Fuerte manifestación de religiosidad popular en la Fiesta Chica del Señor de los Milagros

Miles de devotos del Señor de los Milagros de Mailín se dieron cita ayer en la histórica villa, donde se realizó la Fiesta Chica en su honor, con la presencia del cardenal Mario Aurelio Poli, quien presidió la misa central de la jornada junto al arzobispo de Santiago del Estero, monseñor Vidente Bokalic.

A los cerca de un millar de peregrinos que llegaron a pie desde la ciudad Capital y distintos puntos de la provincia, se les unieron devotos que en todo tipo de vehículos llegaron desde la noche del sábado para participar de las ceremonias del domingo.

A las 7 se celebró la misa de bienvenida a los peregrinos, y desde la madrugada fue incesante el desfile de personas por el templete ubicado en el centro del pueblo, donde tomaron gracias ante la Cruz del Cristo Forastero.

Mientras tanto, el pueblo se vistió de fiesta con la instalación de cientos de puestos de ventas de todo tipo de productos, por lo que debieron cerrarse las calles que circundan a la plaza y las que rodean al santuario, tal como ocurre durante la fiesta mayor.

Celebración

A las 10 comenzó la misa central al pie del templete, y con una plaza colmada de devotos. El cardenal Poli y el arzobispo Bikalic llegaron en procesión desde el santuario, acompañados por numerosos sacerdotes del clero diocesano, y otros que llegaron de provincias vecinas.

Antes del inicio de la misa, monseñor Bokalic agradeció la presencia del cardenal Poli, quien se encontraba en nuestra provincia desde el jueves pasado, cumpliendo diferentes actividades.

Durante su homilía, Mario Poli destacó la religiosidad popular de nuestra provincia, y el gesto de amor de todos los peregrinos y devotos que llegan para venerarlo.

"Mirando el algarrobo, y mirando la Cruz, se me ocurrió una imagen: el Cristo de Mailín es una fuente de amor, por eso venimos tanto, por eso ustedes peregrinos vienen seguido, no hacen falta promesas, porque el punto de amor que surge del Cristo Crucificado que nos atrae… vinimos aquí porque nos atrajo él, su infinito amor, porque no hay mayor amor que dar la vida por los amigos, y todos somos sus amigos…", dijo.

Al finalizar hizo referencia a uno de los últimos acontecimiento de la Iglesia Católica en la Argentina, al recordar que "los santiagueños son de la Iglesia primada, felicitaciones".

"Primada porque se plantó la fe primero en la Argentina, es un acto de reparación hermoso que ha hecho el Papa, pero toda reparación tiene un deber, son la Iglesia primera para anunciar el evangelio, el evangelio de la Cruz de Mailín, el amor de Cristo", cerró.

Una vez finalizada la misa, la multitud acompañó a la Cruz en procesión, y la despidió en el atrio, antes de que sea colocada nuevamente en su cofre, donde se repitieron emotivas escenas.