Refrescarse con precaución: advierten sobre riesgos en las piletas y (sobre todo) en el río

El intenso calor que se registra en la provincia obliga a los santiagueños a buscar alivio en el agua. Las piletas públicas o familiares se han convertido en el boom de los últimos años. Pero además está quienes eligen refrescarse en los ríos y canales que atraviesan a Santiago. Todo es válido si lo que se pretende es hacerle frente a las altas temperaturas. Sin embargo, la falta de control podría desembocar en una tragedia, por lo que piden a los adultos vigilar de cerca a los niños y jóvenes.

EL Dr. Ángel Muratore, médico pediatra, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, advierte sobre los riesgos de ahogamiento, pero además de otras enfermedades que se pueden contraer en el marco de esta diversión

"Un aspecto importante a tener en cuenta para que un momento de recreación no se trasforme en una desgracia, es evitar los accidentes en los natatorios o piscinas. La medida más importante para evitar estas desgracias es no dejar solos a los niños, quienes no suelen medir el peligro y el riesgo. La mirada atenta de un adulto responsable es imprescindible para anticiparse a los accidentes, aunque se suele decir que "Si se podía evitar, no es un accidente", advirtió el especialista.

En ese sentido, ahondó: "Piletas cercadas, correctamente delimitadas, con zonas especiales para la permanencia de niños, son fundamentales para disfrutar un natatorio. Otra premisa es la que reza "primera vez, primero los pies", cómo una forma de evitar los traumatismos de cráneo en los niños que se lanzan de "cabeza" en piletas de poca profundidad".

Sin embargo, especial énfasis hay que ponerle en el cuidado de quienes optan por el río.

"Los ríos son un tema particular, ya que la naturaleza juega un papel fundamental. Las irregularidades del piso, las ramas u otros elementos que se puedan encontrar en la profundidad y la corriente de agua se pueden transformar en una trampa mortal. En este caso es imprescindible no ingresar en ríos en los que se desconocen sus características y que no cuenten con salvavidas", recomendó Muratore.

¿Niños a la pileta?

Una de las dudas más recurrentes de los padres es a qué edad pueden meter a los niños a la piscina con los adultos. Si bien no hay un estudio que determine un dato exacto, los especialistas recomiendan no hacerlo antes de los seis meses, detalla el Dr. Muratore.

Además, indican que los niños de entre seis meses y un año deberían permanecer dentro del natatorio durante periodos cortos y enjuagarlos luego. En cualquiera de los dos casos, lo ideal es que tengan su propia pileta infantil.

También hay que tener en cuenta algunas recomendaciones en relación al cloro que se colocan en las piletas: verificar que sea apto para pileta, usarlo en las concentraciones que dice el envase y corroborar que no tenga la leyenda "no apto para contacto con menores de 2 años.

La importancia del uso responsable de la pileta

El Dr. Ángel Muratore brindó una serie de recomendaciones al aclarar cuáles podrían ser las consecuencias del uso irresponsable de los natatorios.

"Los pequeños, sobre todo los menores de 2 años, y en especial los que transitan los primeros 6 meses de vida, al igual que lo que ocurre con nuestros adultos mayores, son particularmente propensos a sufrir con mayor intensidad los efectos del calor, con consecuencias mucho más severas", advirtió.

Y agregó: "La piel del bebé presenta una particular hipersensibilidad a los efectos del sol y el calor. Por ello, de ser posible, hay que evitar la exposición directa en horarios de calor extremo, que van desde las 10 a las 18, respetando incluso la peligrosa resolana".