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A 30 años de la batalla de Nevada

VER VIDEO. La primera chance mundialista del santiagueño no terminó como lo esperaban todos en Santiago del Estero, pero no se dejó caer y cuatro años después cumplió su sueño. Hoy, con 52 años, "Panza" revivió esa batalla.

10/09/2024 06:00 Deportivo
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Las imágenes televisivas muestran al "Chango" Córdoba con un corte en el arco superciliar derecho y con una hinchazón en el ojo izquierdo. La pelea por el título mundial ante el mexicano Humberto "La Chiquita" González, en Nevada, Estados Unidos, acaba de terminar en el séptimo round. Y el llanto de doña Marta, su madre, y de sus familiares directos envuelven en tristeza y preocupación a los vecinos del barrio Sarmiento.

Juan Domingo Córdoba, hoy con 52 años, no olvida su primera chance mundialista. Pasaron 30 años, pero el recuerdo sigue fresco en su memoria y en la de muchos santiagueños.

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"Si con una derrota me ha esperado la gente, qué hubiese sido si me consagraba campeón en ese momento, por cualquier accidente. Lo que iba a ser… Me acuerdo que me han esperado en el autobomba y fue una cosa muy linda que uno nunca se olvida", comenta el "Chango", máximo exponente del boxeo santiagueño.

"Panza", como le dicen los más cercanos, tiene mil anécdotas. "En la casa de un vecino, Julio Cortés, estaba viendo la pelea entre la Chiquita González y Michael Carbajal. Y digo: 'Algún día voy a pelear con uno de esos dos'. Y uno me dice: "Qué vas a pelear vos'. 'Ya vas a ver cuándo sea campeón del mundo y compre un buque, ya veo que te lleve a vos, a Sudáfrica voy a ir a pescar', le digo. Al poco tiempo me salió la pelea con la Chiquita González y había que ir a pelear. Me he sentido orgulloso, porque he peleado con un gran campeón del mundo, que no me ha volteado", cuenta.

El "Chango" tenía 22 años cuando le llegó su primera chance mundialista y se sentía bien preparado. "Salía a correr a las 5 de la mañana en el Parque Aguirre. Los domingos me iba ida y vuelta a San Esteban. Por ahí me iba a correr por la Lavalle, por la orilla del canal hasta el Puestito de San Antonio, volvía por la orilla de la vía hasta la Solís, después a la Colón y luego a la Posadas hasta mi casa. Yo siempre he estado bien entrenado, nada más que el otro ha sido más superior", opina convencido.

El entrenamiento y el estudio ocupaban gran parte de su tiempo. "Mi papá me decía: 'Usted siempre tiene que estar bien entrenado, porque el otro puede ser bueno, pero capaz que no tenga un buen entreno, se va a cansar de pegarte y usted estando bien físicamente va a poder dar vuelta la pelea. Pero el estudio no me deje. Si no llega con el boxeo, aprenda algún oficio para que se pueda defender económicamente'", recuerda emocionado.

"Estaba estudiando carpintería y había comprado toda la maquinaria, pero cuando estaba cepillando una madera me he hecho volar este dedo. Y así se ha dado hasta que he llegado a ser campeón del mundo. Mi papá se ha ido de este mundo dejando un hijo campeón del mundo", comenta en referencia al fallecimiento de su padre el pasado 22 de agosto del 2012.

A Estados Unidos viajó acompañado por su hermano José, Eduardo Barrios (padre de la Hiena, promotor), Juan Carlos Pradeiro (entrenador) y Mario Asencio Córdoba, su padre.

"Cuando llegué me encontré con otro mundo. Primera vez que subía a un avión. Qué lindo habría sido si se me daba ese tiempo y venía campeón del mundo de Estados Unidos, pero me han recibido como si fuera que me había consagrado campeón del mundo. Me ha esperado muy mucha gente", señala.

En el 94, Juan Domingo Córdoba estaba en boca de los santiagueños, pero no todos eran elogios. "Se hablaba de que me traían paquetes. Yo no hacía saber si eran paquetes o no, porque los mataba en el primero, segundo o tercer round. Antes de pelear con la Chiquita, me traen un brasileño (Mousa Santos Gomez). Mi hermano José me dice: "Hacelo durar". Y cuando he subido al ring se me lo ha parado al revés. ¡Zurdo! Pensé que me iba a ganar. Si también le he pegado, pero él ha sido más superior. Me regalan un empate. Al día siguiente, lo llevo a mi casa a comer asado", recuerda con un dejo de sinceridad.

"En Canal 9 recuerdo que he peleado con el zurdito Farías Páez, que me estaba ganando hasta que le he metido un galletazo en la tabla del cogote y lo he matado. He ganado en el séptimo", agrega con una sonrisa cómplice.

"Parece que la Chiquita ha visto mis videos. Él me ha peleado como zurdo, pero yo he visto videos de él y era derecho. El tipo tenía mucha experiencia. Muchos me decían que ha sido muy prematura la pelea con la Chiquita. Si yo en ese momento por casualidad, por cualquier accidente, me consagraba campeón del mundo, ¿iban a decir que era un campeón prematuro? El que no arriesga no gana. Y bueno… Me he ido a pelear. Nunca he elegido los rivales, he tratado de pelear con los mejores. Si he pegado y también me han pegado", reflexiona acerca de su carrera deportiva.

En el segundo round de la pelea, el "Chango" sorprendió en el segundo round, pero el mexicano pudo recuperarse. "Si ha sentido un derechazo en el mentón, pero no se ha podido hacer más nada. Me ha tomado el tiempo y bueno… Había que ir pa' delante. Han parado la pelea, porque se me ha cerrado el ojo. Ha sido piña. Hay muchos que me dicen que me ha cabeceado, pero yo no he sentido que me ha cabeceado, yo no he visto. Si siento que me ha pegado un cabezazo, voy a acusar el cabezazo. Me ha ganado bien", acepta.

"Después, debajo del ring nos hemos saludado, nos hemos despedido. Es una excelente persona, un tipo sencillo, muy respetuoso. No como otros que se te burlan", agrega en referencia a su rival.

Ya en el vestuario, quedó cara a cara con su padre. "Me dijo: 'No se toca para nada el tema. A seguir entrenando, a prepararse bien. Ya ha perdido, ya ha quedado atrás eso y hay que seguir'. Mi papá me podía retar si no me entrenaba como corresponde", comenta orgulloso.

En efecto, la derrota en Nevada no lo afectó: "Después la pelea con la Chiquita no me he tirado para abajo, he seguido entrenando con el apoyo de mi familia y gente amiga. Después he tenido una pelea en Tailandia con Catchai Sasakul (perdió por KOT en el octavo round) por el título del mundo del Consejo y la tercera chance me sale aquí con Melchor Cob Castro". El sueño de campeón mundial se cumpliría finalmente.

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