra teoría es que ellos lo derribaron, en complicidad con una mujer, y luego lo mataron y escaparon.

Fuga, dinero y cero pudor

Verdades a medias o mentira, las actuaciones sí amplían que los tres "socios" al día siguiente del horror de Frontera Guerra habrían negociado su motocicleta en el Bº 8 de Abril por $ 150.000. Satisfechos con la operación, celebraron la ganancia en el Bº Bosco.

Ya acorralados por los rumores y las sirenas de los patrulleros, alguien arrojó la motocicleta en el monte del Bº Ejército Argentino. Para entonces, todos los "rateritos" transaban con los investigadores y con tal de zafar, entregaron atados al "Chavo", a "Juancito" y al "Porteño".

Hoy, los tres serían conducidos al recinto. Los unos y los otros nutrirán de piezas al rompecabezas y el juez de Control y Garantías con Competencia Juvenil, Gastón Merino, tendrá potestad sobre la suerte de los detenidos.

Mataban el ocio fumando marihuana en la casa de un adolescente

Los eslabones sobresalientes serán explotados hoy por la querella. A criterio de Castillo Goya y Santillán, fueron cinco preciadas horas desde la "caída", 5.35, hasta el hallazgo del cuerpo, cerca de las 10 de la mañana.

Los abogados reconstruirán hoy detalles clave emanados de la autopsia; pasando por la ruta del robo, venta y desguace de la motocicleta de la víctima; hasta llegar a la danza de nombres en derredor del "Chavo", "Juancito" y el "Porteño".

Miedo y silencio

Aterrados por el fantasma de una condena alta, los tres sujetos prefirieron guardar silencio en sus días de encierro: nadie puede perfilarlos si lo hacen por estrategia de la defensa, o bien mero instinto de supervivencia.

Casualidad o causalidad, los tres habrían sido retratados (por sus propios ahora ex amigos) como tres "marihuaneros" que en la noche del 17 de noviembre recalaron en el domicilio de un amigo adolescente, en el Bº El Vinalar.

Mientras mataban el ocio fumando marihuana, es que se cruzaron en la vida de Frontera Guerra, para su tragedia y horror.