En esta etapa llegan las presiones de los padres, que exigen a sus hijos buenas notas. Sin embargo, muchas veces las respuestas no son las esperadas
Piden acompañamiento para niños y jóvenes que se encaminan a la última etapa escolar Piden acompañamiento para niños y jóvenes que se encaminan a la última etapa escolar
En medio de muestras, exposiciones y celebraciones pedagógicas, las instituciones educativas comienzan de a poco a encaminarse hacia el final de un nuevo ciclo lectivo. Muchos chicos ya tuvieron su fiesta de la educación física, otros expusieron sus trabajos en las muestras pedagógicas y muy pronto comenzarán las evaluaciones.
Transita ya la segunda quincena de octubre y por ende, sólo quedan unas 7 semanas de clases en las que se profundizarán las obligaciones de los estudiantes.
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Ante esta situación, lejos de presionarlos, los especialistas sugieren acompañar a los niños y adolescentes de la forma más acertada posible, para que el acto de estudiar para las próximas evaluaciones no se convierta en una verdadera tortura.
Análisis
En diálogo con la Lic. Ana Roxana Gálvez, especialista en Psicopedagogía, se refirió a la temática y pidió comprensión a los padres, aunque recomendó, paralelamente, un control más estricto.
"En esta etapa, por lo general, llegan las presiones de los padres, que exigen a sus hijos buenas notas. Sin embargo, muchas veces las respuestas no son las esperadas y los tutores comienzan a ejercer exigencias que están fuera del alcance de los estudiantes. Creo que es lo que sucede cuando se deja todo para último momento. La última etapa escolar en los hijos es una preocupación de los padres. El proceso de los chicos aprendiendo es un proceso que se inicia cuando comienzan las clases. El tema es cuando los padres quieren cambiar el ritmo y el destino escolar de los hijos a último momento", fue el primer análisis de la especialista.
Mensaje
En este sentido, recomendó a los padres "razonar sobre el tema".
"No podemos esperar todo un año para ver si el chico aprende sólo o si aprende con una maestra particular de la esquina de la casa; o con ayuda de los padres que ven que no aprende y continúan castigándolo. Le sacan la televisión, los juguetes, los tienen horas y horas con los cuadernos. Lamentablemente, deben saber que esto no es gratuito tampoco para la psiquis de los padres, ni es bueno que los papás vean que sus hijos están en esa situación. La solución viene por otra vertiente; comprender que al hijo le pasa algo que le obstaculiza estudiar, y que para ello hay profesionales que pueden hacerse cargo de ese tema, obviamente, con la colaboración de la familia que es esencial en este aspecto".
Los cambios deben ser reales, sin presiones
El acompañamiento a un estudiante debe ser permanente y no a último momento.
"Lo último que debemos hacer es desesperarnos y comenzar a enviarlo a varios profesionales para ver si esta situación cambia. Con tantas presiones puede que el alumno cambie algo, pero ese cambio no es valedero, porque es un cambio de ese momento, porque todo lo que no se aborda desde sus raíces, difícilmente se podrá revertir en unas semanas. Entonces, si llegamos a fin de año sin haber abordado correctamente el problema en la escuela sobre un alumno, todo lo que hagamos va a ser 'de última', para solucionar la fachada de un problema, y esto no hay que perderlo de vista", sostuvo la Lic. Ana Gálvez.