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Monseñor Martínez Ossola: "No se puede paliar el déficit con el hambre de muchos hermanos"

Monseñor "Quique", como todos lo llaman afectuosamente, también fue terminante al hablar acerca del desplante que sufrió el papa Francisco por parte del gobierno nacional. ¿Viene Francisco a la Argentina tras ese desaire?

26/11/2024 06:00 Santiago
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Monseñor Martínez Ossola: "No se puede paliar el déficit con el hambre de muchos hermanos" Monseñor Martínez Ossola: "No se puede paliar el déficit con el hambre de muchos hermanos"

Categórico fue el obispo auxiliar de la Diócesis de Santiago, monseñor Enrique Martínez Ossola, al analizar, en una entrevista exclusiva con EL LIBERAL, el abordaje que se hace en esferas nacionales de la pobreza.

El flamante integrante de la comisión nacional de Cáritas Argentinas, entre otras definiciones, resaltó: "No se puede paliar el déficit con el hambre de muchos hermanos y eso es lo que estamos viviendo".

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Monseñor "Quique", como todos lo llaman afectuosamente, también fue terminante al hablar acerca del desplante que sufrió el papa Francisco por parte del gobierno nacional al no asistir, pese a ser invitados, al Vaticano para conmemorar las cuatro décadas del Tratado de Paz y Amistad con Chile, firmado por el gobierno de Raúl Alfonsín.

"Una torpeza, una flojera no haber estado en un momento donde se celebra la paz. No se puede, en aras de una presunta divergencia ideológica, negar una situación que tuvo como protagonista también a la Iglesia", enfatizó.

Asimismo, se refirió a si esta actitud del gobierno de Javier Milei con el Santo Padre incidirá negativamente en una futura visita del Sumo Pontífice a nuestro país.

-¿Qué desafíos debe enfrentar tras su elección para integrar la comisión nacional de Cáritas Argentina?

Cáritas es una organización que promueve el desarrollo integral de las personas. Es un modo de vehiculizar el amor por los cristianos. Se le ha dado sentido despectivo a la caridad. Hay un poema de Atahualpa Yupanqui que decía: "Desprecio la caridad por la vergüenza que encierra, soy como el dios de las sierras, vivo y muero en soledad". La caridad no es dar lástima, es compartir. La caridad es una dimensión perfecta de la comunión. La idea de Cáritas no es simplemente dar una ayuda a alguien sino promover a la persona para que puedan vivir sin necesidad de dependencia de ninguna naturaleza, que pueda poner un pequeño emprendimiento y no limitarse a la entrega de un bien que hoy existe y mañana se termina. Estamos viendo esa dimensión del desarrollo de la persona, que es el ideal de Cáritas. Hay ayudas, si, en situaciones extremas. Vos te encontrás, a veces, con situaciones de hambre, de necesidad, de urgencias, de enfermedades que son necesarios responder. La idea actual de Cáritas como organización es la de promover el desarrollo de la persona que pueda lograr ser autosustentable, que pueda lograr un nivel de vida digno sin necesidad de estar recibiendo permanentemente una ayuda. En este momento, sí, se reparten bienes materiales, pero se procura también de ir buscando los motivos para que la familia pueda lograr su propio sustento sin la necesidad de estar mendigando.

-En un contexto difícil como el que se vive en Argentina, ¿cómo se desempeña Cáritas para afrontar la pobreza?

