El profesional imputado será indagado hoy, desde las 13. La defensa requirió la prisión domiciliaria, "por hostigamiento y amenazas de otros internos". habría más víctimas del acusado.
Lindow: "No hay prescripción porque el ingeniero abusó por última vez de una de las hermanas 5 o 6 años atrás" Lindow: "No hay prescripción porque el ingeniero abusó por última vez de una de las hermanas 5 o 6 años atrás"
"En esta investigación no hay prescripción alguna, ya que el último abuso de este depredador serial se consumó 5 o 6 años atrás", afirmó ayer a EL LIBERAL el abogado, Diego Lindow, querellante por las dos hermanas que denuncian haber sido atacadas sexualmente por un ingeniero santiagueño.
En diálogo con EL LIBERAL, Lindow (la otra querellante es Silvina Castaño) manifestó: "Este depredador sexual empezó a abusar de estas niñas hace 26 años. Estamos convencidos en que la calificativa real es abuso sexual agravado por la guarda, ya que tenía a su cargo el cuidado de las dos menores, hermanas, entre sí".
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Lindow profundizó: "Los ataques sexuales perduraron en el tiempo. El último acto de abuso con acceso se produjo hace 5 o 6 años. Al principio, fueron tocamientos, oscilando entre el gravemente ultrajante y el acceso", clarificó.
Alcances de la calificativa
"De allí que el magistrado no dudó, y dispuso la detención del ingeniero", acotó, en alusión a las órdenes de allanamiento refrendadas por el juez de Control y Garantías, Darío Alarcón, ejecutadas el lunes a la mañana por personal de la División Trata de Personas en dos domicilios: en pleno centro y en la zona sur de la ciudad.
"Vamos a ir por la pena máxima", adelantó el abogado. "Ha obrado como si se tratara de un depredador sexual, al abusar a dos niñas, cuyo cuidado le había sido conferido".
Profundizó Lindow: "Es más, de la información que manejamos, habría otras víctimas que ya le han perdido el miedo y podrían denunciarlo en los días venideros", precisó.
El querellante fue categórico: "La investigación demostrará que aquí no hay prescripción que pueda salvarlo; y acreditaremos que hace 5 o 6 años volvió a atacar a una de las víctimas. Eso es inobjetable".
Como resultante de aquellas dos décadas aciagas, subrayó Lindow, "hoy las víctimas sufren las consecuencias de tamaña pesadilla".
Manifestó también que la investigación dejará al descubierto "que el ingeniero usó y aún utiliza su poder económico en pos de salir airoso y hasta intentar una domiciliaria que no corresponde otorgársele", enfatizó tajante Lindow.
"Domiciliaria por hostigamiento y amenazas de internos"
En forma paralela, el abogado defensor del ingeniero, Guillermo Ruiz Alvelda, ha solicitado ayer el arresto domiciliario de su defendido, al sostener que sufre "hostigamiento y amenazas" por parte de otros internos en el Centro Único de Detenidos.
Extraoficialmente, se sabe que el letrado habría informado a la Justicia que su representado padece varias dificultades en su cuadro de salud y que este podría verse agravado por la virulencia con la que habría sido recibido en su lugar de detención.
El escrito de Ruiz Alvelda ya ingresó ayer a los tribunales y será merituado ahora por las autoridades, sin descuidarse el paso del tiempo, el escenario de la población detenida en la exFandet y, en especial, las condiciones en que fue alojado el ingeniero acusado de abuso sexual anteayer en una de las celdas.
El entorno señaló que el ingeniero no habría dormido en su primera noche y que teme por "amenazas", cuyo tenor será informado hoy por Ruiz Alvelda a las fiscales, Érika Leguizamón y Florencia Torres Cianferoni.
Desde las 13, el ingeniero será indagado por doble imputación. "Abuso sexual con acceso carnal" y "abuso sexual simple", dos procesos diferentes que las funcionarias han acumulado desde el 2023, en que las hermanas víctimas acudieron a la Fiscalía.
Una de ellas es abogada. De acuerdo con su presentación, todo se inició a los 9 años. Desde entonces, hubo capítulos durísimos que ahora decantaron en una compleja investigación de final más que imprevisible, ya con el ingeniero privado de la libertad y dos imputaciones que pueden terminar en una condena de hasta 20 años de prisión.
Para los querellantes, "no hay prescripción", posición opuesta a la defensa, quien prefiere esperar e interiorizarse de las pruebas sobre las cuales la Fiscalía abogó por la detención. Para la querella, hay más víctimas del ingeniero, las que podrían avanzar con denuncias en los próximos días.
