La pena recayó en contra de Julio César López, por el "homicidio simple" de Ariel Germán Toloza. El tribunal descartó emoción violenta.
Trece años de cárcel por matar al novio de su esposa frente a motel Trece años de cárcel por matar al novio de su esposa frente a motel
Un tribunal condenó ayer a 13 años de prisión a un vendedor ambulante, al hallarlo responsable de asesinar al "novio" de su esposa, previo sorprenderlos retirándose de un albergue transitorio de Rivadavia casi avenida Colón.
Al mediodía, los vocales Daniela Campos Nittinger, Alfredo Pérez Gallardo y Fernando Viaña develaron la incógnita, al descartar la "emoción violenta" y sellar el futuro de Julio César López con 13 años de cárcel, 3 menos que lo requerido por la Fiscalía.
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La mañana del 17 de enero del 2022, López viajaba en colectivo junto a su pequeña hija. Al pasar por frente del albergue Rivadavia, vio salir a Ariel Germán Toloza con su esposa, Juana Allende.
López descendió y en medio de los gritos de su hija, se trenzó en una discusión y pelea con Toloza, a quien asestó cuatro heridas mortales, las cuales le causaron su deceso en el Hospital Regional, 30 días después.
En el juicio, iniciado el 4 de noviembre, la Fiscalía desplegó su teoría: "homicidio simple" por venganza, con mínima de 8 y máxima de 25 años de cárcel.
Según la investigación, López (del Bº San José de Flores) convivió 18 años con Juana Allende y tuvieron 3 hijos. "Hace un año que estábamos separados y uno que empecé un nuevo vínculo con Toloza", 48, del Bº Santa Rosa de Lima, declaró Allende a la policía. "López no se quería ir de casa porque decía que no tenía dónde vivir", señaló la mujer.
Por el contrario, la defensa, a cargo de Martín Rojas y Ángel Sández atribuyó el triste fin de Toloza "a un crimen cometido en estado de emoción violenta".
La emoción violenta constituye una conmoción psicológica que sobresale por su intensidad, oscureciendo la conciencia, agitando el ánimo y debilitando la capacidad de frenar del homicida; esa suerte de estallido emotivo -con intensidad suficiente- debe nublar la razón y alterar la estructura psicofísica del individuo.
Al alegar, los fiscales, Belkis Alderete y Álvaro Cantos, instaron al dictado de una condena a 16 años de prisión, por descartar cualquier alteración y suscribir que el homicidio se basó en una decisión racional, no contaminada.
En cambio, la defensa manifestó que López lejos estaba a ser considerado un homicida convencional y que aquella muerte lo arrancó de su rutina anodina, cuál agua de estanque, de la cual no se repondrá ni en el instante previo a su propio fin.
Antes del veredicto, López pidió ayer disculpas a la familia de Toloza. Luego, el tribunal lo envió a la cárcel con una condena a 13 años por "homicidio simple".