Vemos y conocemos los problemas. La tarea con Cáritas te pone en el frente de batalla, no podés teorizar demasiado. Vemos que más allá de los problemas, hay una fuerza, a la cual nosotros apostamos, que es la solidaridad que existe entre el pueblo argentino, especialmente entre los más débiles. Son situaciones concretas a las cuales nos enfrentamos y personas concretas. Tratamos de que la persona, que es un problema, sea al final del proceso artífice de su propio destino. Tratamos de que no solamente le demos la ayuda en su momento, sino que pueda él gestionar una salida para los problemas que tiene, Del mismo modo se trabaja en comunidad con los hogares de Cristo, que son una respuesta también de la Iglesia a las personas que están padeciendo la enfermedad de la drogadicción. Somos conscientes de que, si no se los contiene afectiva y efectivamente muy fácilmente los amigos, la circunstancia que lo llevó a caer en ese proceso vuelvan a manifestarse y a dañar todo lo que uno intenta recomponer. Son matices. Hay gente que emprende huertas comunitarias, hay quienes buscan pequeñas cooperativas de trabajo. Hay un montón de circunstancias frente a las cuales está presente Cáritas que es la multiforme forma de responder a distintos problemas.

-¿Cómo analiza el tratamiento que hace el gobierno nacional de la pobreza?¿Es pobreza estructural o se ha incrementado la pobreza?

No entiendo mucho del tema económico, en eso reconozco mi falencia. No manejo los temas de macro y micro economía, pero veo que cada vez hay más pobres, cada vez hay más pobres. En esto, obispos de la Iglesia hemos manifestado a las autoridades que la situación económica, lo ha dicho monseñor Colombo (Marcelo Daniel, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina), bien clarito, que no puede haber un ajuste económico dejando a la gente afuera. Yo creo que está quedando mucha gente afuera, es un problema grave y lo decimos. No nos enfrentamos como enemigos, simplemente advertimos como compañeros de camino, acompañamos a todos los gobiernos sea de la señal que fuere porque cada gobierno en la Argentina ha tenido, salvo los golpes de Estado, un apoyo popular y ha sido elegido por la mayoría del pueblo. Nosotros respetamos esa autonomía que da la calidad de ser votado, pero también exigimos que se cumplan con las condiciones mínimas que tiene que tener un gobernante. No se puede paliar el déficit con el hambre de muchos hermanos y eso es lo que estamos viviendo. Damos ayudas de emergencia y ojalá que podamos terminar pronto con las ayudas de emergencia, pero la emergencia ya va llevando años y se va transformando como en costumbre y es como decía un amigo: "Esto parece el gobierno militar porque la miseria es General". Dice el General refiriéndose al grado del militar.

- A partir de estas acciones que hace Cáritas, ¿encuentran obstáculos o pueden trabajar sin problemas con ese valor tan fuerte que usted mencionó: solidaridad?

Siempre hay dificultades. Y a veces también, lamentablemente, intereses en mantener este statu quo porque este estado de cosas permite que haya mano de obra en negro, que se paga con miserias, no se cumplen los contratos sociales, no hay aportes jubilatorios. Se mantiene un nivel de dependencia de la pobre gente que está "al salto por un bizcocho", como suele decirse, porque tiene necesidad de trabajar, de comer algo. Entonces, aunque sean mal pagos, aceptan y aceptan no recibir los beneficios que son normales en cualquier contrato laboral porque necesitan comer hoy y no pueden estar esperando discursos que le demos buenas palabras y nada de comer. Somos conscientes de que de esa debilidad Dios se vale para darnos la fuerza. Es ahí donde uno mira con una mirada sobrenatural que es la que entendemos como gente de fe y no solo por ser obispo. Yo siempre he tenido fe y por eso me hice sacerdote y también acepté la tarea episcopal hace siete años. Pienso que algo puedo hacer, por poco que sea es una gota en el Océano, pero es una gota y esa gota puede servir para que una persona esté un poco más feliz y pueda seguir caminando con más entereza y con más valentía. Las dificultades existen y existen tal vez en amenazas físicas, en amenazas sociales. Monseñor Helder Cámara, un gran obispo de Brasil, decía: "Cuando yo digo que hay niños pobres todos dicen qué bien el obispo, como es sensible a las realidades. Cuando pregunto porque esos niños son pobres ya soy el cura rojo, el cura revolucionario, soy el montonero, el violento, el iracundo", O sea, cuando uno toca intereses, esos intereses buscan defenderse y se defienden, muchas veces, atacando. Y nos atacan ahí donde nos encontramos más débiles. Nos buscan las falencias que todos tenemos, las incoherencias que podemos tener, nos la reprochan, nos la publican, nos la multiplican y terminamos, muchas veces, sufriendo, pero cuando sabemos porque lo hacemos no sentimos como un momento más de la Pasión de Cristo que se hace presente también en nosotros. Y cuando uno piensa que yo tengo que aguantar una crítica o un insulto o un invento, porque a veces se inventan cosas, hay gente que está sufriendo la dificultad de la pobreza todos los días y sin contención. Entonces, me pongo en el lugar de ellos y digo que soy un afortunado. Sé que me arriesgo a eso y lo asumo con alegría y con entusiasmo porque sé que, en definitiva, todo vuelve y lo que yo hago en bien vuelve en bien para mi persona. Y el que me hace mal a mí recibe muchas veces el doble del mal de lo que me han anunciado a mí. Yo trabajo con Dios. Tengo esa seguridad. Entonces, me animo en este momento difícil a decir: caminemos con Cáritas que podrá ser perfectible, bueno, trataremos de ver. Yo, en eso, no me caso con nadie. Soy autocrítico. Siempre trato de que podamos dar "hasta que duela", como decía la madre Teresa de Calcuta. Ese es un modelo que yo sigo. Dios siempre gana.

