Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Santiago

Perdonar siempre y en toda circunstancia

17/09/2023 06:00 Santiago
Escuchar:

Perdonar siempre y en toda circunstancia Perdonar siempre y en toda circunstancia

El tema del perdón es característico del Evangelio de Mateo, sin dudas preocupa a la comunidad. El relato nos plantea en perspectiva de casuística judía "hasta cuantas veces hay que perdonar a un hermano que nos ofende". El evangelista, pone en boca de Pedro, el vocero de los Doce, la pregunta: "¿cuantas veces debo perdonar? ¿hasta siete veces?

Pedro comete un doble error: en primer lugar quiere involucrar a Jesús en ese modo casuístico de mirar las cosas: pregunta: "cuantas veces debe perdonar", para poder tener un referencia exacta de cómo actuar. Pero Jesús no se deja encasillar en esos esquemas legalistas, no es una cuestión cuantitativa, no hay una cantidad que pueda expresar el perdón de Dios que se manifiesta en la misericordia a la comunidad.

También te puede interesar:

En segundo lugar, Pedro cree que al decir "siete veces", supera ampliamente las cuatro veces que como máximo se admitía dentro del judaísmo rabínico y de esta manera pretende ponerse al alcance de la enseñanza de Jesús.

Pero, ésta, supera ampliamente la propuesta de Pedro. Se trata de perdonar setenta veces siete, es decir, siempre. La comunidad del Cristo Resucitado vive del perdón de Dios que comunica la vida y se expresa en lazos de fraternidad entre sus miembros.

La parábola de los dos deudores grafica cómo debe ser el comportamiento de la vida comunitaria. Pedro y los demás discípulos deben recordar que así como ellos fueron perdonados por Jesús también deben perdonar a los demás. Lo exagerado de la comparación de ambos deudores, diez mil talentos y cien denarios pone en evidencia que siempre es más lo que Jesús perdonó a sus discípulos de lo que los demás pudieran "deberle a la comunidad". La violencia del criado perdonado hacia su compañero de servicio muestra los conflictos que desgarraban la comunidad de los discípulos de Jesús. Peleas y divisiones, abusos de poder y discriminación a causa de pecados cometidos sumían a la comunidad en fracturas que alejaban a algunos de sus miembros y escandalizaban a otros.

Esta parábola quiere enseñarnos que el perdón de Jesús a nosotros siempre será mayor de aquel que podamos dispensar a los demás. Y que nadie en la comunidad debe arrogarse de manera autoritaria la exclusividad en la administración del perdón de Dios.

Conclusión

Hoy más que nunca nuestra humanidad necesita experimentar el perdón de Dios que anime la reconciliación entre personas, pueblos y naciones. Nuestro país también padece divisiones de todo tipo, que suelen expresarse con más evidencia en ámbitos dónde se disputa poder y dinero. Los cristianos podemos aportar a la superación de esta situación propiciando el diálogo, el encuentro y la reconciliación. No debemos caer en la sectorización pequeña de lo ideológico, no sólo político sino también racial y clasista, sino, comportarnos como Jesús, comprometiéndonos en la dignificación de los hermanos más pobres, estableciendo puentes de comunión y solidaridad que sanen las heridas y fraternicen los vínculos. Entonces si será posible vivir en una patria de hermanos que incluya y respete los derechos de todos, especialmente de los últimos que son los más necesitados de gestos de misericordia.

Ver más:
Lo que debes saber
Lo más leído hoy