Por Dr. Ricardo Passone.
Lesiones oculares en niños: prevención y cuidados Lesiones oculares en niños: prevención y cuidados
Cuando los niños participan en deportes, actividades recreativas, manualidades o proyectos domésticos, es importante que conozcan las prácticas o medidas de seguridad más elementales para evitar sufrir algún tipo de daño en los ojos y evitar consecuencias que puedan alterar la buena salud ocular que necesitan para un crecimiento normal.
Cada año, miles de niños sufren daños en los ojos o incluso llegan a la ceguera debido a accidentes en el hogar, en el juego o en el auto familiar. Más del 90 por ciento de todas las lesiones oculares se pueden prevenir, por ejemplo, mediante el uso de gafas protectoras adecuadas que sin importar la edad, se deben utilizar de manera preventiva.
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Los deportes merecen una atención especial, ya que las lesiones oculares ocurren con bastante frecuencia en niños y atletas adultos jóvenes: entre los cinco y los 14 años, la mayoría de las lesiones relacionadas con el deporte ocurren mientras se practican deportes.
Prevención en el hogar
Todos los productos químicos y aerosoles deben mantenerse fuera del alcance de los niños pequeños.
Los padres y otras personas que brindan cuidado y supervisión a los niños deben practicar el uso seguro de elementos comunes que pueden causar lesiones oculares graves, como clips, lápices, tijeras, cuerdas elásticas, perchas de alambre y bandas elásticas.
Enseñe a sus hijos a proteger sus ojos desde muy corta edad con gafas protectoras durante trabajos de jardinería y reparaciones o proyectos domésticos potencialmente peligrosos.
También la prevención pasa por comprar únicamente juguetes apropiados para su edad.
Evite los juguetes con proyectiles, como dardos, arcos y flechas, y los juguetes que disparan objetos potencialmente peligrosos.
Utilice puertas de seguridad en la parte superior e inferior de las escaleras, proteja las esquinas filosas con almohadas o molduras seguras; coloque cerraduras en todos los armarios y cajones a los que los niños puedan acceder.
No permita que sus hijos jueguen con rifles que utilicen proyectiles plásticos o de goma, pistolas de perdigones o pistolas de aire comprimido, son extremadamente peligrosas y han sido reclasificadas como armas de fuego y retiradas de los sectores de juguetería.
No permita que los niños estén cerca de los fuegos artificiales o de pirotecnia, especialmente los cohetes de altura. Estos fuegos artificiales suponen un grave riesgo de lesiones oculares y han sido prohibidos en varios países.
Cuando un perro muerde a un niño muy pequeño (de 4 años o menos), se producen lesiones oculares en un 15 por ciento de los casos. El perro suele ser un perro con el que el niño está familiarizado y es probable que un segundo ataque del mismo perro provoque lesiones aún más graves.
Se recomienda que el perro que muerda o ataque a un niño sea retirado inmediatamente de la casa.
En la ruta, asegúrese de que los niños estén bien sujetos en sillas portabebés y sillas de seguridad para niños y de que los cinturones de seguridad y de los hombros se ajusten bien. Los niños de 12 años o menos nunca deben viajar en el asiento delantero, algo muy habitual en la vida diaria, lamentablemente.
Guarde siempre los objetos sueltos en el baúl o en la guantera, ya que cualquier objeto suelto puede convertirse en un proyectil peligroso en caso de accidente.
Durante la infancia, especialmente en los primeros años de vida cuando están aprendiendo a andar o caminar, los más pequeños de la casa suelen ser más propensos a caerse, golpearse o sufrir alguna lesión, algunas de ellas en la zona de los ojos. Hoy le contamos qué debes hacer en el caso de que tu hijo sufra un traumatismo ocular.
Golpes en el ojo
Uno de los traumatismos más frecuentes en los niños son los golpes en la zona del ojo, ya sea producido por un cabezazo accidental, por un pelotazo o por el impacto de un juguete, entre otro tipo de accidentes. Ante este tipo de golpes en los que la zona se inflama y enrojece o amorata, lo primero que hay que hacer es poner delicadamente en la zona afectada hielo envuelto en un pañuelo (para evitar quemaduras en la piel) con el fin de bajar la inflamación y aliviar el dolor.
Es importante tranquilizar en medida de lo posible al pequeño para evitar que se toque el ojo y se haga más daño. En la mayoría de casos, este tipo de traumatismos suelen quedarse en un susto y mejoran al cabo de un par de semanas.
Pero en el caso de que el golpe haya producido en el ojo un derrame ocular o alguna herida en los párpados que requiera sutura, el dolor no cese, notes que haya algún problema de visión o el niño se queje de dolores de cabeza, es fundamental acudir a un especialista para que pueda examinarlo y descartar algún problema de gravedad en el ojo.
Arañazos dentro del ojo
Otro traumatismo ocular muy habitual, tanto en los niños como en adultos, suele ser la entrada de un cuerpo extraño en los ojos. El niño puede dañarse con las uñas al frotarse los ojos, rasparse con un lápiz mientras colorea, llenarlo de arena al jugar en la playa, arañarlo con una rama, se le puede meter un trozo de cristal al caerse un vaso u otro objeto de vidrio.
Este tipo de lesiones interiores del ojo suele producir escozor, dolor, lagrimeo, enrojecimiento, derrames, fotofobia o imposibilidad para abrir el párpado.
Ante esta situación, debe enjuagar el ojo del niño con agua o suero fisiológico durante al menos 15 minutos y al igual que en el caso anterior, es importante tranquilizar al niño para evitar que se toque el ojo y pueda hacerse un daño mayor empeorando el problema.
Una vez limpiado el ojo, debemos revisarlo para ver qué daños se han podido causar.
En el caso de que el dolor no se calme, descubras un derrame o cambio en la superficie ocular, notes que hay algún problema de visión o el ojo le supure, acude de inmediato a urgencias para que un especialista pueda valorar los daños y descartar una posible lesión en la córnea.
Un oftalmólogo debe examinar el ojo lo antes posible, incluso si la lesión parece menor al principio, ya que una lesión grave no siempre es evidente de inmediato. Retrasar la atención médica puede hacer que las áreas dañadas empeoren y podría resultar en pérdida permanente de la visión o ceguera.
Al buscar ayuda médica, cuide al niño de la siguiente manera:
No toque, frote ni aplique presión sobre el ojo, no intente retirar ningún objeto que haya quedado atrapado en el ojo. En el caso de partículas pequeñas, levante el párpado y pídale al niño que parpadee rápidamente para ver si las lágrimas expulsan la partícula. Si no es así, cierre el ojo y busque tratamiento.
No aplique ungüentos ni medicamentos en el ojo. Una herida cortada o punzante debe cubrirse con cuidado. Sólo en caso de exposición a productos químicos, lavar con abundante agua.