-Usted lo citó a monseñor Helder Cámara. Él fue proclamado como "la voz de los que no tienen voz". ¿La Iglesia , usted y Cáritas son "la voz de los que no tienen voz"?

Ojalá lo fuéramos. Creo que Cáritas no tiene tanto esa dimensión profética, pero yo creo que es respuesta, de alguna manera, para interrogantes. Tal vez nos falte un poco más ser voz y decir, bueno, aquí hay injusticias y hay que arreglarlas. Yo creo que, a veces, nos falta esa denuncia profética. Creo que hay un acompañamiento que es fundamental: se está cerca del sufrimiento de la gente, pero, por ahí, tal vez no sea la tarea de Cáritas sino la de otra instancia episcopal que nos lleven a hacer la denuncia. Por lo pronto, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (Monseñor Marcelo Daniel Colombo) ha sido muy clarito. Ha hablado en contra del ajuste, de esta situación que se vive. Y lo decimos tranquilamente, con serenidad y no con maldad ni con ganas de denostar o de decir estos son malos, es constatar una realidad, es ver lo que tenemos. Y, en ese sentido, creo que si tenemos que ser voz de los que no tienen voz, pero que sean ellos mismos lo que puedan expresar las demandas, los reclamos y la lucha. Yo en eso le digo siempre a la gente que voten bien, pero que sigan el voto y que no se conformen con poner el voto en el sobre y echarlo en la urna. Hay que seguir el voto. Le digo: "Ustedes votaron a un candidato, síganlo, pídanle, reclamenle y cuando no se cumple díganle te perdiste el voto y no te voto más". Que lo sepan y que lo sufran.

El firme deseo del Santo Padre de venir a Santiago

Monseñor Martínez Ossola, obispo auxiliar de Santiago del Estero, recordó lo que les dijo el papa Francisco a él, al entonces obispo, hoy arzobispo y futuro cardenal, Vicente Bokalic, y al obispo de la Diócesis de Añatuya, monseñor José Luis Corral.

"Cuando nosotros estuvimos para la canonización de Mama Antula, el papa Francisco nos dijo a los tres obispos de Santiago del Estero: "Si voy a la Argentina voy por Santiago, tengo que ir a Santiago", recordó.

