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EL LIBERAL . Política

"Con el drama social sobre la mesa, hay mucha más urgencia en dar respuestas"

ENTREVISTA EXCLUSIVA El analista político, director de Synopsis, Lucas Romero, con EL LIBERAL

29/09/2024 06:00 Política
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"Con el drama social sobre la mesa, hay mucha más urgencia en dar respuestas" "Con el drama social sobre la mesa, hay mucha más urgencia en dar respuestas"

"La situación social ya tiene un número dramático sobre la mesa". Esa es un de las definiciones con la que empieza la entrevista Lucas Romero, politólogo, al hablar con EL LIBERAL. Pero además, señala que ese dato del 52% de pobreza que indica que más de la mitad de los argentinos están en esa situación, pone en jaque también a la base sobre la cual el Gobierno instaló en la gente, que valía la pena el esfuerzo por el superávit fiscal, pero que conforme pasan los meses no se verifican mejoras en la situación de la población.

-¿Qué impacto tienen en el Gobierno los datos de más del 52% de pobreza de esta semana?

-Es fuerte porque cuando se le ponen números a la realidad se vuelve muy difícil ocultarla, relativizarla y termina siendo el prisma bajo el cual los observadores efectúan algún tipo de evaluación sobre lo que está pasando. La situación social ya tiene un número dramático sobre la mesa. Es cierto que esto ocurre como consecuencia de un proceso de ordenamiento económico que inició el gobierno, que sabía que esto iba a producirse y que Milei advirtió el 10 de diciembre. Pero por más que el médico advierta que el tratamiento que va a aplicar es doloroso, eso no impide que el paciente sienta el dolor cuando el tratamiento se aplica. Hay un viejo dicho que dice no es lo mismo hablar de la muerte que morirse. Pasa algo parecido, no, no es lo mismo hablar del ajuste que experimentar las consecuencias del ajuste. No es un número más. Le pone un marco al contexto, social político y económico y el gobierno tiene que lidiar ahora con ese marco.

La consecuencia más negativa para el gobierno es que había construido la ilusión de que esta vez iba a ser diferente. Al comienzo de ciclo generó una ilusión en la gente de que esta vez podía ser distinto a pesar de que se iba a tener que atravesar un proceso de sufrimiento.

El Gobierno dijo la van a pasar mal, marzo y abril va a ser el peor momento. Pero a partir de ahí va a venir una recuperación y es algo que no se está verificando. Y aquí es donde ese número puede empezar a hacer daño sobre la ilusión que buena parte de la sociedad se construyó de que esto puede ser distinto. Viene a desafiar ese arco narrativo del oficialismo de que esta vez puede ser distinto porque hasta aquí y viendo el número, la cosa no parece muy distinta de lo que ya se vio. A partir de ahora con el número sobre la mesa, con el drama social sobre la mesa, hay mucha más urgencia de parte del gobierno en dar respuesta a la demanda de la sociedad que era una demanda esencialmente económica.

Si la gente no ve esa recuperación, si la gente siente que no estamos avanzando hacia una recuperación deseada, probablemente eso empieza a resentir mucho más el tronco sobre el cual sostiene la ilusión ciudadana y esto puede afectar los niveles de apoyo al gobierno que son críticos para un gobierno en minoría como este.

El Gobierno hasta ahora exhibió como principal argumento de su gestión el superávit fiscal y la desinflación, pero ¿cuánto más puede resistir ese argumento sin una clara recuperación económica?

El desafío de hacer un ajuste fiscal que es un desafío para cualquier gobierno, este gobierno lo intentó con la operación simbólica de construir el equilibrio fiscal como un objetivo deseable. Es decir, convencer a la gente que es bueno tener equilibrio fiscal, para justificar el ajuste. Es la construcción simbólica detrás de la narrativa del gobierno que ha venido ganando esa batalla.

El 60% de la opinión pública considera que es bastante importante que el gobierno logre equilibrio fiscal, esa batalla el gobierno la ganó. Pero el gobierno perdió otra batalla que es de convencer a la gente que esta vez el ajuste lo iba a pagar la casta. El 70% cree que el esfuerzo del ajuste está recayendo más sobre la gente que sobre la casta. Esto significa que la opinión pública está sufriendo las consecuencias del ajuste. Está verificando que ese ajuste está recayendo sobre la gente, con lo cual exige que la respuesta sea mucho más nítida respecto de que el equilibrio fiscal iba a ser la fuente de todas nuestras bondades. No alcanza con el superávit, necesita demostrar que ese superávit logra bienestar y mientras no lo demuestre, va a perder fuerzas la legitimidad del ajuste.

