Las jovencitas declararon en el juicio. Volvió a sus vidas a los 15 años. A una la abusaba, tras encerrarla y ahorcarla en el baño.
Doce años de prisión por vejar a hijas mellizas, tras haberlas abandonado siendo bebés Doce años de prisión por vejar a hijas mellizas, tras haberlas abandonado siendo bebés
Un tribunal condenó ayer a 12 años de prisión a un individuo, al hallarlo responsable de abusar sexualmente, al menos dos años, de sus dos hijas adolescentes, a quienes había abandonado de bebés.
Al mediodía, los vocales, Rosa Falco, Luis Achával y Raúl Santucho sellaron el futuro inmediato del sujeto, quien ahora será alojado en un organismo de seguridad, quizá en Alsina 850.
También te puede interesar:
"Abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia" y "abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo", fueron los cargos enrostrados por la fiscal Yésica Lucas.
El sujeto las abandonó de bebés hace casi dos décadas. Retornaron a sus vidas ambas en su adolescencia, entre 15 y 16 años.
En las audiencias, quedó demostrado que las mellizas fueron vejadas entre los 16 y 18 años. Una, aprovechando la convivencia. La restante, en visitas.
Empezaron a relacionarse con su padre en enero del 2018. Según la que convivió con él, un día las invitó a dormir a su casa. En un viaje a Tucumán, al despertar la adolescente, el sujeto estaba encima tocándola. Días después, la trasladó a un bar y le enseñó a beber alcohol. Al despertar, la joven se encontró con la remera de su padre, sin ropa interior. Desde entonces, la abusó en reiteradas ocasiones.
Segunda víctima
Su hermana declaró que si no cedía, él la golpeaba. "Las mato a ambas y a su madre", afirmaba. Todo empezó con insinuaciones y sujetándola de la cintura, poniéndola encima de él y tratando de despojarla de la ropa. Un día doblegó su resistencia y la accedió.
Les manifestaba que al no haberlas criado, era natural no verlas como hijas, sino mujeres normales y que no tuvieran culpa, que era normal. A las violaciones, le adosó la violencia. A una acostumbraba encerrarla en el baño, ahorcarla con la ducha abierta y agua helada. Todo ya es historia. El tribunal puso fin a las pesadillas y el individuo fue enviado directo al encierro.