Y añadió: "Yo creo que por Mama Antula va a venir a Santiago. Entonces, le encomendamos a Mama Antula traerlo pronto a Francisco, de darnos con el gusto, la alegría de tenerlo acá en esta tierra que ha generado tanto Santos porque la Mama Antula es un poquito el estandarte, pero un desfile no se hace solamente con un estandarte, hace falta miles de fieles, y yo creo que miles de santiagueños y santiagueñas que viven en la fe, viven su santidad y bueno, merecen la visita del pastor de la Iglesia".

"Él tiene miedo operarse la rodilla, que es lo que le genera esa reguera que le impide también hasta ejercitarse un poco. Yo creo que también eso no debe darle tampoco mucho tiempo al ejercicio físico, pero lúcido está perfectamente lúcido y con un entusiasmo, con una fuerza increíble".

Desplante al Papa: "Una torpeza no haber estado en donde se celebra la paz"

Monseñor Martínez Ossola brindó a EL LIBERAL su opinión acerca del faltazo del presidente Javier Milei y su canciller, Gerardo Werthein, al Vaticano para conmemorar las cuatro décadas del Tratado de Paz y Amistad con Chile, firmado por el gobierno de Raúl Alfonsín.

- ¿Cuál es su análisis sobre el desaire del gobierno nacional a la convocatoria del papa Francisco para conmemorar las cuatro décadas del Tratado de Paz y Amistad con Chile?

No conozco mucho de diplomacia. Creo que se esbozó una explicación, que ha habido una diferencia de criterios entre el presidente Milei y el presidente de Chile (Gabriel Boric). Creo yo que en este tipo de cosas tenemos que ser un poco más abiertos porque hay celebraciones que son por encima de las cosas. Si yo no estoy enemistado con una persona y a esa persona se le muere el papá o la mamá, yo me veo en la obligación moral como cristiano de ir y decirle "siento mucho tu dolor, estamos peleando, pero siento tu dolor y rezo por vos para que te pase pronto y que Dios te ayude". No se puede, en aras de una presunta divergencia ideológica, negar una situación que tuvo como protagonista también a la Iglesia. Yo, en aquel momento decía: dos presuntos estadistas tuvieron que "plumerear" un cardenal, era un cardenal anciano como Antonio Samoré, para que lograra una mediación, porque íbamos a la guerra directamente.

-Una mediación que salvó vidas al evitar una guerra entre dos países hermanos.

De hecho, estuvimos a punto de ir a la guerra y la mediación sabia de este cardenal logró que se evitara la guerra y entonces es algo para celebrar y no me importa a mí si el presidente de Chile es de A, B o Z me interesa simplemente participar y decir, bueno, hace 40 años tuvimos un gesto de paz. Yo creo que ha sido una torpeza, pero bueno, son cuestiones de protocolo que no conozco mucho del protocolo. Yo sigo el protocolo del Evangelio. Las normas protocolares de lo que son las relaciones entre naciones y gobernantes de uno y otro lado no tengo mucho conocimiento. Entonces, por ese motivo no opino tanto, pero me parece una torpeza por lo menos, una flojera no haber estado presentes en un momento donde se celebra la paz y un momento donde Argentina siempre se preció de ser una nación de paz. Negar este historial de paz es una tontera, me parece. Estuvo el embajador en el Vaticano (Luis Pablo Beltramino) en representación de Argentina porque le corresponde por protocolo, pero sí ha sido un poco flojo no participar de este gesto,

- ¿Este tipo de actitud hace imposible que el Santo Padre venga a la Argentina?

No, creo que dificulta un poquito, pero me extraña porque el Papa ha tenido una actitud de mucha cercanía con Milei. Las veces que lo has recibido fue con mucha simpatía, con mucha cordialidad. No creo que personalmente él lo bloquee este tipo de cosas. Aparte, si puede ser que le disguste de alguna manera esta situación. Su condición de Pontífice y su propia vivencia de la fe creo yo que le va a permitir minimizar este tipo de cosas y buscar de venir. Yo creo que tal vez el problema más fuerte es la salud de él.

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