Llegó el mes de festejos: será fundamental controlar la alimentación para no  enfermarse

Cuando se piensa en diciembre, no solo se piensa en el cierre del año, sino también en todas las reuniones que se vienen. Cierre de ciclos escolares, despedidas de año con compañeros de trabajo o compañeros de estudio, reuniones que quedaron postergadas en los últimos meses, y en todas, predomina la gastronomía. A ello se suman los festejos con la familia para Navidad y la cena para esperar el Año Nuevo

Con una agenda tan recargada con todos estos encuentros, es una misión casi imposible mantener un orden alimentario y no desviarse de las dietas o plan saludable que muchos mantienen durante el año.

La Lic. Raquel Carranza, especialista en Nutrición, en un diálogo con EL LIBERAL, se refirió al tema y consideró necesario mantener la cordura, a pesar de todas las tentaciones para no caer en un colapso del organismo.

Precaución

Si bien es un pedido difícil, no es inalcanzable si se tienen en cuenta algunas pautas.

"Estos sucesos en la mayoría de los casos llevan a incluir excesos alimentarios, no solo por el número de eventos, sino también debido a las características de los platos típicos de las fechas. En estos días, en este mes, podemos llegar a consumir alto aporte de calorías, a veces triplicando el requerimiento diario, y en ocasiones estas son provistas por grasas y carbohidratos refinados".

Consejo

Hay formas de evitar el descontrol total. Si se tiene en cuenta que hay un sinfín de comidas que pueden utilizarse para estos encuentros, quizás podrían reemplazar a los "pocos saludables" para poder "sobrevivir" al diciembre.

"Para disminuir el exceso calórico y hacerlas saludables y/o armoniosas en nutrientes, se sugiere planificar la cena del día festivo con una preparación como entrada, un plato principal y un postre. Esto hará que evitemos caer en la elaboración de multitudinarias preparaciones que inciten a consumirlas juntas", sostuvo la Lic. Carranza.

En este sentido, recomendó "incluir en los platos alimentos como carnes magras y hortalizas frescas en amplia variedad, aprovechando la temperatura del año, ya que estas últimas son alimentos de menor densidad calórica con alto contenido acuoso. Se puede elaborar variedad de ensaladas, crudas y cocidas, brochettes, hortalizas grilladas, escabechadas, etc.".

Para postres elegir, como base, variedad de frutas de estación, bajo distinta formas de preparación, y como complemento, cremas heladas o similares, a fin también de reducir el aporte de grasas y azúcares refinados, que en ocasiones conlleva procesos de indigestión.

La hidratación es fundamental con agua potable y como segunda prioridad aguas saborizadas caseras o industrializadas sin azúcar, o batidos frutales, limonadas y, solo para el brindis, si es que es de agrado una porción de bebida con alcohol.

Mesa dulce

Es tradición incorporar a la cena de Nochebuena pan dulce, budines, garrapiñadas, turrones, nueces confitadas, chocolates, lo que hace aún más calórico el consumo y a expensas de grasas y azúcares, por ello se recomienda elegir pequeñas porciones u optar por algunos de ellos. Después de cada fiesta, volver a lo tradicional

Hay formas de liberarse del atracón entre fiesta y fiesta, las cuales predominarán durante las próximas semanas. 

"Los distintos platos de comida, bebidas y mesa dulce, hacen que las cenas de despedida, fin de ciclo y demás nos dejen algunos excesos alimentarios. Es clave aprovechar estos días para desintoxicar, recuperarnos y poder afrontar de mejor forma la próxima fiesta. Y después de cada fiesta se debe volver a la alimentación tradicional lo más rápido posible, haciendo las cuatro comidas principales e incorporarnos a los horarios tradicionales", indicó Carranza.