Entre la urgencia y la paciencia: el reto de las largas esperas en guardias médicas

Por Dr. Gabriel Santángelo,  coordinador académico de la Licenciatura en Gestión de Servicios de Salud de UADE.

La experiencia de espera prolongada en las guardias médicas es una vivencia común para muchos pacientes. Un problema no solo para el sistema público de salud sino también una situación habitual para el ámbito privado, más aún en épocas invernales. Comprender las razones detrás de estos tiempos de espera y explorar soluciones viables puede ayudar a mejorar la calidad del servicio y la satisfacción del paciente. Por este motivo, es importante analizar algunas de las causas y medidas sugeridas para abordar este desafío, considerando también el rol fundamental que la tecnología puede desempeñar en este contexto.

Uno de los factores más significativos que contribuyen a los tiempos de espera largos es el alto volumen de pacientes que acuden a las guardias médicas. Las emergencias médicas no son predecibles y, en ocasiones, ingresan numerosos casos al mismo tiempo, lo que puede sobrecargar rápidamente los servicios.

Es importante destacar que, en las guardias médicas, los casos se atienden en función de la gravedad, mediante un sistema de triage ("clasificación de pacientes"). Esto significa que pacientes con condiciones más graves serán atendidos primero, lo que puede aumentar los tiempos de espera para aquellos con condiciones menos urgentes.

La disponibilidad de recursos es otro factor crucial. Un número limitado de médicos, enfermeras y equipo de salud puede ralentizar significativamente la velocidad de atención, especialmente durante las horas pico o cuando faltan profesionales por diversas razones.

Sobre esta línea, es importante identificar ciertas medidas que pueden implementarse para mejorar y aprovechar este tiempo de espera. Una efectiva, con la intensión de reducir la ansiedad y la frustración, es informar a los pacientes sobre los tiempos de espera estimados. Tableros informativos en tiempo real y aplicaciones móviles pueden proporcionar actualizaciones constantes sobre el estado de la atención.

Mejorar las áreas de espera con asientos cómodos, acceso a Wi-Fi gratuito, y entretenimiento como televisión o revistas puede hacer que la espera sea más llevadera, así como también ofrecer facilidades como estaciones de carga para dispositivos móviles. Juegos tanto físicos como digitales son fundamentales para "distraer" y focalizar la atención en otros aspectos no solo en la espera. 

Además, adoptar modelos de gestión eficiente puede optimizar la distribución de recursos. Esto implica una revisión constante de los flujos de trabajo, eliminación de prácticas redundantes y reasignación de tareas según la demanda en tiempo real.

Utilizar el tiempo de espera para educar a los pacientes sobre temas de salud puede ser beneficioso. Pantallas en las salas de espera que transmitan información sobre prevención de enfermedades, nutrición y cuidados personales pueden agregar valor al tiempo de inactividad.

La tecnología puede cooperar en el aprovechamiento del tiempo para temas de salud, por ejemplo, las aplicaciones móviles pueden proporcionar a los pacientes información sobre los tiempos de espera en distintas unidades de emergencia, algo que podría permitirles tomar una decisión informada sobre dónde acudir. Algunas aplicaciones también permiten a los pacientes registrarse antes de llegar, lo que puede reducir el tiempo de espera una vez en el lugar.

Por su parte, la telemedicina puede aliviar la carga de las guardias médicas permitiendo consultas rápidas y evaluaciones preliminares vía videollamadas. Esto puede ayudar a determinar si una visita presencial es necesaria, si el problema puede resolverse de otra manera, hasta para -en ocasiones- recetar medicamentos u obtener órdenes para estudios.

En conclusión, abordar los tiempos de espera prolongados en las guardias médicas requiere un enfoque multifacético que combine un mejor uso de los recursos, una comunicación efectiva y la integración de soluciones tecnológicas. De esta manera, no solo se mejorará la eficiencia del sistema de salud, sino que también se incrementará la satisfacción y el bienestar de los pacientes.