El aberrante sujeto aprovechaba cuando las víctimas quedaba solas para ultrajarlas. La causa comenzó con la denuncia de la mayor de las víctimas.
INSTRUCCIÓN. La causa fue investigada en la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual, por la Dra. Jésica Lucas.
Condenan a un exsubcomisario a 13 años de cárcel por abusar de dos menores Condenan a un exsubcomisario a 13 años de cárcel por abusar de dos menores
El ex subcomisario Ernesto Rafael Navarrete fue condenado a trece años de cárcel por abusar sexualmente de dos menores de edad, a quienes según la investigación judicial sometía aprovechando que sus madres salían de la casa y las dejaban para que él las cuidara.
Durante la jornada de ayer un Tribunal de Juicio Oral —integrado por los Dres. Juan Carlos Storniolo y Fernando Viaña— encontró a Navarrete culpable del delito de "abuso gravemente ultrajante agravado".
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En el juicio oral, que se inició dos semanas atrás, la Dra. Jésica Lucas —fiscal de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual— ventiló aberrantes detalles de los abusos que sufrían las víctimas, en momentos en que fueron menores de edad.
Según revelaron fuentes judiciales consultadas, durante la investigación el Ministerio Público determinó que Navarrete —quien fue exonerado de la fuerza policial en el año 2006—sometió sexualmente a las menores durante varios años.
La Fiscalía determinó que el ex "guardián del orden" utilizaba el mismo modus operandi para atacar a las menores: aprovechaba que sus madres salían de su casa y las ultrajaba.
Con respecto a la mayor de las víctimas, los ataques se concretaron entre 2000 y 2006 cuando el condenado estaba en pareja con su madre y ella tenía apenas 5 o 6 años y se extendieron hasta los 13.
Esta víctima radicó denuncia el 21 de mayo de 2018. Ya en pareja con otra mujer el imputado sometió sexualmente a otra niña.
Manoseos, ultrajes y violación
Durante el debate, la Fiscalía confirmó —a través de todas las evidencias recolectadas— que a la primera denunciante el aberrante sujeto la manoseaba y la hacía víctima de graves ultrajes sexuales, hasta que finalmente logró accederla.
Si bien se supo que el acusado no verbalizaba sus amenazas para que las víctimas guardaran silencio, éstas le tenían miedo ya que Navarrete era una persona violenta y que consumía alcohol en exceso.
Durante el debate oral, se pudo establecer la existencia de otra jovencita vinculada a la primera denunciante que develó que el ahora condenado también la manoseaba, pero nunca quiso hacer denuncia por temor a las represalias.
También en el juicio, el Tribunal hizo lugar al pedido de cambio de calificativa solicitado por la fiscalía ya que en primera instancia Navarrete estaba imputado del delito de "abuso con acceso carnal", pero finalmente fue condenado por "abuso gravemente ultrajante agravado".
Según se conoció, las víctimas aún se encuentran con tratamiento psicológico, para superar los traumas que le quedaron a causa de los abusos sexuales a que fueron sometidas.
Una vez dictada la sentencia, los jueces ordenaron que Navarrete fuera trasladado al Penal de Varones para que purgue ahí su condena.
