Adultos y adolescentes, a golpes y balazos. Un perímetro para evitar fugas y el resto del barrio, al borde de un ataque de nervios.
Dos familias en guerra, a tiros, en Bº Las Violetas Dos familias en guerra, a tiros, en Bº Las Violetas
Una treintena de policías frienses copaba esta madrugada el Bº Las Violetas, alertada por dos familias enfrentándose a tiros, palos y una fuerte sospecha de un trasfondo de drogas.
Cerca de las 23.30, dos grupos familiares se trenzaron en una batalla campal, forzando con ello al fiscal, Alfonso Arce, a extremar medidas en resguardo de niños y personas ajenas a los dos sectores en pugna.
Patrulleros, autos y camionetas cubrían el perímetro, pero sin internarse en demasía, ya que abundaban ladrillazos, tiros de revólveres, pistolas y tumberas, confiaron las fuentes nocturnas.
Una alta fuente deslizó que había un grupo de paramédicos en espera, ya que la pelea no distinguía edades, o sexos, mucho menos grado de parentesco. ¿El origen de la batahola? Los vecinos consignaron que subyacen odios viejos y que a nadie extraña que todos los fines de semana los eternos enemigos "choquen", sin importar el exponerse a terminar en las celdas de la Seccional 23.
En el medio de los gritos y jóvenes a palos, los policías trabajaban resueltos en tumbar los quiosquitos de venta de drogas al menudeo, asentados en el corazón del barrio con sus responsables confiados en que los policías no husmearán en su actividad paralela.
El fiscal Arce fue implacable y ordenó apresar a todos aquellos que participaron, porque urgía apagar la "hoguera" de los revoltosos y restablecer la paz al resto del vecindario, encerrados y cuasi sitiados en sus casas.
