Las redes nos conectan con la sabiduría y el mal

Alejandro Dolina vuelve a La Banda con "La venganza será terrible", ciclo radial que lo encumbró y en el que mixtura reflexiones con humor, música y cierta teatralidad. A diferencia del año pasado, que hizo una sola función en el cine Renzi, esta vez realizará dos presentaciones en octubre.

En una lectura sobre lo que hoy sucede en la Argentina, ¿cabe aquello de que la ignorancia es mucho más rápida que la inteligencia?

Si, cabe. La ignorancia es rápida porque no se detiene a hacer consideraciones, saca conclusiones rápidas. Entonces, cuanto menos profundo es uno, más rápidamente emite juicios y lo hace además con una seguridad demoledora, porque el que está seguro de las cosas tampoco tiene piedad. Rápidamente, toma medidas, obra con mucha rapidez, entonces esa velocidad es un elemento de la crueldad también.

¿Se usa la ideología del odio, la grieta, para reinar?

Esa es una mala noticia que viene desde antiguo, pero asume formas diferentes y se apropia de la tecnología más avanzada para tener mayor eficacia. Cuando la tecnología y la inteligencia se pone al servicio de la destrucción, estamos en presencia de las tragedias más grandes.

Humberto Eco supo decir que las redes sociales le dan el derecho a hablar a una legión de idiotas, ¿cuál es tu mirada al respecto?

Yo creo que no todo es malo en las redes sociales. Tenemos elementos que nos permiten estudiar mejor, conectarnos con conocimientos, pero así como se puede arribar rápidamente al conocimiento también, con la misma rapidez puede conectarse con el odio, con la destrucción y el envilecimiento. De la misma manera que se consigue un dato con rapidez, ahora consigues envilecerte, prostituirte, conectarte con el vicio. Hay rápida conexión con el bien, con la sabiduría, y con el mal, con el odio y con el vicio.

"El arte es una forma de huir de cierta amenaza cotidiana para tomar contacto con lo profundo"

Parafraseando una de tus frases te la devuelvo en formato de pregunta: ¿El arte es la rebelión del hombre ante la estupidez de los sucesos cotidianos?

Es cierto que uno encuentra refugio en el arte y en general, los sucesos cotidianos son más bien antiartísticos, relacionados con el dinero, con lo que es más banal, y entonces siendo el arte una posición ante la vida, casi también una indagación a ver qué demonios es uno, a ver de dónde venimos y a ver adónde vamos, es evidentemente un refugio, una clase de pensamiento que sería el pensamiento artístico, que a su vez, cuando es complejo es filosófico. Es cierto, es una forma de huir de cierta amenaza cotidiana, de que no solo estemos pensando en los sucesos del día a día, en la cocina, en lo banal, en lo que realmente no tiene importancia. Ahí el arte nos permite tomar contacto con lo más profundo, con nuestro origen, con nuestro destino.

Alejandro Dolina compartirá con los santiagueños todas sus reflexiones en su nueva visita prevista para octubre próximo.

Alejandro Dolina contó cómo es su vínculo con el folclore santiagueño

"Nosotros tenemos siempre una conexión muy buena con algunas provincias, en especial, y justamente resulta ser que hay en esas visitas un contenido que parece ser diferente y en realidad no es, lo que hay es la emoción de la visita y de ser visitados que se juntan, entonces resignifican los contenidos". Con esas palabras, en una entrevista con la Radio Municipal, a la que la Secretaria de Comunicación, Fernanda Raschi, invitó especialmente a EL LIBERAL, Alejandro Dolina intentó explicar el éxito de cada una de sus visitas a Santiago del Estero. La próxima será en el marco de las actividades programadas por el 112.º aniversario de "La Cuna de Poetas y Cantores".

Sobre la música de los santiagueños, Dolina dijo: "No hemos tenido la oportunidad de entregarnos al fenómeno del folclore, pero sí lo conocemos históricamente como consumidores de arte. Yo soy muy admirador del arte santiagueño y tengo amigos que me han enseñado mucho, como el Chango Farías Gómez, y su familia. Conozco el folclore como consumidor de arte, no como artista, aunque a alguna zambita me he atrevido hace muchos años".