Una mujer, Cinthia Débora Sotelo emerge como "árbitro" en la suerte de los dos prontuariados. ¿Socia, víctima, cómplice o delatora?
Juzgan al tucumano "Pirulo" Fernández y a "Mishi" por homicidio de un gendarme Juzgan al tucumano "Pirulo" Fernández y a "Mishi" por homicidio de un gendarme
El Penal de Varones, en Alsina 850, y los tribunales coordinarán hoy sus fuerzas, en el inicio de un juicio en contra de dos presidiarios tucumanos, sindicados de haber asesinado en Santiago del Estero a un gendarme remisero y enterrarlo en San Pedro de Guasayán, el 16 o 17 de octubre del 2018.
Ellos son Juan Francisco "Pirulo" Fernández y Marcelo Dalmiro "Mishi" Camus, imputados por "homicidio críminis causa" y "robo calificado con arma de fuego".
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Instruida la compleja causa por la ex fiscal Dahiana Pérez Vicens, en el juicio la acusación será potestad de Analía Nóblega Rayó y Gustavo Montenegro. El tribunal estará conformado por los vocales Juan Carlos Storniolo, Rosa Falco y Saúl Santucho. La defensa de "Pirulo", potestad de Federico Petinicchi.
Según la investigación, los dos tucumanos huyeron de Tucumán. El medio fue un viaje al mando de un remís al mando del gendarme Ángel Amado Ayrala, a quien "Pirulo" habría contratado merced a la "colaboración" de Cinthia Débora Sotelo, todos conocidos y oriundos de La Madrid, Tucumán.
Al llegar a destino, los tucumanos habrían dado muerte al remisero y enterraron en un pozo que la propia víctima debió cavar, en una zona montuosa. En noviembre, "Pirulo" cayó en una balacera con los policías. Y al año siguiente, Sotelo acudió a un fiscal tucumano y delató a los dos secuaces.
Tucumán declinó competencia y giró las actuaciones a Frías. En plena instrucción, en febrero del 2021 Sotelo arribó y se rectificó. Esta vez les tiró un salvavidas a los dos tucumanos, pero la Fiscalía no dio entidad a su relato.
Seis años después
Así llegan a juicio los "socios" en el delito. En un plano descendiente, emerge la figura de Sotelo, de cuya figura la Fiscalía intuye que no puede esperar, ante lo volátil de su catarsis por ley.
Por ende, trabajan con otras pruebas y aferrados a un contexto y testigos resueltos a convencer al tribunal que los tucumanos son asesinos, "apretadores" y extorsionadores.
Bajo ese prólogo de neta acusación, arranca hoy el juicio. Se prevé que, de movida, Petinicchi buscaría trabar el ritmo fiscal con una batería de nulidades. Si el juicio sobrevive a la estocada defensiva, los fiscales navegarán por aguas calmas en pos de conducir a "Pirulo" y compañía a una proyectada condena a perpetua.
La misión no asoma nada fácil. Pero tampoco imposible, porque la verdad siempre pugna por liberarse.