Cómo aman los que aman

Todos en algún momento de nuestras vidas experimentaremos el amar, tal vez en mayor o menor medida, tal vez una sola vez en la vida. Quizá ya amaste, quizá ya te amaron. Pero ¿Cómo amar? ¿Cómo aman los que aman? Esa duda nació en mí en una de las tantas noches que leía una novela, que comencé hace poco, pero se plantea el amor y, entonces, ¿Amar? ¿Qué es amar? Muchos tendrán algunas ideas, seguramente figuras impuestas por lo cultural. Últimamente se habla de "formas de amar". Se engloba en esto las diferentes orientaciones sexuales y autopercepción, cosas que tal vez ya hablé, cosas que todos saben que defiendo.

Y no defiendo, no sé, una persona homosexual solo porque creo que "me hace buena persona", "humilde", "inclusivo". No hay mayor acto de inclusión que el tratar el tema como inclusión. Si quieres que algo sea normalizado, deja de marcarlo como diferente. Eso aprendí hace poco. Pero les hablaré de ello en otra ocasión.

Ahora, recapitulemos. Amar es dar todo por el otro, ¿No? O bueno, es lo que todos deseamos si se pregunta. Alguien que no tema dar todo por ti, que sepa comprenderte, que conecten, que sea tu mejor amigo y más fiel amante. El amor es lo más complejo que hay. Pero como tal vez mencioné en alguna ocasión, en mí reina el amor por la sabiduría: la filosofía. Entonces, ante tales enigmas, investigué qué piensan los grandes sobre el amor. Puede resultar una manera más amigable de comprender todo este sentimiento.

Seguramente con las palabras "amor" y "filosofía" lo primero que llegue a ti es el amor platónico ¿Qué es realmente el "amor platónico"? Platón nos introduce al amor como una fuerza que impulsa a cada ser hacia la belleza y perfección. Que buscamos nuestra "otra mitad", de ahí el concepto de "media naranja". Es muy bonito que, para esta idea, se ha considerado al amor como una forma desinteresada y espiritual que busca la unión de la belleza y la verdad. Que el amor es una búsqueda constante de la perfección y la belleza ideal. Buscamos ciegos, tal vez. Queremos nuestro oasis. 

Me tomaré un momento para analizar el pensamiento de Michel Foucault ante el amor, que tal vez lo veía más por un lado de cómo el amor ha sido utilizado como una herramienta de control y cómo las normas sociales influyen en nuestras experiencias amorosas. Y traigo el tema a la mesa porque, como mencioné al principio, existen "diferentes maneras de amar". Si las normas sociales influyen en algo, sin duda ese algo es al amor. Cada sociedad tiene sus principios y convicciones, tiene sus reglas, tiene su esto y esto no. Si bien la lucha por "normalizar" el pensar distinto está casi controlado la situación, nuestra forma de ver y concebir el amor esta atada a cómo nos enseñaron a amar. Y no me refiero solo al amor romántico, Aristóteles consideraba la existencia del philia (amor amistoso) separado del amor romántico (eros), por ejemplo. Todo es amor, recuerden, todo es amor.

En mis lecturas me encontré con la mirada pesimista, si se quiere decirlo, de Schopenhauer ¿El amor nos conduce al sufrimiento y a la frustración? Sin duda, es algo que no podemos dejar pasar, no podemos negar y, por lo contrario, afirmo necesario para amar el hecho de sufrir. Y me dirán pesimista, pero ¿No es el sufrir por algo señal de cuánto lo queremos? Pero, Schopenhauer, tiene relacionadas las palabras "deseos efímeros" a su pensamiento. Quizá, lo que nos quiere hacer ver es que: amamos, sufrimos, queremos, pero cuando las cosas no se dan como nos gustaría, de a poco se pierde el interés. Lo planteo como algo personal, o sea, como un pensamiento personal. Espero sea aceptada esta postura.

Siguiendo con Schopenhauer, plantearé una última cosa: atracción física y deseo sexual. Ahí se fundamenta, considero, el pensamiento de Schopenhauer que tan pesimista vimos. Mantengamos en nuestra mente el concepto efímero y planteamos ahora la ilusión, ¿Tiene sentido, cierto? Su pesimismo puede estar dirigido al concepto de que muchas veces (muchas, no lo niegues) este eros, este amor romántico, no es más que esta idea, deseo o ilusión por la belleza de alguien, pasando al deseo carnal. El amor pasa primero por lo visual. Como se decía mucho cuando era pequeña pero que ahora no escucho ya, decían, "amor a primera vista". Sí, puede gustarte alguien en cuanto lo ves, puedes experimentar muchas sensaciones con ello, pero ¿Es amor? ¿O es una ilusión impulsada por deseos efímeros? 

La complejidad del amor, del amar y del ser amado es un tema que muchos filósofos han tratado, que muchos sociólogos también, personas y personas hablando, debatiendo, estudiando, examinando, pero, tal vez, no sea necesario pensar y analizar tanto las cosas. El corazón y nuestros sentidos reaccionan ante el amor de una forma que, ahora, no te resultó raro que haya usado un órgano para hacer que tengas la idea de "amor" en tu cabeza. Dejando de lado el amor y el corazón, ¿Estamos listos para amar? Quizá, es solo cuestión de dejarse llevar…