Desde el gobierno libertario defienden la acción como un paso hacia la "neutralidad" en espacios públicos, mientras que trabajadores de ANSES la denuncian como un ataque a la memoria histórica.
Polémica por la remoción del busto de Néstor Kirchner en una sede de ANSES Polémica por la remoción del busto de Néstor Kirchner en una sede de ANSES
La administración de Javier Milei decidió retirar el busto del expresidente Néstor Kirchner ubicado en el edificio de ANSES, en Paseo Colón 239, como parte de una estrategia de "desideologización" de los espacios públicos, según fuentes libertarias. Esta acción, que se enmarca en lo que describen como un intento de "neutralizar al kirchnerismo" y "ganar la batalla cultural", desató controversias y reacciones en distintos sectores.
El busto había sido instalado durante el período en que Diego Bossio ocupó la dirección ejecutiva de ANSES (2009-2015), y la sede es identificada por los libertarios como un espacio vinculado a La Cámpora, la agrupación liderada por Máximo Kirchner. Desde el sindicato SECASFPI, que representa a trabajadores del organismo, emitieron un comunicado denunciando la medida como un acto de "revancha ideológica" y "desmantelamiento de la memoria histórica y los derechos sociales".
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Por su parte, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, publicó un video del momento de la remoción acompañado de la canción Un velero llamado Libertad, de José Luis Perales, y afirmó: "En los edificios públicos ya no se homenajean corruptos ni saqueadores del Estado". Sin embargo, señaló que al momento de su fallecimiento, Néstor Kirchner no tenía condenas en su contra.
Desde el sindicato cuestionaron duramente la acción, comparándola con la "Revolución Libertadora" de 1955. En el comunicado, destacaron que Néstor Kirchner simboliza políticas como la recuperación del trabajo y la ampliación de derechos previsionales, y advirtieron que el gobierno actual busca "desfigurar la historia" y "arrebatar derechos conquistados".
La medida generó amplio debate en las redes sociales, donde algunos sectores la celebraron como parte de un cambio de paradigma, mientras que otros la criticaron por su carácter simbólico y político.