Tambalea juicio por crimen de gendarme, ya que testigo estrella despegó a "Pirulo"

Juan Francisco "Pirulo" Fernández celebró ayer en silencio que la testigo estelar cambiase por tercera vez su versión sobre el homicidio de un gendarme en San Pedro de Guasayán, en octubre del 2018, y protagonizara -de extra- un "acting" al atrincherarse en un baño, reticente en continuar su declaración.

Se trata de Cinthia Débora Sotelo, quien en 2019 acusó a "Pirulo" de ejecutar de un tiro en la cabeza a Ángel Amado Ayrala, en complicidad con Marcelo Dalmiro "Mishi" Camus, por quienes están imputados por "homicidio críminis causa" y "robo calificado con arma de fuego".

En el 2021, Sotelo se presentó en la Fiscalía de Frías y despegó del crimen a "Pirulo" y dijo que había faltado a la verdad. Así, en esa nebulosa verbal la testigo se sentó ayer frente al tribunal, compuesto por Juan Carlos Storniolo, Rosa Falco y Raúl Santucho.

Ahora, Sotelo señaló que Ayrala fue asesinado por Camus y el aún testigo, Eduardo Décima, un amigo de "Pirulo", con quien cayó preso por robo en noviembre del 2018, cerca de Lavalle, en el límite con Catamarca.

Perspicaces, los fiscales, Analía Nóblega Rayó y Gustavo Montenegro pidieron la exhibición del video original del 2019. En él, Sotelo manifestó (ante un fiscal tucumano que investigaba el paradero) que Ayrala fue muerto de un tiro por "Pirulo" y Camus.

Quizá expuesta en esa trilogía verbal, Sotelo acabó incómoda y pidió retirarse al baño. Después, dejó entrever que la sola presencia de "Pîrulo" la atemorizaba. La Fiscalía bregó para que el presidiario fuese retirado del recinto, pero para entonces Sotelo era un mar de lágrimas, tensión y nervios.

Ante ese imprevisto, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta hoy. Mientras, Sotelo pasó la noche en una Comisaría del Menor y la Mujer. Hoy, proseguirá su testimonio y se viene un careo con Décima, quien pasó ayer de testigo a candidato a la perpetua,

Nervios, coacheada o falso testimonio

Mal que le pese, Sotelo quedó al borde de una imputación, ya que en algunos de sus tres relatos mintió. Los expertos señalaron que tiene un terror por "Pîrulo", el mismo sujeto que adolescente la habría abusado, por el cual enfrentó un proceso adverso.

Sotelo no denunció amenazas, pero los que la defienden indican que "Pirulo" viene apretándola desde la prisión y que ella prefiere un dolor de cabeza legal, más nunca declarar en contra del tucumano.

Por el contrario, la corriente opuesta sugiere que la testigo mantuvo contactos con el entorno del presidiario, ya que son conocidos de Lamadrid, Tucumán.

Como sea, Sotelo tuvo tiempo para meditar y se deduce que hoy retornará con una visión más acorde a la realidad. Los escenarios tentativos son difusos: puede denunciar amenazas, mantenerse en su nuevo dicho, atacar y acusar a Décima, o acabar esposada con una imputación por falso testimonio.