Según los especialistas, se trata de patrones que en el invierno se relacionan con la depresión o el desgano, mientras que en el verano la falta de sueño adecuado puede irritar o inquietar a la persona.
Advierten que la primavera puede acarrear también trastornos afectivos estacionales Advierten que la primavera puede acarrear también trastornos afectivos estacionales
Según el Instituto Nacional de la Salud Mental, el trastorno afectivo estacional, también mencionado como depresión de invierno o depresión estacional, es un tipo de depresión que va y viene con las estaciones. Por lo general comienza a finales de otoño y principios del invierno y desaparece durante la primavera y el verano. Sin embargo, algunas personas tienen episodios de depresión que comienzan en la primavera o el verano.
Sobre el tema, la psicóloga licenciada Emily Azar sostuvo que "se ha comprobado que cuando se dan ciclos de comienzo y cierre de las estaciones del año se producen alteraciones en el estado de ánimo, la motivación, la organización incluso. Todo ello por supuesto repercute en la rutina y en cómo uno se organiza en el tiempo, en base al clima".
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"Generalmente se hacen asociaciones en cuanto a polaridades a nivel invernal, donde hay síntomas de tipo depresivos, que en realidad son más afectivos, y llegando a fines de la primavera, se asocia más al despertar primaveral, que no tiene que ver con la depresión primaveral, sino con el cambio de rutina. Se entienden los estados emotivos estacionales, dentro de lo que son el patrón invernal y el patrón de verano", explicó.
La especialista precisó en ese sentido, que "el patrón invernal implica encerrarse un poco, dormir demasiado, poner en práctica el famoso 'ivernamos', se come un poco más, se siente necesidad de comer más dulces. Al revés se da el patrón de verano, donde la tendencia va más hacia el insomnio, y aparece la ansiedad, pero no tanto por el apetito, y la persona está un poco más irritable, más molesta, más inquieta".
"Hay investigaciones algo nuevas, de la mitad del siglo XX, en las que encontraron que existe relación con lo que es la luz del sol, la serotonina, la melanina, las vitaminas, una serie de factores físico químicos y nutricionales, que llevan a la alteración en el estado de ánimo", amplió.
La licenciada aseguró que "también se observa en los controles que se hacen cuando se inicia una estación y termina otra, que se producen ciertas alteraciones especialmente en cuando a la administración de psicotrópicos, según la vulnerabilidad o la tendencia que tenga el paciente".
