La investigación desnudó a individuos proclives al dinero fácil y cero respeto por la vida. Más "candidatos" a las celdas y allanamientos en puerta. La querella hará planteos en la semana que comienza.
Tres "marihuaneros" presos por "homicidio" del guardia: remataron la motocicleta a $ 150.000 Tres "marihuaneros" presos por "homicidio" del guardia: remataron la motocicleta a $ 150.000
Tres individuos ligados al submundo "marihuanero" han sido apresados, acusados del "homicidio en ocasión de robo" del guardiacárcel, David Gabriel Frontera Guerra, a cuya motocicleta habrían arrojado un palo, provocado la brutal caída y muerte, antesala a una "rapiñada" de todos sus bienes personales.
Allí se sostendría la hipótesis fiscal, tras indagar a tres sospechosos, pero con firmes posibilidades que el listado de imputados crezca en los próximos días.
La víctima fue hallada muerta dentro del canal San Martín y Colectora a las 9 de la mañana del 18 de noviembre. Originalmente, la Justicia investigó un supuesto accidente de tránsito. Sin embargo, la autopsia hizo añicos la teoría de una muerte accidental.
Urgente, el personal de la Seccional 45 salió a las calles y sacudió el bajomundo. Y los resultados emergieron en la superficie: el primer testigo, un adolescente apodado "Dylan", señaló que aquella madrugada estuvo "fumando" con sus amigos, todos "marihuaneros".
Verdades a medias
La no tan sutil presencia policial inquietó al grupo y las verdades a medias aparecieron, como por arte de magia. Entonces, la policía sacó del anonimato a tres personajes, quienes han sido detenidos, por orden del juez de Control y Garantías con competencia juvenil, Gastón Merino (foto).
Cayeron presos, Juan Gabriel Rodríguez, apodado "Juancito", de 27 años, con residencia en el Bº El Vinalar; José Luis "Chavo" Orieta (41), de El Vinalar y Sebastián Alberto "Porteño" Gómez (38), del Bº 8 de Abril.
Los tres cargan sobre sus espaldas las firmes sospechas de la muerte de Frontera Guerra. Para la Fiscalía, no fueron los únicos. Habría en carpeta sospechosos, como el tal "Dylan", un tal "Cabrito" y una mujer, apodada "Negra".
La teoría dominante
Del entrecruzamiento de testimoniales, la policía habría tejido una hipótesis: la "Negra" y al menos media docena de sujetos, entre los que se encontrarían los acusados, eran "rapiñeros" de la zona y buscaban dinero fácil para costear su fuerte apego a las drogas.
Aquel amanecer, la "Negra" se habría parado en el centro de la arteria paralela al Canal San Martín. Uno de los cómplices vio llegar a la motocicleta. Acto seguido, uno lanzó un palo que trabó la rueda delantera y causó la violenta caída del guardia.
Pese a contemplarlo agonizante, el "Porteño" se apropió de la motocicleta y de todos los bienes de la víctima. Lo abandonaron y huyeron hacia la oscuridad. Al día siguiente, negociaron la moto por $ 150.000 en el Bº 8 de Abril. El grupo fue al Bº Bosco III y dilapidó el dinero en drogas, alcohol y comida. Celebraron la plata dulce, desentendiéndose de la muerte y escudados en un cuasi pacto de silencio que se esfumó en escasos 7 días.
La querella ve más allá del "Chavo", "Porteño" y "Juancito
La querella ya moldea una batería de presentaciones. Ello fue adelantado escuetamente por Marcelo Castillo Gioya y Walter Santillán, quienes aguardan la audiencia de prórroga de detención.
Pese a reservarse la estrategia, adelantaron que hay muchas más personas vinculadas al "homicidio" del guardiacárcel. Algunos, porque causaron el accidente, desvalijaron a la víctima y huyeron sin prestarle socorro, aunque la acción contradiga su intención de neta muerte.
Los voceros confiaron que habría otros sujetos que pactaron un silencio sepulcral, en especial cuando el dueño de casa que supo congregarlos los echó y dejó en claro que no quería problemas.
Para entonces, los detalles del crimen del guardia se esparcían por boca de panaderos, remiseros; también vecinos de los barrios El Vinalar, Villa del Carmen, 8 de Abril, Ejército Argentino y el Sarmiento.
Caídos en desgracia "Chavo", "Porteño" y "Juancito", el resto de la patota bajó cinco cambios, temerosos de que los policías golpeen a las puertas de sus casas, a sabiendas de que por el crimen de Frontera Guerra sobrevuela el fantasma de una condena a prisión perpetua.
¿Por qué? Todos los hombres de Derecho deslizaron que la calificativa emerge más que provisoria y que querella y Fiscalía quizá coincidan con una imputación capaz de desembocar en la pena máxima para todos los responsables.
Se habrían desprendido de la moto en el Ejército Argentino
Cero decoro, los amigos de los tres detenidos ahora se habrían desprendido de la motocicleta del guardia, lanzándola hacia una zona montuosa en el Bº Ejército Argentino.
La unidad, casi desguazada, habría sido hallada por un vecino, quien alertó a los funcionarios policiales y los expertos trabajan ya en las pericias de la unidad Gilera, confió un vocero.
Los investigadores son optimistas en que las piezas vitales están y que el rompecabezas adquirirá forma creíble, con más sujetos a unírseles a los tres detenidos.
¿Cederá el muro?
Éstos se despidieron de la libertad y ahora los agobia el dilema de "morir en silencio", o bien abrir la boca, léase encender el ventilador y entregar a todos los otros "socios" que tuvieron rol protagónico durante y después del triste fin de Frontera Guerra.
La Justicia intuye que cuál piezas de dominó, muchos delitos hasta hoy irresueltos, tendrán a sus autores.