El acusado fue alojado ayer en el Cuerpo Guardia de Infantería, en el predio del Centro Único de Detenidos. Indagatoria en suspenso. La triste historia y dos familias quebradas por un mortal disparo a la cabeza.
Imputan al policía Gauna por "homicidio" de su compañero Roldán, en la Departamental 12 Imputan al policía Gauna por "homicidio" de su compañero Roldán, en la Departamental 12
La Justicia imputó al policía Carlos Javier Gauna, 26, el presunto "homicidio" de su par, Gastón Roldán (foto), 21, quien desde ayer es velado y despedido entre sus dos hogares, de Quimilí, Moreno, y Roldán, Juan Felipe Ibarra, a la vera de la ruta 89, distante 130 kilómetros de la ciudad capital.
Gauna, con residencia en el Bº Challua de Suncho Corral, Juan Felipe Ibarra, permanece aprehendido desde el martes 8 de octubre. Según la investigación, gatilló el arma reglamentaria que hizo blanco en la cabeza de Roldán, mientras eran acompañados por los también policías, Vélez y Cisterna, en la base de la Departamental 12 de Quimilí.
En las últimas 24 horas todo es desazón entre las familias de la policía. Gauna y Roldán eran amigos desde la niñez. Estaban separados apenas por unos 15 kilómetros con poblados a la vera de la 89. Fácilmente, unas 40 familias acompañaban anoche a los padres de la víctima (Marcela Paz y Fabián Alberto Roldán) en sus horas más dolorosas.
Consternación
Cerca de las 14 arribaron los restos del policía al Bº Cooperativa, hogar en que convivía con su pareja Verónica Cárdenas e hijo. "Mi sobrino era muy querido, muy de casa, muy familiero. No andaba en campeonatos, o carreras de caballos. De chiquito nos dijo que quería ser policía y todos lo ayudamos. El año pasado llegó a la fuerza. Su primer destino fue Suncho y de ahí a Quimilí, para estar cerca de su familia", señaló su tío, Nelson Sandoval, en diálogo con EL LIBERAL. "Queremos Justicia", simplificó en su deseo más profundo.
"No tenemos explicaciones. Duele muchísimo perder a mi hijo así. Deseamos una investigación seria y la verdad", acotó Fabián Alberto Roldán a EL LIBERAL.
Segunda escala de dolor
Tras una breve ceremonia, luego el féretro fue ascendido al vehículo y conducido a Roldán. En la tarde, la familia improvisó su casa en la última morada. Aún bajo una tenue llovizna, al cierre, familiares, vecinos, amigos y funcionarios policiales convergían para transmitirles su más sentido pésame.
No abundaban las palabras. Éstas eran más que obvias, ante un féretro con un joven de escasos 21 años. Asomaba cual desatino a tanta juventud, sueños de trabajo y progreso, y lo más contundente: la gratitud a Dios por haberlo convertido en padre y forjarse en jefe de un humilde hogar.
Al luto y el desgarrador adiós de los Roldán, las redes sociales obraban de catalizador. El dolor parecía no ser potestad de sus seres queridos, sino de toda la fuerza policial. "Adiós al querido amigo, compañero de trabajo y de la vida", escribió un compañero de la Departamental.
Así, se despedía del policía, pero también del amigo niño-adolescente, con quien compartió una década y media de estudios, entre colegios en Suncho Corral, Yuchán y en la Escuela de Policía: una "lucha" que en este lado del mapa quizá demande el doble de sacrificio.
Prudencia en la defensa, previo a la indagatoria y pericias
Ni bien el policía Gauna fue alojado en la base de Infantería, mantuvo una reunión con sus abogados, Marcelo Castillo Gioya y Walter Santillán. "Nuestro representado está shockeado y no puede creer lo sucedido", señaló Castillo Gioya a EL LIBERAL.
Pese al hermetismo en torno a las primeras 24 horas, postragedia, sintetizó: "Lo que tenemos aquí es una triste y lamentable desgracia. Nada devolverá la vida a la víctima. Esperemos, seamos prudentes que la Fiscalía tiene potestad sobre la investigación. Se están realizando pericias y estimamos que la declaración de imputado quedaría para lunes o martes", acotó.
"Los cargos son homicidio, pero entendemos que la figura acorde a lo sucedido sería homicidio culposo", ahondó Santillán (es decir, en forma involuntaria, pero con negligencia).
Sin perder tiempo, se sabe que la Fiscalía secuestró ya el arma reglamentaria "homicida". También, ordenó pericias; asimismo, pruebas en los tres policías (Gauna, Vélez y Cisterna) y testimoniales de todos los otros policías testigos y de la guardia en la Departamental 12.