Por el Dr. Ricardo Passone. Sociedad de Oftalmología de Sgo. del Estero
¿Cómo afecta la contaminación ambiental a los ojos? (segunda parte) ¿Cómo afecta la contaminación ambiental a los ojos? (segunda parte)
3. Blefaritis
¿No sabes cómo identificar esta enfermedad ocular? Permítenos ayudarte. Podrías sufrir blefaritis si notas enrojecimiento y picazón en el borde interno o externo de los párpados. Específicamente justo en la línea donde están las pestañas.
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A esto debemos sumar la presencia de inflamación, ojos rojos, irritados y llorosos. Así como también descamación en la base de las pestañas, en ciertos casos puedes sentir ardor y la sensibilidad a la luz es intensa, lo que genera un gran malestar e incomodidad.
Pero, ¿cómo se relaciona la blefaritis con la contaminación ambiental? La exposición constante a los contaminantes del aire provoca cambios en la película lagrimal, a su vez, influye en la evolución clínica de la blefaritis en los pacientes.
La acción del dióxido de carbono y las condiciones meteorológicas son factores que inciden de forma determinante en la aparición de este padecimiento, especialmente, se manifiesta en las grandes ciudades, sin distinción de género.
El tratamiento de la blefaritis normalmente incluye la atención durante la consulta médica y en el hogar. Se deben eliminar bacterias, ácaros y mantener bien limpio el borde de los párpados, sólo así podrán funcionar normalmente las glándulas de Meibomio que han sido obstruidas.
4. Conjuntivitis
Existe una estrecha relación entre los factores ambientales y esta enfermedad ocular. Por ejemplo, los contaminantes atmosféricos como dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, ozono y las partículas materiales, aumentan el riesgo de padecer conjuntivitis.
Esto lo sufren quienes se exponen por tiempo prolongado a la polución, cuando la calidad del aire no es óptima debido al humo de los automóviles y vehículos en general, los compuestos químicos y el polen, se convierten en una amenaza latente para tus ojos.
La conjuntivitis aparece cuando se inflama el tejido denominado conjuntiva, a su vez, esto provoca enrojecimiento y lagrimeo. Para prevenir esta situación lo más aconsejable es seguir las recomendaciones médicas.
5. Aceleración de enfermedades visuales degenerativas
Las enfermedades visuales degenerativas en el pasado estaban asociadas únicamente con la edad. Pero ahora se sugiere que la exposición a altos niveles de gases, principalmente causados por la circulación de multitud de vehículos, aumenta el riesgo de sufrir degeneración macular.
Quienes viven en áreas con niveles más altos de contaminación por vehículos son propensos a desarrollar degeneración macular. De la misma forma, fumar aumenta las posibilidades de padecer enfermedades oculares degenerativas gracias al daño oxidativo que generan.
Dicho esto, no se deben subestimar los efectos adversos de la contaminación. La aceleración de afecciones degenerativas va en alza hoy en día. ¿Por qué? Pues, el deterioro del medio ambiente afecta a una gran parte de la población que vive en las urbes.
¿Cómo cuidar tus ojos de la contaminación ambiental?
Sí es posible proteger los ojos de la contaminación. Tal vez resulta difícil, pero no imposible. El primer paso para no perjudicar la salud de tu visión es conocer a qué afecciones estás expuesto.
Adicionalmente, solo basta con conocer e implementar las sugerencias de los expertos. Preste atención a lo que sigue a continuación y solucione las inquietudes con su oftalmólogo de confianza. No cabe duda de que vale la pena contribuir con la salud visual.
- Evita la exposición a agentes dañinos. Ya cuentas con una lista precisa de cuáles son los más comunes. Con esto en mente, será más sencillo para ti mantenerte alejado de ellos.
- Aléjate del humo de los vehículos. En especial si vives en una ciudad con exceso de población. Si no es necesario salir a la calle, procura quedarte en casa.
- Protege tus ojos del medio ambiente utilizando gafas recetadas por un oftalmólogo. Así minimizar la influencia de los agentes contaminantes.
- Mantener una buena higiene de las manos también es fundamental. Llevarse los dedos a los ojos es una práctica común y si en ellos hay bacterias, suciedad y polvo, sin lugar a dudas tus ojos se contaminarán.
- Tomar suficiente agua durante el día ayuda a formar lágrimas. Es decir, la protección natural propia de los ojos que evita la resequedad.
- Cumpla con una dieta saludable rica en ácidos grasos Omega 3, verduras, zanahorias, espinacas, almendras, nueces y proteínas animales.
- ¿Tiendes a frotar los ojos con tus manos? Deja a un lado este hábito nocivo para evitar la irritación y posibles daños en la córnea.
- Usar gotas para los ojos, si no es alérgico a ellas, contribuye a mantener el ojo hidratado y menos propenso a resecarse.