"La psoriasis y la dermatitis atópica son las afecciones de la piel más relacionadas con lo que tiene que ver con lo psicológico y lo psiquiátrico", asegura la doctora Susana Mercado de Scaglione, dermatóloga de nuestra provincia.
El 90% de las consultas dermatológicas tienen un origen psicosomático El 90% de las consultas dermatológicas tienen un origen psicosomático
El cuerpo y la mente mantienen una conexión intrínseca que se refleja en diversos signos visibles y emocionales. De allí que la relación entre la piel y la salud mental resulta sorprendente y profunda, ya que una repercute directamente en la otra.
La doctora Susana Mercado de Scaglione, médica dermatóloga de amplia trayectoria en nuestra provincia, confirma que hay "un vínculo muy estrecho entre las enfermedades cutáneas y la salud mental", y reveló que "el 90% de las consultas de piel tiene un origen psicosomaico".
"La mayoría de los pacientes que llegan al consultorio, tiene un problema, sin lugar a dudas. Muchas veces son problemas cotidianos, y otros que acarrean una enfermedad psiquiátrica", reafirmó.
Comentó que, dentro de la salud mental se pueden tener enfermedades dermatológicas, y en estas "las más comunes son la psoriasis y la dermatitis atópica, que son las más relacionadas con lo que tiene que ver con lo psicológico y lo psiquiátrico, las dos están íntimamente ligadas".
Sobre ocurre, explicó que "el cerebro libera una sustancia inflamatoria, que hace que estas dos enfermedades sean formas mediamente graves, o muy graves. Hay otras como la rosácea, la dermatitis ceborréica, el liquen, el prurito, que también están relacionadas".
"Muchos pacientes vienen porque les pica la piel, y cuando investigamos, descubrimos que están nerviosos, preocupados, que están pasando un mal momento. Y ahí es cuando realizamos una interacción con el paciente de su parte afectiva, y ocurre que la crema que se le tiene que indicar, pasa a un segundo plano, porque el paciente necesita hablar con alguien, porque muchas personas no tienen con quién hablar o no los escuchan, independientemente de la edad que tenga", profundizó.
"Siempre, en esas enfermedades, recomendamos el apoyo terapéutico, sea psicóloga o eventualmente psiquiatra, o algo que lo haga relajar un poco". puntualizó.
"El cuerpo habla lo que calla la boca"
"El agravante que tienen las enfermedades de la piel, es que se las ve. Es muy importante cómo te ve el otro, porque cuando ve que tienes la piel roja, con escamas blancas, o caspa, y uno se da cuenta cómo lo miran, en muchos casos incluso tiene miedo
El paciente dermatológico se fija mucho en como lo miran; cómo lo tratan; o si lo tocan, porque muchas veces creen que lo que tiene es contagioso y no lo tocan, y eso incide en la relación de pareja o con el resto de la gente que lo rodea.
Hay una frase que dice todo: 'El cuerpo habla, lo que la boca calla'. Porque uno ve muchos pacientes inhibidos, cansados, con rasgos depresivos, que no empatiza mucho con el médico. Es que está manifestando a través de una afección el problema por el que está atravesando".
La primera relación cerebro-piel
"Desde el vamos, desde el embrión en que se forma el ser humano, tienen un origen común tanto la piel como el cerebro, en una de las tapas donde se va formando el bebé, y si bien el cerebro queda localizado en el cráneo, la piel, que es el órgano más extenso del organismo y que se lo ve, que nos permite comunicarnos con el exterior, que muestra todo lo que le pasa al organismo, ya tienen una relación.
Por lo tanto, a lo largo de la vida, todo lo que le pasa en el cerebro, la piel lo va a mostrar, como así también, hay una ligazón muy estrecha con el otro cerebro del sistema nervioso autónomo, que es el intestino. Tenemos muchas enfermedades cutáneas que hay que pensar en afecciones del intestino, que es el otro cerebro.
Por eso es que cuando vemos a un paciente de piel, se le pregunta si está nervioso, con un problema importante, si le pasa algo, o tiene manifestaciones como dolor de estómago, hinchazón.
El médico dermatólogo debe estar atento a todas esas cosas para hacer un buen tratamiento, no sólo hacer un buen diagnóstico de la enfermedad cutánea, sino también investigar si alguna afección psíquica, para hacer un buen tratamiento y una buena contención.
Es ahí donde decidimos la interconsulta para realizar un tratamiento interdisciplinario, y recomendarle la visita a la psicóloga, o bien si es algo psiquiátrico, o guiarlo para manejar el estrés, porque tal vez sólo está pasando un mal momento, y a la que no se le un rasgo patológico".
