El joven tiene 20 años y no heredó la pasión de Diego Díaz Gallardo que fue campeón argentino y del mundo en el boxeo. Habló con EL LIBERAL y dijo que antes el "Pincha" tenía muchas ganas de jugar.
Matías Díaz Cantoni, el delantero que no se dejó ganar por el gusto de su papá Matías Díaz Cantoni, el delantero que no se dejó ganar por el gusto de su papá
Matías Díaz Cantoni tiene 20 años y todo un futuro por delante en Central Córdoba. Llegó este año a la entidad del barrio Oeste y es uno de los jóvenes futbolistas que el entrenador Lucas González Vélez tiene en carpeta para hacerlo debutar en cualquier momento en la Liga Profesional de Fútbol.
El miércoles estuvo integrando el banco de suplentes en la victoria del Ferro ante Estudiantes de La Plata por los 16avos de finaL de la Copa Argentina, en Córdoba, y al igual que muchas promesas del fútbol argentino también se ilusiona con tener su oportunidad y demostrar sus condiciones futbolísticas.
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Pero hay un dato que tal vez pueda sonar un poco raro en esta cuestión. Sobre todo por cómo nace esta pasión por el fútbol de parte de Matías y que nada tiene que ver con lo que hizo su papá Diego Díaz Gallardo cuando éste llegó a triunfar en el boxeo profesional argentino e internacional.
"Nunca me gustó el boxeo. Soy cero violencia y tranquilo. Sí lo practiqué, pero lo tomé como algo para hacer una rutina nada más. Siempre me dediqué al fútbol desde chico", expresó Matías cuando ayer habló con EL LIBERAL y dio sus impresiones sobre un caso que no deja de ser un poco extraño dado al ámbito en el que se crió y donde siempre el boxeo era un tema recurrente.
Matías es de aquellos chicos que recién empiezan a meterse de lleno en el ambiente del fútbol profesional donde el clima es totalmente diferente a cualquiera de las otras divisiones que dominan la actividad. El miércoles estuvo sentado a la par de varios de los jugadores que llegaron como refuerzos a Central Córdoba y cuando comentó sus sensaciones confesó que le sobraban ganas de jugar.
"Estaba un poco ansioso y nervioso a la vez. Era la primera vez que compartía la concentración con el plantel profesional y tenía muchas ganas de jugar. Fue una experiencia muy linda y feliz porque también el equipo se clasificó y todos volvimos muy contentos", señaló.
Si bien es cierto que antes de ser jugador de Central Córdoba (tuvo un paso por Mitre también) había jugado en otras posiciones, Matías aseguró que su puesto natural es el de número 9 y que se fija mucho en el juego de Julián Álvarez, el delantero del Manchester City de Inglaterra y del seleccionado argentino de fútbol.
"Me gusta cómo se despliega por todo el ataque. Es un jugador que lucha mucho y las pelea a todas. Soy de fijarme en él y tratar de hacer lo mismo", apuntó el atacante ferroviario.
Mientras charlaba con EL LIBERAL, su papá Diego y su hermano Facundo (arquero de la octava división de Central Córdoba), eran testigos de la entrevista y en cada palabra del futuro goleador del "Ferro" salían gestos de aprobación.
"Matías tiene a toda la familia muy ilusionada y contenta a la vez. Más allá de que eligió ser futbolista y no se inclinó por el boxeo, siempre tuvo el apoyo mío y el de su mamá. Es un chico que la viene luchando desde las escuelitas de fútbol y nos pone muy contento lo que le está pasando hoy. Siempre vamos a querer que le vaya bien y ojalá que se le pueda dar la oportunidad de debutar en la Liga Profesional", afirmó Diego, cuyo papá también era un destacado jugador de Comercio Central Unidos.
Facundo es otro de los que también sueña y aspira a llegar muy lejos con el fútbol. "Al principio era jugador de campo en la escuela del Lawn Tennis, pero después decidí ser arquero porque me gusta atajar", expresó el más pequeño del ex púgil santiagueño.
