Actividad física en niños y adolescentes con cáncer: la importancia de mantenerse activo

En Argentina se diagnostican 1300 casos nuevos por año entre ellos leucemias, tumores de sistema nervioso central y otros. En los países desarrollados aproximadamente se recuperan el 80% de ellos. En ello, mucho tiene que ver la actividad física, por todos los efectos positivos que generan en el organismo que está recibiendo un tratamiento para vencer este tipo de enfermedad.

En diálogo con EL LIBERAL, el Dr. José Stenberg, médico cardiólogo infantil y deportólogo, se refirió a la temática y brindó su punto de vista al respecto.

"Existen tratamientos quirúrgicos, medicaciones (quimoterapia), radiaciones etc. Estos tratamientos no están exentos de reacciones adversas, entre ellas caída en las defensas lo que lleva a infecciones, caída del cabello, alteraciones del hígado, del riñón, del corazón, entre otros; y además produce alteraciones físicas, sicológicas y cognitivas. Durante las internaciones mejora la tolerancia a los quimioterápicos, disminuye la fatiga y el estado de depresión. Además de estas complicaciones de la etapa de la enfermedad, 75% de los pacientes recuperados tendrán en el futuro enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial, obesidad, dislipidemia, infartos, accidentes cerebrovasculares", advierte en primera instancia el profesional.

Sin embargo, una forma de aliviar todo aquello que el tratamiento provoca en el organismo, es la actividad física.

"La actividad física aporta diversos beneficios; mejoría cardiovascular y muscular del funcionamiento físico en general, disminución de la fatiga y beneficios sicológicos. Además genera aumento de la producción de los glóbulos rojos, disminuye la pérdida de masa ósea, inhibiendo la osteoporosis, ayuda a mejorar la masa muscular y la capacidad aeróbica, y consecuentemente, mayor autoestima, lo cual seguramente redundará en evolución en su estado inmunológico", resalta Stenberg.

"Disminuye el riesgo de enfermedades"

El Dr. José Stenberg asegura que la actividad física debe ser adquirida como un estilo de vida siempre, al margen de la enfermedad que se transita en el momento, ya que su práctica ayudará a mantener una vida saludable o bien elevar las defensas en caso de tener que enfrentar alguna dolencia. "Se debe indicar ejercicio para favorecer la adquisición del hábito de la actividad física y disminuir el riesgo de enfermedades en el adulto. Cada niño/adolescente debe ser evaluado adecuadamente en su condición cardiorrespiratoria, muscular, flexibilidad, coordinación, composición corporal y un interrogatorio acerca de su estado emocional; con lo cual se puede prescribir en forma personalizada las actividades a realizar; como ser trabajos de fuerza, coordinación, entrenamiento aeróbico etc.", recomienda el deportólogo.

La actividad física es una herramienta que suma

Si bien un padre no suele escatimar esfuerzos y gastos cuando se trata de la salud de su hijo, en situaciones extremas, esta definición suele acentuarse.

En este sentido, el profesional sentenció: "Debe quedar en claro que la actividad física es una herramienta/tratamiento para sumar a un niño con un problema oncológico, es de bajo costo, con resultados a corto y largo plazo y sin efectos adversos por lo cual su implementación no resiste el menor análisis y no es una opción que un paciente sea privado de ella en su lucha por vivir en condiciones de dignidad, tanto en internado como en ambulatorio".