Alertan que la pérdida de la voz puede indicar problemas que requieren atención médica

La pérdida de voz, también conocida como afonía, es una condición que puede afectar a personas de todas las edades y profesiones. Esta situación puede ser temporal o, en algunos casos, puede indicar problemas más serios "que requieren atención médica con los médicos otorrinolaringólogos o terapéutica con los licenciados en Fonoaudiología, y mejor aún si son especializados en vocología".

Así lo expone la licenciada en Fonoaudiología Anita Lucrecia Lemos, quien mencionó que "dentro de las causas de la pérdida de la voz, podemos encontrar aquellas que están relacionadas con factores orgánicos o funcionales y las que están relacionadas con factores emocionales o psicógenos".

Respecto de las primeras las causas más comunes, enumeró:

"Infecciones del tracto respiratorio superior: Resfríos, gripes y otras infecciones pueden inflamar las cuerdas vocales, causando una pérdida temporal de la voz.

Uso excesivo de la voz: cantantes, maestros y locutores pueden experimentar afonía debido al uso excesivo o incorrecto de la voz. Gritar o hablar en voz alta durante períodos prolongados también puede causar daño, este tipo de situaciones es común ver en niños.

Reflujo gastroesofágico: El ácido del estómago puede subir hacia el esófago y la laringe, irritando las cuerdas vocales y causando pérdida de la voz también.

Alergias: Estacionales o perennes pueden inflamar las vías respiratorias superiores afectando las cuerdas vocales.

Nódulos, pólipos y quistes vocales: Crecimientos benignos en las cuerdas vocales pueden interferir con la producción de la voz y requieren tratamiento médico, terapéutico y/o quirúrgico.

Condiciones neurológicas: Enfermedades como la parálisis de las cuerdas vocales, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple pueden afectar la capacidad de hablar".

La experta añadió que "otro tipo de causas de pérdida de la voz relacionadas con razones emocionales o psicógenas, son las conocidas como afonía psicógena, fenómeno donde una persona pierde su capacidad para hablar sin una causa física aparente. Esta condición está relacionada con factores psicológicos o emocionales y puede ser temporal o prolongada también".

Dentro de las causas más comunes de este grupo mencionó al estrés extremo y a la ansiedad, ya que "pueden provocar tensiones musculares en la laringe, interfiriendo con la producción normal de la voz, situaciones como exámenes, presentaciones en público, problemas personales o laborales".

"Experiencias traumáticas, como la pérdida de un ser querido, abuso físico o emocional, o eventos extremadamente angustiosos, pueden llevar a la afonía, como accidentes, violencia doméstica, traumas infantiles. La depresión puede manifestarse de diversas maneras, incluida la afonía psicógena. La pérdida de interés en la comunicación y el retraimiento social pueden influir en la capacidad de hablar", amplió.

También mencionó miedo y fobias, "específicamente relacionadas con hablar en público o situaciones sociales pueden llevar a la pérdida temporal de la voz, por ejemplo, la Glosofobia (miedo a hablar en público)", y a los "conflictos internos, situaciones personales no resueltas, como la lucha entre deseos personales y presiones externas, pueden expresarse físicamente como afonía, como dificultades para expresar sentimientos, presión para cumplir con expectativas ajenas".

Cuándo y dónde buscar ayuda profesional

"Si la pérdida de la voz es persistente o recurrente, es importante buscar la atención de un profesional de la salud. Un otorrinolaringólogo (especialista en, nariz, garganta y oídos) junto a un fonoaudiólogo puede realizar una evaluación completa para determinar la causa subyacente y recomendar el tratamiento adecuado. La intervención temprana puede prevenir complicaciones más graves y asegurar una recuperación más rápida.

Lo ideal es una evaluación médica, un examen físico y revisión del historial médico para descartar infecciones, lesiones o condiciones neurológicas, una evaluación otorrinolaringológica, y la evaluación fonoaudiológica para analizar y diagnosticar alteraciones en la producción vocal".

Medidas preventivas que se pueden adoptar contra la pérdida de la voz

Entre las medidas para prevenir la pérdida de la voz, la licenciada Lemos, recomendó:

- Autocuidado: sostener hábitos de vida saludables, como ejercicio regular, una dieta equilibrada y un buen descanso.

- Atención psicológica temprana: buscar ayuda psicológica ante los primeros signos de estrés emocional o ansiedad, en el caso de que la afección sea de origen psicógeno.

- Hidratación: mantenerse bien hidratado es esencial para el buen funcionamiento de las cuerdas vocales. Se recomienda beber al menos 8 vasos con agua al día.

- Descanso vocal: evitar hablar en exceso y descansar la voz cuando sea necesario, especialmente si se siente irritación o fatiga vocal.

- Técnicas de voz: aprender y practicar técnicas adecuadas de uso de la voz. Los profesionales de la voz, como cantantes y actores, a menudo trabajan con fonoaudiólogos para mejorar la calidad vocal.

- Tratamiento de alergias: controlar las alergias con medicamentos apropiados y evitar alérgenos conocidos.