"Pensé que me iban a matar; cuando me mordían la cara creía que me iban a encontrar en pedacitos"

Luego estar más de diez días internada y sometida a varias cirugías, Antonia Caro, la empleada municipal atacada por cuatro animales caninos mientras se dirigía a su lugar de trabajo, dialogó en exclusiva con EL LIBERAL y contó el calvario que vivió.

"Hace tres años que hago el mismo recorrido. Todos los días paso por ahí ir para ir a mi trabajo", comenzó diciendo Antonia y haciendo referencia a las inmediaciones de calle Rodríguez y Avenida del Libertador, en el barrio Industria, donde fue atacada por la jauría.

Sostuvo que ese día los dueños de los animales "dejaron el portón abierto, y ellos (por los perros) andaban afuera. Cuando me vieron se abalanzaron sobre mí. Yo llevaba un escobillón que uso para trabajar y con eso traté de defenderme, pero ellos me encerraron y me tiraron al piso".

"Yo los peleaba, los peleaba y gritaba para que me ayuden, pero era muy temprano. Ahí me han volteado al piso. Me agarraron las piernas. Me hicieron cruzar de una orilla a otra la calle. Cuando me agarraron del cuello ahí ya pensé que me iban a matar. Me mordieron la nariz. Ya no tenía fuerzas para pelearles más", explicó Antonia, aún conmocionada por el horror que vivió.

Antonia recibió ayuda de un vecino. "Gracias a Dios, ese hombrecito escuchó mis gritos y me salvó. Si no llegaba alguien estoy segura de que me iba a matar, que me iban a encontrar por pedacitos cuando amaneciera". Cabe recordar que el hecho sucedió cerca de las 5.30.

Siguiendo con su relato, la empleada municipal manifestó: "El hombre le gritó a su esposa e hija que llamen a la policía y una ambulancia. Después yo, con ayuda del escobillón, arrastré mi celular que había volteado, y llamé a un compañero para que le avisen a mi capataz".

Antonia fue trasladada al Hospital Regional, donde recibió las primeras curaciones. "Ahí (por el nosocomio capitalino) me cosieron la cara, el cuello, las piernas y después me derivaron a una clínica privada donde me vio un médico cirujano".

"Como me habían cosido así nomás, los médicos me tuvieron en el quirófano por tres horas hasta que me reconstruyeron todo de nuevo. El viernes tengo que ir nuevamente a control porque me tienen que hacer otra cirugía, necesito un injerto porque me arrancaron la carne", explicó.

"Estoy viva de milagro. Quiero que se haga justicia, que se lleven a esos perros –que serían dos mestizos y los otros dos cruzas con Dogo– porque si le pasaba lo mismo a una criatura la matan. Además, los chicos cruzan por ahí para ir a la escuela", finalizó Antonia.

Secuestraron a los animales; hay graves antecedentes

La Fiscalía de turno ordenó que la policía realice un informe sociombiental y que se dé intervención a los efectivos de la División Canes, quienes el sábado se llevaron a dos de los perros en cuestión. Mientras tanto, Antonia confirmó que era la segunda vez que los mismos animales la habían atacado. "Hace como dos o tres meses ya me mordieron, pero esa vez las heridas fueron en las piernas", sostuvo la víctima. 

Además, sostuvo: "Yo no soy la única víctima de esos perros, según me contaron los vecinos antes de atacarme a mí, habían volteado a una mujer de la motocicleta y también la mordieron". Antonia hizo hincapié en que el día que resultó herida el portón de la casa estaba abierto.

"Yo paso todos los días y los perros cuando me sienten se abalanzan contra la tela metálica, pero no salían. Ahora salieron porque estaba el portón abierto". 

Consultada sobre el accionar de los propietarios del animal, la mujer contó: "Ellos fueron a mi casa mientras yo estaba internada y les quisieron entregar a mis hijos $50.000 para mis gastos, pero ellos no le aceptaron. También me mandaron algunos mensajes preguntándome cómo estaba, pero después cuando me dieron el alta no supe nada más de ellos", dijo.