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Crecen las consultas por Sibo: de qué se trata y cómo lograr una alimentación adecuada

Los síntomas más clásicos atribuibles al Sibo son distensión, diarrea alternando con constipación o intermitencia de ambas, dolor o disconfort abdominal, experimentados por 2/3 de los pacientes.

27/07/2024 06:00 Santiago
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Crecen las consultas por Sibo: de qué se trata y cómo lograr una alimentación adecuada Crecen las consultas por Sibo: de qué se trata y cómo lograr una alimentación adecuada

"Es muy frecuente presentar este diagnóstico clínico en los últimos tiempos. Se refiere al Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado, causando trastornos gastrointestinales importantes", confirma la Lic. Raquel Carranza, especialista en Nutrición, en un diálogo exclusivo con EL LIBERAL.

El Sibo (del inglés Small Intestine Bacterial Overgrowth) es un término generalmente aplicado a un desorden clínico donde existen síntomas, signos clínicos y/o algunas anormalidades en el laboratorio que pueden ser atribuibles a cambios en el número de bacterias o en la composición de la población bacteriana en el intestino delgado.

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"La presencia de estos microorganismos de manera abundante es normal en el intestino grueso, pero afuera de los parámetros considerados normales puede causar síntomas incómodos y problemas de absorción de nutrientes", sostiene la especialista, quien a su vez cuenta que en la provincia hubo un notable incremento de consultas que desembocan en este diagnóstico.

Síntomas

Los síntomas más clásicos atribuibles al Sibo son distensión, diarrea alternando con constipación o intermitencia de ambas, dolor o disconfort abdominal, experimentados por 2/3 de los pacientes.

"La esteatorrea (presencia de grasas en materia fecal) puede verse en casos más severos, e incluso deficiencias de vitamina B12, vitamina D, y de hierro, aunque en general estas deficiencias son más sutiles y pueden no ser detectables. Algunos pacientes manifiestan fatiga o dificultad para concentrarse. Sin embargo, ninguno de los síntomas puede ser específicamente atribuible al Sibo y los síntomas frecuentemente se superponen con otros diagnósticos, tales como Síndrome de intestino irritable o dispepsia funcional", explica Carranza.

Hay estudios que determinan la presencia de la enfermedad en el organismo. 

En este sentido, la Lic. Carranza indica que "se realiza su diagnóstico mediante el Test de aire espirado (TAE), que debe ser indicado por el médico gastroenterólogo".

¿Cómo se lo trata?

Hay terapia farmacológica, en la que "se usa diferentes antibióticos, entre los cuales podemos mencionar a la clindamicina, metronidazol, neomicina, rifaximina, ampicilina, amoxicilina, ciprofloxacina, eritromicina, y otros, con duración variable del tratamiento. Dentro de ellos, la rifaximina tiene características únicas, dado que carece de absorción sistémica y presenta mínimos efectos secundarios. Esta medicación siempre debe estar indicada por un profesional competente", advierte Carranza.

En tanto que en las terapias no farmacológicas son un "pilar fundamental en el tratamiento".

"El abordaje dietético se basa en intentar disminuir la llegada de componentes fermentables por las bacterias intestinales, con la producción de gas y efecto osmótico que esto puede traer como consecuencia. La dieta baja en FODMAPs (sigla en inglés de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables) suele ser el abordaje nutricional más recomendado actualmente, sobre todo en el periodo del tratamiento farmacológico. El tratamiento es temporal y muy restrictivo que busca restablecer el equilibrio del microbioma intestinal", sostiene.

Lo que se puede consumir en la etapa

La dieta baja en Fodmap es un plan de eliminación que presenta tres etapas - Primero, durante el tratamiento se suprime el consumo de ciertos alimentos. A continuación, los reintroduce lentamente por etapa para ver cuáles son los que siguen causando sintomatología; y una vez identificados los alimentos que causan los síntomas, podrá evitarlos mientras vuelve a consumir todos los demás.

Cuáles evitar

Fructanos: se encuentran en el ajo, la cebolla y el trigo; Fructosa: se encuentra en frutas, miel y jarabe de maíz con alto contenido de fructosa; Galáctanos: se encuentran en legumbres (porotos, lentejas, etc.); Lactosa: se encuentra en los productos lácteos; Polioles: se encuentran en frutas con semillas, y en alcoholes de azúcares.

¿Qué puede desayunar una persona con Sibo?

"Como se dejó en claro, en la alimentación para Sibo queda afuera el gluten, azúcar, lácteos y alcohol", sostiene Carranza. Por ello se recomienda para el desayuno una taza de bebible de coco o leche deslactosados con canela o infusión de agrado; una porción de arándanos; y 2 rodajas de pan sin TACC, de harina de almendras, coco con queso o palta en puré, o bien huevo revuelto en cocción saludable.

"Si presenta diagnóstico de Sibo, es conveniente adherirse a un plan alimentario diseñado por un profesional a fin de evitar agravamiento de la sintomatología y/o carencias nutricionales, además del tratamiento farmacológico a fin de alcanzar efectividad, y saber que se trata de un plan temporal, que tiene retorno a la alimentación tradicional", sostuvo.

Qué alimentos sí se pueden consumir durante el tratamiento: tips para mantener una buena alimentación

Lácteos bebibles: deslactosados descremados (leche o yogur) o si persiste la inflamación usar bebible de coco en su reemplazo.

Quesos: descremados y deslactosados.

Carnes: puede incluir todos los tipos siempre en cocción saludables.

Hortalizas: siempre depende de la tolerancia alimentaria que se presente. En general, elegir las que presentan bajo contenido en carbohidratos (tomate sin cáscara y sin semillas, zanahorias, remolachas, calabazas, palta, hojas de espinacas o acelga, arvejas, zuccinis y zapallitos verdes) todas ellas modificadas por calor, es decir siempre cocidas.

Frutas: al igual que las verduras elegir según tolerancia alimentaria; convienen las que tienen bajo contenido de fructosa (arándanos, kiwi, frutillas). Siempre consumirlas modificadas por cocción.

Panes y galletas: elegir todas sin TACC, sin azúcar y bajos en grasas o bien panificados de harina de almendras o panes proteicos.

Dulces y mermeladas: con poca frecuencia y sin agregado de azúcares.

Cereales: en lo posible incluirlos en poca cantidad y poca frecuencia, y preferir los sin TACC.

Infusiones: las de sabores suaves tipo manzanilla, canela, matecocido suave.

Condimentos: suaves y naturales como orégano, tomillo, romero, canela, etc.

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