"Retiraron" una ventana y "mudaron" heladera, televisor, mesa, sillas, ropero, lavarropas y otros muebles. Desolación en los familiares. Trabaja la Seccional 22. Y hay tres sospechosos en carpeta.
Con sus propietarios en el sur, maleantes desmantelan vivienda en Monte Quemado Con sus propietarios en el sur, maleantes desmantelan vivienda en Monte Quemado
Un joven matrimonio de Monte Quemado, Copo, fue a trabajar al sur del país y en los últimos días los delincuentes le vaciaron su casa, sin que vecino alguno haya visto nada.
Allí se sintetiza la historia de Brisa Flores y Federico Chazarreta, quienes contrajeron enlace recientemente y decidieron buscar una mejor suerte en el sur del país.
Con sumo sacrificio, antes, habían logrado "equipar" su casa, construida en un terreno adquirido en el Bº Vinalar, confiaron voceros de la Seccional 22, al cierre de esta edición.
Cuidados frecuentes
Ya con Brisa y Federico instalados en el sur, su vivienda era cuidada por familiares. Así, todos los días recorrían la zona, resueltos en que nadie "tocara" nada de los trabajadores.
En las últimas semanas, los familiares no pudieron realizar sus rondas y los delincuentes lo captaron al "toque". Sin que nadie ofreciera resistencia alguna, u objetara algo, alguien se presentó en la vivienda y robó absolutamente todo.
Quizá en doble "mudanza", los delincuentes retiraron las ventanas y lograron retirar un televisor, heladera, mesa, sillas, camas, ropero, lavarropa y otros muebles, de incalculable valor.
Gran simuladores
Con llamativo tiempo, y sin que mortal alguno husmeara ni delatara nada, los sujetos terminaron su "faena" ilegal y de nuevo colocaron la ventana en su lugar, quizá para que todo luciera en aparente normalidad.
Ayer, la familia de Brisa fue a abrir la puerta para realizar una limpieza y la descubrió vacía íntegramente: no quedaba ni siquiera el adorno de la mesa o la maceta.
A los pocos minutos, los Flores formalizaron una denuncia en la Seccional 22 y proveyeron apodos de tres sujetos ligados al bajo mundo y amantes de vender cosas robadas.
Sin embargo, los vecinos permanecían enmudecidos, sin que nadie atinara a soltar prenda, ya que sería improbable una mudanza general, sin un testigo a la vista. El último recurso de los parientes de Brisa era exhortar por redes sociales, abstenerse de comprar bienes robados y con una pormenorizada descripción del "botín".