El Gobierno logró un superávit fiscal 27% mayor al necesario para eliminar el déficit. La poda más gravitante fue recorte a provincia
El ajuste fiscal tuvo su capítulo más fuerte en el recorte a las provincias El ajuste fiscal tuvo su capítulo más fuerte en el recorte a las provincias
El ajuste fiscal implementado por el Gobierno de Javier Milei durante el primer semestre fue equivalente a 5,6 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) si se lo anualiza. El resultado fue conseguido gracias a un desplome real del 32% en el gasto público, respecto de los primeros seis meses de 2023.
El tamaño del ajuste aplicado, es un 27% superior a los 4,4 puntos necesarios para eliminar el déficit fiscal. En términos de superávit fiscal, implica uno anual de 1,2% del PBI.
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El informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) que dirige el economista Nadin Argañaráz, sostuvo además que en el semestre, 14 de los 16 componentes del gasto tuvieron descensos en términos reales. La excepción fue el gasto en asignaciones universales para la protección social (+15,7%) y prestaciones del INSSJP se mantuvo constante.
Los gastos que más cayeron fueron: transferencias de capital a provincias (-98%), inversión real directa (-75,4%) y Transferencias corrientes a provincias (-75%). Estos gastos son los que vienen registrando las mayores caídas interanuales en términos reales.
Puntualizó además a la hora de asignar cuáles fueron los recortes más sustanciales realizados por el Gobierno nacional en junio que 13 de los 16 componentes del gasto tuvieron descensos en términos reales. Los que subieron fueron el gasto en asignaciones universales para la protección social (38%), subsidios a otras funciones (20,6%) y prestaciones del INSSJP (7,6%). Los gastos que más cayeron fueron: transferencias de capital a provincias (-97,5%), Transferencias a universidades (-95,1%) y subsidios a la energía (-81,2%).
El derrumbe en el semestre permitió más que compensar la caída del 5% que tuvieron los ingresos, de acuerdo al Iaraf. Según el trabajo, esta mejora del balance fiscal permitiría pasar de un déficit primario de -2,7% del PBI en 2023 a un superávit de 2,9% en 2024.
Asimismo, remarcó que el gasto en el pago de intereses de deuda se contrajo 5% real entre enero y junio, versus el mismo período del año pasado. Por ende, en términos anualizadas representaría un 1,7% del PBI, lo cual permitiría que el superávit fiscal financiero sea del 1,2% del producto (contra un déficit de 4,4% en 2023).
"Es importante resaltar que estos datos anualizados no significan una proyección fiscal de 2024, sino una anualización equivalente del comportamiento fiscal de los primeros 6 meses del año", aclararon desde el instituto dirigido por Nadin Argañaraz. En junio hubo un superávit fiscal. Las caídas en el gasto más significativas, por su peso en la estructura general, fue en subsidios a la energía (-81,2% real interanual), inversión real directa (-65,5%) y programas sociales (-47,2%).