Liliana Coronel tiene 45 años. Tras una dura lucha venció la enfermedad y le atribuye al acompañamiento del Señor de los Milagros, en cada una de sus intervenciones y tratamiento. "Estoy viva gracias a Él", sostiene.
El poder de la oración: venció un cáncer de mama y junto a su familia peregrina a Mailín El poder de la oración: venció un cáncer de mama y junto a su familia peregrina a Mailín
El dolor puede volverse soportable cuando se interpone la fe. La fortaleza puede agigantarse aún en los momentos de suma fragilidad, si se decide asumir los desafíos de Dios con la convicción de que Él mismo ayudará a superarlos. Los deseos pueden cumplirse, cuando se elige luchar por ellos, impulsados y acompañados por esa fuerza divina que no permite caer.
Analía Coronel mucho sabe de esto. Hoy se encuentra en plena peregrinación al Señor de los Milagros de Mailín, para demostrarle que todo es posible. Su fe en el Cristo Forastero la hizo volver a su altar, a pie, después de una intensa, dolorosa y larga lucha contra un cáncer de mama, que en su momento la obligó a abandonar sus visitas a la Villa.
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Recuperada, y a casi un año de haber recibido una intervención reconstructiva de su mama, que en su momento debió ser extirpada respondiendo a su tratamiento, el miércoles inició su camino a pie hacia el encuentro con el Señor de los Milagros, quien, según ella tuvo mucho que ver en su recuperación.
En diálogo exclusivo con EL LIBERAL, Analía contó cómo fue el proceso de su enfermedad que la obligó a suspender su peregrinación anual, por qué se aferró al Señor de Mailín en su lucha y lo que representa para ella volver a su altar, sana y con el apoyo de toda su familia.
"Hoy tengo 45 años y formo parte de la Coordinadora de Peregrinaciones Marianas desde mis 15. Hasta el año 2000 caminé hasta la Villa sin interrupción, pero el nacimiento de mi hijo, el trabajo y otras cuestiones me obligaron a suspender la caminata. Sin embargo, mi servicio continuó tanto en la Fiesta de mayo como en la Fiesta Chica. Hasta que en febrero de 2015 me diagnosticaron un cáncer de mama. En ese momento ya tenía dos hijos: uno de 15 y otro de 6 años. La agresividad de la enfermedad me llevó a una cirugía, una mastectomía, por lo que me sacaron el pecho. Allí inicio con quimioterapia, caída de cabello y todo lo que el proceso implica. Me aferré mucho a mi familia, que jamás me abandonó, y al Señor de Mailín", cuenta Analía, con su voz entrecortada al recordar todo lo que tuvo que pasar en los últimos años.
El poder de la oración es increíble. Lo dice ella, con la clara idea de convencer al mundo que su recuperación tuvo que ver en gran parte, con sus oraciones que todas las noches elevaba al firmamento. "Han sido dos años de pelea, de lucha, de rezo y oraciones. Orábamos todos en mi casa: mi madre, mis hermanos… hasta que en 2017 recibí el alta médica, y decidí volver a Mailín, caminando. Él no solo me permitió volver a su altar, sino hacerlo con la compañía de mi hijo, mi mamá, y mis hermanos que nunca me abandonaron. Fue emotivo todo. Desde que salimos hasta que llegamos", recuerda
"Poder decir que estoy viva es gracias al Señor"
Desde su alta médica, Liliana Coronel camina al encuentro con el Señor de los Milagros. Nada puede detener su entrega, porque ella sostiene que Él intercedió para que saliera triunfante en su lucha.
"Cómo no voy a agradecer al Señor de los Milagros, si Él me permitió poder estar viva, después de todo lo que pasé. Mailín nos unió aún más como familia. El apoyo del Señor fue incondicional. Sé que Él no me abandonó nunca", repite entre el llanto que hasta ese momento ya era insostenible.
Liliana fue sometida el año pasado a una reconstrucción mamaria y hoy camina para seguir agradeciendo: "Poder decir que estoy viva es puramente gracias al Señor. Por eso peregrino hacia su casa y lo haré mientras se pueda".
