Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Viceversa

Crónicas de la ruta del maquillaje

Por Belén Cianferoni.

21/07/2024 06:00 Viceversa
Escuchar:

Crónicas de la ruta del maquillaje Crónicas de la ruta del maquillaje

En mis treinta y muchos, maquillarme se volvió un canto de guerra. Pasé por todas las modas: tuve el delineado chiquito de los dos mil, tuve la cara como panda con ese polvo blanco cubre ojeras, usé miles de tonos más claros que mi piel, hice cada desastre en mi cara y salía caminando de lo más feliz por la vida. Era otra, no era yo.

Jugué, sobre todo jugué, buscando crear otra cara sobre mi piel. Mirarse en el espejo puede llevarte a una de las guerras silenciosas más crueles que podrías enfrentar. Cuestionarte todo: el pelo, la piel, el color, el tamaño, e incluso la nariz.

También te puede interesar:

Agarras todos los productos y empiezas silenciosamente el proceso de intercambio de cara. Blanqueas manchas, quitas arrugas con sus años, alargas rasgos, eliminas otros, y poco a poco puedes ser otra persona por unas horas. Sistemáticamente quitas el color de tus malas decisiones de la noche anterior. ¿Bebiste un traguito de más y hoy, que tienes que ir al trabajo, sientes que pateas tus párpados? No importa, corazón, todo se puede ocultar. Todas esas malas opciones pueden quedar en el pasado... por el precio correcto.

Todo tiene un costo en esta vida. ¿Estamos dispuestas a pagarlo? 

Tomemos otro tema en consideración: la memoria de nuestro cuerpo. Jamás olvida. ¿Recuerdas la forma de la nariz de tu bisabuela? Tu cuerpo sí. ¿Recuerdas el color de la piel de tu abuela? Tu piel sí. La memoria física que habita en tu ser impide que los poros se callen por mucho tiempo. Durante un momento puedes jugar a pasear por el cuerpo de otra persona, sentir sus fuerzas, sus emociones, pero tú y yo sabemos que es un viaje que dura un par de horas.

Inevitablemente volverás a la piel de tus antepasados, a ver las curiosas orejas de tu padre asomarse burlonamente como pequeños satélites, al collar de pestañas que te regaló tu madre que acarician tus ojos, volverás a tu lugar en el mundo.

Yo vuelvo a la cara de mi abuela, vuelvo a Oriente como una princesa persa escapando del desierto. Mientras me desmaquillo, busco en el oasis de mis ojos un segundo de paz y ternura. Paciencia y amor, de mí hacia mí, fuerza para abrazar otro día más y para robar otras horas más al sueño.

Tengo treinta y seis, en breve tendré treinta y siete, pero aun así sonrío a mi rostro cansado, como una niña que se levanta con la modorra de haber llegado del colegio con cansancio.

Vuelves de la ruta del maquillaje, te ves en el espejo y… ves a una vieja amiga. Procura volver a un espacio tranquilo y lleno de amor. Sin guerra, pero siempre listo para ayudarte a batallar en el día a día. Vuelves a vos.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy