Adolescentes y el ponerse en situaciones extremas: qué buscan cuando desaparecen

Los adolescentes viven hoy una realidad intensa desde todos los aspectos. A sus emociones, sensaciones y sentimientos encontrados propios de la edad, se suma, en la actualidad, la necesidad de "llamar la atención" a cualquier costo. Sin embargo, lejos de ser travesuras, estas situaciones extremas a las que lamentablemente la sociedad se enfrenta a diario, son dignas de ser tratadas, evaluadas y abordadas con ellos, ya que en la necesidad de "hacerse notar" pueden estar poniendo en riesgo su propia vida.

La Lic. Rosario Sanguedolce, especialista en Psicología, abordó la temática y además de analizar el motivo por lo que los jóvenes de hoy optaron por la "moda de huir", pidió mayor contención y acompañamiento por parte de los adultos.

"En muchas circunstancias, estos casos se dan por situaciones extremas de maltrato o violencia en la casa, por lo que los adolescentes necesitan huir. En otros casos son llamados de atención y aquí puede haber muchas variables en el porqué. Es interesante resaltar que el adolescente, en su búsqueda de identidad, muchas veces pretende desentenderse de la familia, desasirse de ella, y tienden a incurrir en la fuga. La necesidad de un adolescente de pertenecer a un grupo, de socializar, de desprenderse de la familia, puede llevarlo a veces a tener este tipo de conductas, según sea la historia personal de cada adolescente, sus vínculos, entre otras cosas", explicó la especialista.

Para evitar este tipo de conductas, que suelen ser traumáticas para la familia en su totalidad, la Lic. Sanguedolce consideró necesario "advertirles del peligro que eso implica, sumado a las consecuencias que puede haber".

"Estas conductas forman parte de las hazañas de los adolescentes, que también son una característica más de ellos, el creer que no les va a pasar nada, el lazarse a actividades con conductas de riesgo, sin medir la situación. Es parte de la rebeldía de ellos, de considerarse superhéroes. Pero en realidad se necesita un entorno contenedor que le advierta todo lo grave que puede ser una situación límite, y deben estar a la altura de enfrentarla. Hay que hacerles entender que tiene un cuerpo de adultos, que pueden manejarse de otra forma, pero eso no quiere decir que emocionalmente y psicológicamente están preparados para enfrentar las adversidades de afuera".

Asimismo, consideró necesario, en el caso de los adolescentes que buscar desaparecer, "buscar el motivo de las huidas". 

"Responsabilizarlos y ponerles límites es muy importante, pero también hay que buscarle cierto modo de contención y acompañamiento al adolescente. Hay que advertirles para hacerles ver que hay conductas que tienen sus riesgos, de ver con quién interactúan en las redes. Las redes sociales, si bien son importantes y no les podemos quitar porque es algo de la cultura adolescente, tenemos que estar cerca en la medida de los posibles para ver con quienes interactúan, qué páginas siguen".

Poner límites, nunca será una mala idea, mientras estos sean bien implementados. Claro que los límites no deben cortar la libertad de cada adolescente.

"Hay que seguir marcando límites y responsabilidades, pero también darles cierta libertad. Hay padres muy estrictos en sus normas de convivencia, al punto que no respetan la libertad del adolescente, o el joven no es escuchado en sus intereses, algo que puede generar que el adolescente sienta la necesidad de huir de la casa. El adolescente, en su búsqueda de identidad, puede querer pertenecer a grupos que exijan ciertas conductas de riesgo. Y ante esto es necesario advertirles lo que significa", sentenció la licenciada Rosario Sanguedolce.