O sea, la recuperación económica es clave….

El gobierno se juega el sostenimiento de los apoyos y la consolidación de este ciclo en el proceso de recuperación económica. Si ese proceso no se verifica en los términos que el gobierno necesita, probablemente lo que veamos es un lento pero progresivo proceso de erosión de la base de apoyo del gobierno y esto lo va a complicar mucho porque el nivel de apoyo social no solo es el principal recurso político de este gobierno para garantizarse efectividad en la acción de gobierno, sino que ha sido un recurso muy efectivo para inhibir la resistencia política, para evitar que la oposición le ponga palos u obstáculos en la rueda para impedir la acción de gobierno.

El factor de riesgo que tiene este gobierno es la caída en los niveles de apoyo social. Si eso ocurre la salud de este gobierno va a empeorar considerablemente. Ahí está la importancia de la recuperación económica para este gobierno, es vital, es crítica porque la caída en los niveles de apoyo puede ser completamente perjudicial.

¿Cuánto dependerá en que hacía fin de año la gente perciba algún tipo de mejoras en su situación económica para que el nivel de aceptación del Gobierno no siga erosionandose?

Si hubiera un indicador económico para medir la satisfacción del cliente político, si estuviéramos en un mercado y consultáramos que tan satisfecha está la ciudadanía respecto a este gobierno, lo más cercano a ese indicador es el consumo. Porque es la forma que la gente puede verificar que efectivamente su calidad de vida mejora o no. Y ahí se ven muchas dificultades porque aún con números positivos en terminos macroeconómicos y en algunos indicadores económicos, ese indicador en particular, el consumo, no logra recuperar. En buena medida tiene que ver con que si bien se esta verificando una recuperaeción de los salarios, esos salarios vieron crecer el peso del costo fijo: servicios, alquileres, expensas, etc. La recuperación de los salarios está yendo a cubrir el mayor costo fijo que se está verificando en los ingresos de los hogares. El ingreso disponible, aquel que queda luego de descontar los costos fijos, cayó fuerte a inicios de año durante el proceso de mayor impacto de la inflación en los ingresos y luego se mantiene en niveles bajos, no se recupera y es lo que explica porque no se recupera el consumo. Mientras no se recupere el consumo va a ser muy difícil que la gente perciba con nitidez que el proceso de recuperación económica está impactando en su calidad de vida y en su bienestar.

El gobierno tiene ahí su mayor desafío y no tiene muchas herramientas porque este es un gobierno que descree de las políticas de incentivación del consumo. Particularmente ha sido muy crítico de lo que han sido las políticas de subsidio del kirchnerismo con lo cual lo que espera el gobierno es que sea el propio mercado el que produzca esa recuperación del salario y una mejora en el consumo. Si eso es así, probablemente lo que ocurra es que esa recuperación va a ser mucho más lenta.

El desafío del gobierno es cómo sostener los niveles de apoyo mientras el mercado se encarga de producir esa mejora, esa recuperación de los ingresos para que la gente pueda verificar que mejora su calidad de vida. Es un desafío complejo. El consumo va a ser la variable crítica para entender si la gente puede estar o no satisfecha con lo que el gobierno nos está devolviendo en materia de soluciones económicas.

¿Hay un intento de rearmado de la oposición tanto desde la UCR o del PJ o persiste la fragmentación?

Hay una oposición que opera, que actúa que está ubicada en un contexto muy desafiante, porque son los que representan a la política tradicional, a esa dirigencia política desprestigiada que sufrió la derrota el año pasado. Juntos por el Cambio y el peronismo perdieron frente a Milei. Esa dirigencia política desprestigiada y sumergida en la crisis reputacional sufre las consecuencias de esto. Y las consecuencias son que no pueden mostrar el liderazgo político, no pueden mostrar figuras políticas que resulten atractiva para el público y eso va a ocurrir sin solución de continuidad hasta la elección de medio término Porque la forma en que la gente pueda visualizar la emergencia de nuevos liderazgos en la oposición, solo va a poder producirse si ese liderazgo se ve ratificado por la vía electoral mostrando apoyo popular. Es decir, no vamos a ver liderazgos en la oposición, si no hasta la elección de medio término y si es que en esa elección de medio término algún liderazgo emerge triunfante electoralmente y que pueda demostrar que hay un sector en la sociedad que lo apoya porque la forma en que tiene la dirigencia política de revertir esa crisis de desprestigio es mostrar que son capaces de construir apoyo popular nuevamente .

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